En profundidad

Cercanas y familiares

Las enfermeras rurales garantizan la salud de la población en regiones como Asturias, Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura o Galicia.

17 febrero 2014 / Número 1 4 minutos de lectura

La cercanía con la población, mayoritariamente anciana, la polivalencia profesional y la plena dedicación, aportando incluso recursos propios para llegar a las zonas más lejanas del centro de salud son las características más relevantes de las enfermeras rurales españolas. Son profesionales plenamente integrados en su comunidad local. “Nuestro trabajo no es sólo la asistencia al individuo en la enfermedad, sino también el fomento de la salud en el medio donde vive y se desarrolla, en su núcleo familiar y social, en todas las etapas de su vida” describe la enfermera manchega Sagrario Gutiérrez. “Nuestro trato es familiar”, añade la extremeña María Luisa Laín, “si son personas que no se pueden desplazar tenemos que ir a los domicilios”.

El transporte y las distancias entre los pueblos son dificultades que afrontan a diario. “Hay muchas distancias largas, con trayectos superiores a la hora, por carreteras de montaña en mal estado, nevadas en invierno”, explica el enfermero asturiano Rodolfo Rodríguez, mientras recuerda que durante dos años fue tres días a la semana a un pueblo a mil metros de altitud para hacer una cura a un paciente. “En muchos casos utilizamos nuestro propio vehículo”, añade María Luisa Laín. “A veces, la única manera que tenemos de llegar es caminando”, advierte la enfermera gallega Julia Taboada.

Junto a la mejora del transporte y de los recursos humanos y materiales, las enfermeras rurales tienen numerosas reivindicaciones profesionales, como afirma el castellanoleonés José Luis Corona: “Más competencias como la prescripción o la posibilidad de coordinar el centro de salud, el reconocimiento de responsabilidades en la vacunación antigripal, la educación para la salud de los pacientes crónicos y otras actividades de la cartera de servicios”. A pesar de todo, para enfermeras como Julia Taboada “es una tarea vocacional que deja de ser un trabajo”.

Autonomía, independencia y equipo

Autonomía e independencia son los aspectos de su trabajo más valorados por las enfermeras rurales. Es satisfactorio comprobar cómo solucionan los problemas de salud de la población local, gracias, también, al trabajo multidisciplinar de todo el equipo que conforma el centro de salud.

Trabajo polivalente

Rodolfo Rodríguez, enfermero en San Martín, concejo de Teverga (Asturias)

“Del trabajo destaco la polivalencia. Tienes que hacer de todo, tareas asistenciales, administrativas… Atendemos niños y, hasta hace poco, suplíamos a la matrona. Llevábamos el embarazo, menos el último mes. En cuanto al trato, aquí es más familiar, los pacientes vienen con confianza, ves agradecimiento. Lo que más me gusta es el contacto con la gente. Es otro ritmo, más tranquilo. No hay prisas en la consulta. Tienes más tiempo para hablar, para que el paciente se explique. No hay agobios y esto repercute en la calidad de la atención. Valoro mucho el trabajo de prevención. Puedes modificar conductas. Con las personas mayores es más complicado. Por ejemplo las dietas, avanzas poco a poco, negociando y jugando con ellos”.

 

Dominio de diversas técnicas y actuaciones

EnfermerosRurales02Sagrario Gutiérrez, enfermera del Equipo de Atención Primaria de Porzuna (Ciudad Real).

“Es un trabajo muy completo desde el punto de vista profesional, pues abarca muchas facetas dentro de la salud del individuo. Son necesarios el manejo de programas dirigidos a niños, adolescentes, adultos y ancianos o atención domiciliaria. Hay que conocer diversas técnicas y actuaciones de enfermería, desde las curas y administración de medicación hasta la atención de urgencias”. Así resume Sagrario sus 20 años de experiencia como enfermera rural. Para ella lo mejor es “la relación continuada con el individuo, comprobar el fruto de tus actuaciones en la conservación y mejoría en la salud y también observar los fracasos y poner los medios para mejorar”.

 

Independencia profesional

EnfermerosRurales03María Luisa Laín, enfermera del centro de salud de Alconchel (Badajoz).

“Personalmente, me gusta trabajar en las zonas rurales, sobre todo, por la independencia de organizar mi trabajo y por el trato diario con los ciudadanos del pueblo, que es más cercano que en el hospital”. María Luisa lleva 22 años como enfermera rural. Considera que su principal cometido es solucionar y apoyar, día a día, a los pacientes en sus problemas de salud, en su entorno familiar y social, con vocación, entrega y total dedicación”.

 

Cuidado integral

EnfermerosRurales04Julia Taboada Adán, enfermera en el área de Monforte (Lugo).

Tras 23 años como enfermera rural, Julia destaca como competencia más importante “el hecho de que cuidamos al ser humano desde un punto de vista integral. Es un trabajo enriquecedor, por vocación. Cuando te puedes olvidar de la administración hasta puede dejar de considerarse un trabajo”. Julia incide especialmente en el cuidado de las personas mayores: “Un problema importante es la soledad en la que viven, no siempre voluntaria”.

 

Prevención y educación

EnfermerosRurales05José Luis Corona, enfermero del centro de salud “Medina del Campo Rural” de Medina del Campo (Valladolid).

Con una trayectoria profesional de 30 años, José Luis define la enfermería rural como “una aplicación de todos los cuidados para la salud en la población, en los ámbitos de la prevención y la educación, formación y planes de cuidados, situándola en el contexto de las dificultades inherentes al ámbito rural. Es satisfactorio comprobar cómo tus cuidados solucionan los problemas de salud de la población”.

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