Opinión

Devolver a la vida

El escritor Javier Moro explica en este artículo cómo descubrió a Isabel Zendal y por qué decidió novelar su historia.

18 julio 2016 / Número 10 3 minutos de lectura

La literatura tiene ese poder de devolver la vida a episodios históricos olvidados, o a personajes que han sido barridos por el viento de la historia porque cuenta por dentro lo que los historiadores cuentan por fuera. La novela histórica permite revivir el pasado, desde la emoción, identificándose con los personajes, recreando el marco histórico con la mayor precisión posible. A la escritura hay que añadir una investigación con cierto rigor, y un poco de suerte.

“Isabel Zendal, la primera enfermera hispana de la historia, la primera enfermera en misión internacional según la OMS había caído en el olvido”.

Portada a flor piel cmykSuerte es lo que tuve cuando perseguía una quimera, el personaje de Isabel Zendal. No conseguía empezar a escribir A flor de piel sin un mínimo de información sobre ella. La mujer que había acompañado a los niños en travesías oceánicas sin que se le muriese ninguno, la primera enfermera hispana de la historia, la primera enfermera en misión internacional según la OMS, nuestra Florence Nightingale había caído en el olvido. Ni siquiera se podía estar seguro de cual era su apellido porque aparecía escrito hasta de doce maneras distintas en los libros y documentos que trataban de la Expedición: ¿Cendal? ¿Sendala? ¿Gandalia?… Tampoco se conocían sus orígenes. ¿Dónde había nacido? ¿Era una gran dama de La Coruña que financiaba el hospicio de niños abandonados, como sugería un autor? ¿O era una extranjera, irlandesa u inglesa llamada Sendall, que había recalado en España de alguna misteriosa manera?

Cuando me disponía a viajar a Galicia para intentar hallar alguna pista sobre la identidad de la heroína de la Expedición, la suerte quiso que el periodista Antonio López Mariño, un enamorado de La Coruña, publicase un reportaje con el título: Resuelto el enigma de la Rectora Isabel. Se basaba en un documento que había encontrado, fechado en 1781, referente a la visita del Obispo de Santiago a la aldea de Santa Mariña de Parada, en el municipio de Ordes, para confirmar en la fe católica a sus doscientos feligreses. Por primera vez aparecía el nombre del padre, la madre y los hermanos de la familia Zendal Gómez. Una información que López Mariño compartió generosamente conmigo, y que proporcionaba las claves para entender el personaje: sabíamos donde había nacido, quienes eran sus padres, el entorno donde había crecido.

Sentí que ya podía empezar a escribir. Ya podía aportar algo más a lo que se había escrito hasta entonces sobre la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Durante meses me dediqué a insuflar vida a los protagonistas de una hazaña injustamente olvidada, con la esperanza de que algún día se les reconozca como se lo merecen.

Sobre Isabel Zendal

1. El artículo de Javier Moro forma parte de un reportaje sobre la figura de Isabel Zendal, publicado en la revista Enfermería en Desarrollo, junto con el testimonio de Antonio López, periodista gallego que descubrió su identidad. Lee el contenido en este enlace de nuestra web.

2. Artículo de la directora de la revista, Yolanda Núñez Gelado, sobre Isabel Zendal. Puedes leerlo en nuestra web, aquí.

3. Isabel Zendal, premio Enfermería en Desarrollo. La figura histórica de Isabel Zendal recibió en 2016 el Premio Enfermería en Desarrollo, en la gala correspondiente a ese año. El galardón se encuentra en depósito en el Ayuntamiento de Ordes. Más información en el apartado de los Premios ED en nuestra web.

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