La matrona Matilde Fernández ha validado un cuestionario que mide la calidad de la educación maternal en atención primaria
Una herramienta de evaluación del segundo nivel del programa de educación para la maternidad y la paternidad (sesiones del tercer trimestre de gestación), que garantiza la obtención de resultados válidos y fiables, extrapolable en su diseño a cualquier programa de educación para la salud. Es la principal aportación de la tesis doctoral de la matrona Matilde Fernández y Fernández-Arroyo, “Elaboración, validación y aplicación de una herramienta de evaluación para los programas de educación maternal de los centros de atención primaria de la Comunidad de Madrid”.
Es el primer cuestionario con esta elaboración en lengua española destinado a valorar la educación de madres y padres en el embarazo. En inglés se han encontrado dos cuestionarios validados para estudiar algún aspecto concreto del programa. Como evidencias, Matilde Fernández aplicó el cuestionario a 928 asistentes al programa, entre embarazadas y familiares de la Comunidad de Madrid, en 2011. En el diseño tuvo en cuenta las características de la población y del programa que se imparte. “Lo más representativo es la validez y fiabilidad del cuestionario. Originalmente, eran cuatro hojas, pero las hemos reducido a una, gracias al equipo de investigación del Hospital La Paz de Madrid y a su experto en diseño de cuestionarios. Si das cuatro páginas a la población es complicado que lo rellenen. En cambio, una es más fácil. Luego, lo hemos adaptado a lectura electrónica para facilitar su análisis estadístico, por lo que cualquier administración o matrona puede trabajar con él fácilmente”.
Matilde Fernández, matrona.
“En España contamos con un programa con 30 años de experiencia en educación maternal y hasta el momento no hemos tenido resultados ni evidencia científica sobre el mismo”.
De la asistencia a la docencia y la investigación
Matilde Fernández y Fernández-Arroyo tiene más de veinticinco años de experiencia como matrona en atención especializada, en el Hospital de La Paz, y en atención primaria, en el antiguo Área 10 de la Comunidad de Madrid, así como profesora de la Unidad Docente de Matronas de la Comunidad de Madrid y de la Universidad Pontificia de Comillas, donde en el año 2012 obtuvo el grado de doctor “Cum Laude” por su tesis, sobre la que profundizamos a lo largo de estas páginas.
Esta herramienta visualiza el trabajo de la matrona en atención prima ria y permite, por primera vez, obtener evidencias y resultados del programa de educación maternal, que en España tiene más de treinta años de vida. “Vimos lo que se hacía en educación maternal en el mundo, desde su nacimiento en el siglo XX, cuando pasamos de los partos en casa al hospital y comprobamos que, entre las grandes escuelas, la española no estaba recogida en la bibliografía. Es una pena, porque tenemos una trayectoria importantísima, que no está reflejada en la publicación, quizás porque, a diferencia de otros países, en España la ha liderado Enfermería. Al comparar su desarrollo, hemos encontrado que nuestra escuela también ha evolucionado y que lo ha hecho dentro del sistema público. No hemos encontrado ningún programa de educación para la maternidad/paternidad con las características y dimensiones del de nuestra cartera de servicios”.
Evaluación del aprendizaje
En el diseño del cuestionario, Matilde Fernández ha aplicado el modelo de Gento como marco teórico, procedente de la Pedagogía. “Vimos de qué forma podíamos recoger el aprendizaje que las mujeres embarazadas y sus parejas o familiares obtienen desde la perspectiva de un marco teórico, que permita realizar investigaciones estructuradas”, explica. “Por ejemplo, el problema de la evaluación de los programas de educación a la población es que no podemos hacer un examen para valorar el conocimiento adquirido. Por eso, de Psicología hemos traído la “percepción de aprendizaje” en cuanto a los cuidados en el embarazo, parto, posparto y recién nacido. Preguntamos sobre un aspecto concreto, cuánto piensas que sabías antes de la formación y cuánto ahora. Así medimos no lo que han aprendido, sino el cambio en la sensación de lo que saben. Además cuando aprendemos adquirimos seguridad, con lo que decidimos evaluar también la “sensación de control” respecto a los cuidados. Si la aumentamos, incrementamos la autoeficacia y conseguimos el fortalecimiento o “empoderamiento” directo de la mujer, que es una de las líneas de trabajo de la OMS para la salud materna e infantil”.
