Según los expertos, la mayoría de las profesiones y los empleos del futuro están por descubrir.
El mercado de trabajo avanza a la velocidad de la luz de tal manera que encontrar trabajadores adecuados a las nuevas necesidades de producción y servicios de la sociedad actual, globalizada, parece cada vez más complicado. No obstante, todos los estudios apuntan a un futuro mercado de trabajo en los que más allá de un perfil profesional acotado por una titulación académica, la capacidad de trabajar en un entorno cambiante y, por tanto, la autoformación, la flexibilidad funcional y la polivalencia, así como la creatividad, la innovación y las habilidades comunicativas serán las que determinen y condicionen las oportunidades laborales y de desarrollo de los profesionales y trabajadores en un futuro no muy lejano. En este sentido, la flexibilidad y las tecnologías se convierten en herramientas esenciales en las nuevas formas de organizar el trabajo, y el conocimiento y la formación de las personas, de los trabajadores y profesionales, en la principal fuente de riqueza.
La rutina, a pesar de ser en la actualidad la experiencia cotidiana para muchos trabajadores dominados por la ejecución de tareas repetitivas, será desplazada por tareas intensivas de inteligencia, por el pensamiento adaptativo, donde la capacidad de dar respuestas originales a los problemas que surgen y la capacidad de aplicar los conocimientos y datos abstractos a una situación real, serán la clave para ofrecer servicios diferentes a los que las máquinas y robots pueden realizar. Estas capacidades serán las claves para satisfacer las necesidades de producción, de bienes y de servicios de la sociedad actual y futura.
Pues bien, los reportajes de la revista Enfermería en Desarrollo son un reflejo de experiencias laborales de enfermeros y fisioterapeutas que engloban y recogen todas estas facetas de los profesionales y profesiones del futuro. Códigos QR como herramientas para la actualización de conocimientos y estrategias de autocuidado, escuelas de pacientes a través de webs y el diseño e implantación de un “asistente de enfermería” virtual para el seguimiento de los pacientes son solo algunos de los ejemplos que ilustran el impacto y la aplicación de las nuevas tecnologías en el trabajo de las enfermeras. La flexibilidad y la polivalencia de las enfermeras cobran sentido en la educación para la salud a los universitarios, a los trabajadores en sus propias empresas, a los adolescentes y a los niños en las escuelas y en sus barrios, en la fisioterapia infantil en los propios domicilios, o en la organización de un hospital de campaña, situaciones en las que se ponen a prueba la creatividad y la capacidad para la resolución de problemas y aplicación práctica de los conocimientos.
Somos por tanto una profesión con mucho futuro, pero no solo porque los cuidados constituyen un elemento fundamental para el bienestar de la sociedad, sino porque nuestros profesionales están a la altura de las nuevas experiencias y exigencias como pocos colectivos.