Opinión

Gestión, por supuesto, enfermera

Artículo de opinión de Yolanda Núñez Gelado, directora de la revista Enfermería en Desarrollo.

28 julio 2015 / Número 6 2 minutos de lectura

Visión global, comunicación efectiva, pensamiento analítico, gestión de los compromisos, orientación a resultados… Es parte de lo que esperamos ver en las personas que asumen la responsabilidad de liderar equipos.

En la universidad, la formación pregrado está basada fundamentalmente en la adquisición de las competencias necesarias para la práctica asistencial. Sin embargo, la enfermera puede acceder a otros ámbitos laborales para los que necesita una preparación específica. Todos esperamos que una profesora posea formación en metodología educativa, o una directora de enfermería en los diferentes ámbitos de la gestión. Sin embargo, no es algo que en la actualidad esté garantizado. Por ejemplo, si nos referimos al acceso a puestos dependientes de las diferentes direcciones asistenciales, los considerados como mandos intermedios: supervisiones de enfermería, jefaturas de servicio, coordinadores, directores y responsables de centros de atención primaria y, en definitiva, todos aquellos puestos directivos imprescindibles para el funcionamiento normal de nuestros centros asistenciales.

Pero: ¿Todas las supervisoras y jefes de servicio tienen formación en gestión de equipos de trabajo? ¿Se exige algún tipo de preparación en estas áreas antes del acceso a estos puestos? ¿Ser una excelente enfermera con años de experiencia asistencial o especialista en salud mental, o un traumatólogo o internista expertos, garantiza su capacidad de liderazgo, su cualificación directiva, su aptitud para la negociación o la gestión de recursos? ¿Están tan si quiera definidas las habilidades, conocimientos y actitudes que debe tener una persona que vaya a ocupar un puesto de gestión en una institución sanitaria?

Las competencias necesarias para ocupar un puesto de gestión sanitaria, ya sea gerente de hospital, coordinador de equipo de atención primaria o director de una unidad de gestión clínica, son transversales a todas las disciplinas y, según la LOPS, dichos puestos son accesibles a cualquier profesional con una titulación universitaria en ciencias de la salud. El hecho de que la titulación obtenida inicialmente pertenezca a una u otra disciplina no puede ser determinante a la hora de decidir quién puede o no acceder a un puesto directivo. Lo que realmente interesa de la carrera profesional de quien opta a una responsabilidad directiva viene definido por su carrera posterior orientada a la gestión. Si quien tiene la formación y la capacidad es una enfermera, bienvenida sea. Si se trata de un médico, bienvenido también.

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