Como conclusión, Matilde subraya la importancia del trabajo de las enfermeras. “Nosotros fortalecemos a la población en el cuidado, pero al mismo tiempo la satisfacción de la población atendida nos fortalece en cuanto a percepción de competencia y control profesional y esto es un elemento de motivación determinante para la profesión”.
Sólo 172 matronas de Atención Primaria en Madrid
Matilde Fernández reclama una apuesta decidida de las administraciones por las matronas en la Atención Primaria. “Hacemos una mínima parte del trabajo que podríamos asumir. Es una pena, porque no somos uno de los profesionales más caros, pero sí tenemos una cualificación muy interesante”. Sin embargo, este hecho contrasta con los datos de la realidad, como ocurre en la Comunidad de Madrid, que cuenta en la actualidad con 172 matronas en Atención Primaria, una cifra que no ha aumentado durante la última década a pesar de que la población se ha cuadruplicado. “Lo ideal es que los programas de educación maternal tengan una media de quince asistentes. Sin embargo, en muchos centros de salud superan las 35 personas. Claro, hacer gimnasia, ejercicios de respiración y relajacion es complicado”, advierte.
Junto al programa de educación maternal, priorizado en la cartera de servicios, existen muchas competencias de las matronas que se pueden desarrollar. De hecho, las han desempeñado en el pasado. “Por ejemplo, antes hacíamos programas de climaterio y salíamos a los colegios para dar educación afectivo-sexual, actividades que ahora con el volumen de población existente no se pueden abordar”. En línea con lo anterior, Matilde Fernández afirma que “el objetivo final debe ser que el cuidado llegue a la población. Si no es así, la gente termina haciendo lo que puede y aumentan las patologías”. Por ello, lanza el siguiente reto: “La OMS señala problemas prevalentes como la obesidad. Partiendo de nuestra experiencia en educación maternal, podríamos incluir en la cartera de servicios un programa de enfermería para la obesidad”.
Figura clave en atención asistencial
La matrona en Atención Primaria tiene un gran reto por delante. Cuando se implantó la Atención Primaria en los años 80, la matrona era una figura clave en el nuevo modelo, desarrollando un gran número de actividades tanto en el programa obstétrico como en el ginecológico. Sin embargo 30 años después, nos encontramos en un punto que somos invisibles para la administración. Como profesionales, y en base a nuestras competencias, no estamos aprovechadas. El papel de la matrona en Atención Primaria debe visibilizarse.
La matrona quiere asumir competencias y desarrollarse profesionalmente en este nivel asistencial. Pero todos los avances que realicemos tienen que ir avalados con evidencia científica. Trabajos como el desarrollado por Matilde Fernández demuestran a la administración que lo que hacemos lo hacemos bien. Pero demuestran también que podemos y queremos hacer mucho más.
Este cuestionario, nos sirve del mismo modo a nivel personal, para evaluar nuestro trabajo en la consulta y se puede extrapolar a otros campos de la educación sanitaria. Con grupos con adolescentes, menopausia, mujeres con cáncer de mama, o cualquier actividad en el campo de la salud sexual y reproductiva en la que la matrona quiera intervenir. Podemos y debemos evaluarlo.
Cuestionario abierto a nuevas investigaciones
Matilde Fernández ha aplicado su cuestionario para evaluar la educación maternal durante el tercer trimestre de gestación en la Comunidad de Madrid. Su trabajo puede ser un referente para evaluar intervenciones de educación para la salud en Atención Primaria, así como a otras regiones españolas. La propia autora se muestra abierta a colaborar con otras matronas e instituciones y destaca que “la investigación se puede extrapolar a otras comunidades y al trabajo de otras compañeras.podría emplear de forma
institucional. Tenemos un programa
con treinta años de recorrido
y no existe casi evidencia
de resultados. El cuestionario
aporta un granito de arena par
valorar un elemento de nuestra
cartera de servicios”.