Desarrollar capacidades personales para prevenir posibles agresiones es el aprendizaje que han obtenido un grupo de sanitarios en una serie de instrucciones impartidas de manera voluntaria y altruista por el subteniente de Infantería del Ejército de Tierra, Antonio Somoza García, y compañeros de su equipo de instructores, en las instalaciones de la Base Militar de El Goloso, en Madrid, perteneciente al Ejército de Tierra, cedidas para esta finalidad. Ha sido una experiencia singular en la que han participado profesionales de los centros de salud de La Chopera, en Alcobendas, y La Ventilla y Torrelaguna. La idea partió de la enfermera Pilar de Calzada Ródenas y de su marido Antonio Somoza García. “Veníamos hablando de las agresiones sufridas por personal sanitario. Vimos que nosotros, desde el Ejército, tenemos una formación profesional como instructores de defensa personal y podíamos ayudar a los compañeros de los centros de salud a evitar este tipo de situaciones”, explican. Dicho y hecho. Pilar planteó la idea a Carlos Santos, responsable de Enfermería de La Chopera, quien le dio forma al proyecto. “Normalmente recibimos cursos teóricos, por lo que diseñamos un taller eminentemente práctico para que nos enseñaran a defendernos, a practicar técnicas de sueltas y agarres y a evitar que nos bloqueemos”, explica Carlos.
Los sanitarios del centro de salud de La Chopera fueron los primeros profesionales en recibir el taller. El curso se desarrolló durante una mañana completa. “Fue una oportunidad de mejora importante”, explica su director, Jaime Gallo Domingo. “Al igual que participamos en formaciones para actualizar nuestros conocimientos en RCP, por ejemplo, es muy interesante que tengamos acceso a cursos en los que te enseñen al menos a prevenir posibles agresiones. Sin duda, ha mejorado nuestra seguridad y confianza a la hora de gestionar este tipo de situaciones”.
Instructores voluntarios
Los sanitarios de los centros de salud de La Chopera, en Alcobendas, La Ventilla y Torrelaguna, han recibido los talleres por parte de instructores militares que han colaborado de manera particular, voluntaria y altruista. “Teníamos mucho interés en probarnos en un ámbito ajeno al nuestro y saber si podíamos llegar a la gente. Queríamos mostrar a la sociedad que nosotros estamos aquí para ayudarla, que somos parte de ella y que pueden contar con nosotros”, subraya el subteniente Antonio Somoza. “Ha sido la primera vez que hemos participado como docentes en un curso de estas características y la experiencia ha resultado muy positiva para todos, compartiendo nuestros conocimientos con la sociedad, siguiendo nuestra vocación de servicio a los ciudadanos y nuestro compromiso durante las 24 horas del día”.
Jaime Gallo, director del Centro de Salud La Chopera:
“Ha mejorado nuestra seguridad y confianza a la hora de gestionar posibles agresiones”
El contenido del taller
Los entrenamientos de los instructores pertenecientes al Ejército de Tierra están enfocados a actuaciones más contundentes, con un personal de unas características distintas y un contexto totalmente diferente. El reto fue adaptar esa preparación a las necesidades del personal sanitario, según indica el subteniente Antonio Somoza. “Empezamos a investigar, viendo estadísticas y situaciones conflictivas a las que se suelen enfrentar en los centros de salud, como agresiones verbales o insultos, empujones… Tuvimos en cuenta que en ocasiones puede ocurrir una agresión. También contemplamos las características de las situaciones en las que se desenvuelven, como desplazamientos a domicilios, interior de los mismos, consultas… y adecuamos la instrucción a toda esta tipología. La idea es que puedan prevenir y dar una respuesta que garantice su integridad y en caso de ser necesario les permita llamar o pedir ayuda a las fuerzas de seguridad. Todo ello lo hicimos de manera muy sencilla e intuitiva, a modo de pequeños trucos”, detalla Antonio. “En el día a día trabajamos con muchas personas, todas muy diferentes, en ocasiones con mucho estrés generado por la enfermedad que tienen y esto a veces desemboca en situaciones desagradables. Tenemos que saber gestionar esto”, incide Pilar. El objetivo final es la prevención.
