Número 9. marzo 2016

Nº 9

"Con otros ojos" es el nombre de una de las secciones de nuestra revista. Es un espacio donde personas que no son enfermeras escriben sobre su visión de nuestro colectivo. Esta serie de artículos nacen del interés por conocer cómo nos ven los pacientes, los familiares más cercanos, los compañeros de trabajo. En definitiva, intentamos conocer la visión que la sociedad tiene de la enfermería. Esta idea subyace en el planteamiento de todas las informaciones que publicamos, pues siempre tenemos como enfoque a los pacientes, insertando su testimonio sobre el trabajo que realizamos con ellos, con las personas con ostomías, cuidando su calidad de vida y en muchos casos yendo más allá y promoviendo el asociacionismo como una manera de fortalecer y encauzar sus demandas.La capacidad de la enfermería de identificarse, por ejemplo, con las personas en riesgo de exclusión social, para atender sus necesidades y comprometerse con sus soluciones es mayúscula, como vemos en los testimonios de profesionales que salen del hospital para llegar a personas sin hogar, en muchos casos con problemas de salud mental, a los que la sociedad ha dado la espalda; en el voluntariado de fisioterapeutas que aportan su trabajo para el cuidado emocional de los excluidos; y en la ilusión de los estudiantes que a través de programas como Tantaka, de la Universidad de Navarra, son capaces de aplicar los conocimientos que adquieren en promover la educación para la salud entre niños y madres inmigrantes.La sensibilidad de nuestra profesión lleva a enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas de ámbitos muy diversos a poner su práctica diaria al servicio de los pacientes para prevenir linfedemas, para favorecer la recuperación emocional de las mujeres tras una mastectomía y para humanizar el parto en los hospitales públicos.Una sola enfermera puede aportar mucho valor añadido, por ejemplo, integrándose en los operativos de rescate de los cuerpos de bomberos, un modelo de respuesta a la emergencia que nos debe hacer reflexionar a todos, ya que permite que un sanitario actúe directamente en el lugar del accidente, atendiendo a las víctimas en una situación de máxima necesidad, como lo muestra la carta de agradecimiento que publicamos en las próximas páginas. Una sola enfermera también puede cambiar, con su acción, el sistema sanitario, mejorándolo, liderando la ruptura de nuestros particulares techos de cristal, gestionando las direcciones provinciales de salud, convirtiéndose en las máximas autoridades sanitarias en su provincia, como son los casos de Margarita Gascueña y Francisco José García Sánchez, a quienes entrevistamos para que nos cuenten su experiencia al frente de las direcciones provinciales de salud de Guadalajara y Ciudad Real. Con sus testimonios desarrollamos nuestra revista.