El director del centro de salud de La Chopera, Jaime Gallo, hizo la formación. “Nos enseñaron a detectar el riesgo de agresión. Cuando esto ocurre, tienes que evitar la confrontación, teniendo en cuenta cómo se comportan las personas ante este tipo de situaciones. Si esto no lo consigues, pues nos mostraron técnicas de escape. Por ejemplo, si te cogen del brazo cómo soltarte e irte. Son apenas décimas de segundo. Juegas con el factor sorpresa y ese tiempo que ganas te permite reaccionar correctamente y evitar que se llegue a producir nada”. En los talleres cuidaron todos los detalles, como la ropa. “Les pedimos que vistieran como lo hacen en las consultas, con las batas o los pijamas, para conocer mejor las posibilidades de prevención”.
Hasta el momento han impartido tres talleres. Según la experiencia, han definido mejor sus contenidos. De hecho, entre la primera y la segunda formación ampliaron la parte práctica frente a la teórica, con el fin de fortalecer las capacidades de de prevención. “Estamos recogiendo las valoraciones de los alumnos que participaron en los dos primeros cursos y hasta el momento sus evaluaciones están siendo muy buenas, puesto que han adquirido nuevas habilidades”, subraya Carlos Santos, responsable de Enfermería en La Chopera.
Las visitas a domicilio
La forma de comportarse durante las visitas a los domicilios es uno de los aspectos en los que los talleres de prevención han profundizado. “Estás fuera del centro de salud tú sola, sin ningún apoyo de los compañeros. No conoces el entorno y no sabes lo que te vas a encontrar”, asegura la enfermera Pilar de Calzada Ródenas. “Por este motivo, adaptamos la formación a este tipo de situaciones, con el fin de que los sanitarios puedan dar una respuesta rápida y pedir ayuda lo antes posible, previniendo posibles agresiones”, detalla el subteniente Antonio Somoza. “Nos enseñaron a observar para que cuando llegues al domicilio estés alerta sobre lo que puede estar pasando. Es un gran avance, pues en ocasiones los compañeros van con mucha inquietud”, expone Carlos Santos, responsable de Enfermería del centro de salud de La Chopera.
Colaboración entre sanitarios y miembros del ejército
La idea ha tenido una buena acogida, tras los primeros talleres impartidos con éxito entre los sanitarios. Ha sido una experiencia en la que personal de instituciones como el SERMAS y del Ejército, de forma particular, han compartido sus conocimientos en beneficio de los ciudadanos. “Es una idea maravillosa, que está permitiendo la colaboración entre miembros del Ejército y personal sanitario del SERMAS. Todo ha sido muy fácil y no ha generado ningún tipo de coste extraordinario. Ahora se está estudiando la forma de seguir colaborando en el futuro”, afirma Carlos Santos, responsable de Enfermería del centro de salud de La Chopera. En este sentido el subteniente de Infantería del Ejército de Tierra, Antonio Somoza, destaca que “ha sido un honor poder apoyar a un estamento como el sanitario. Nuestra misión es servir a la sociedad, con nuestro trabajo y labores cotidianas y también con iniciativas de este tipo, en nuestro tiempo libre, de forma altruista. Es parte de nuestros valores y vocación”. En este sentido, el director del centro de salud de La Chopera, Jaime Gallo señala que “este tipo de colaboraciones nos abre un amplio abanico de oportunidades, pues el Ejército y los servicios sanitarios podemos hacer muchas cosas juntos en beneficio de los ciudadanos”, concluye Jaime.
Experiencia positiva
Los sanitarios del SERMAS formados en autodefensa por los instructores militares pertenecientes al Ejécito de Tierra han vivido de manera muy positiva la experiencia. “Nos ha sorprendido la gran disposición que tienen y la implicación que han mostrado”, explica Jaime Gallo, director del centro de salud de La Chopera, en Alcobendas. Su responsable de Enfermería, Carlos Santos, también destaca que “desde el principio todo fueron facilidades”.
Finalista de los Premios ED
El Centro de Salud de La Chopera destaca por sus iniciativas innovadoras, con proyectos como el triaje del paciente sin cita previa, que fue finalista de los Premios Enfermería en Desarrollo 2017, en la categoría de Trabajo Enfermero. La iniciativa surge de la necesidad de dar una solución al paciente sin cita previa que demanda atención no demorable en el centro de salud. Para ello, diseña un método de triaje realizado por enfermería clasificando la gravedad del proceso.