Infiesto es un municipio del oriente de Asturias, con una población aproximada de 2.000 habitantes. María Jesús Rodríguez es una de las siete enfermeras con las que cuenta su centro de salud, donde ha puesto en marcha un programa de educación para los pacientes que acaban de sufrir un infarto o una angina. “Al vivir en una zona rural distante del centro de referencia, es muy difícil que los pacientes accedan a la rehabilitación cardiaca, que habitualmente incluyen temas relacionados con el ejercicio físico, la atención psicológica y la educación. Al menos queríamos poner en marcha la parte educativa, una función que las enfermeras podemos asumir. Para ello, en la Sociedad de Enfermería Familiar y Comunitaria de Asturias (SEAPA) elaboramos una guía de autocuidados para el paciente. Una vez obtuvimos el visto bueno de los cardiólogos de nuestro hospital de referencia, fuimos adelante con el proyecto y empezaron a derivar a los pacientes de la zona básica de Infiesto a mi consulta. Sobre todo, lo que nos planteamos trabajar con ellos es el control de los factores de riesgo, la adherencia al tratamiento farmacológico y el fomento de hábitos de vida saludable“.
El programa cuenta con nueve sesiones de unos 30 minutos cada una, relacionadas con el aparato cardiocirculatorio y la enfermedad vascular, la medicación, la actividad física, la alimentación, los factores psicoemocionales, los factores de riesgo cardiovascular, los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, la sexualidad y los síntomas de alarma y cómo proceder en caso de que aparezcan. “En general, los pacientes están muy satisfechos. Yo también aprendo mucho de ellos. Viven una situación de mucha incertidumbre y vulnerabilidad y la relación que estableces con ellos es muy especial”.
El proyecto, que comenzó a funcionar en 2013 en el centro de salud de Infiesto, se ha extendido al conjunto del Área Sanitaria VI, gracias al trabajo de doce enfermeras de Atención Primaria.
María Jesús Rodríguez, Enfermera comunitaria del Centro de Salud de Infiesto (Asturias)
“Es un programa innovador en el que la educación por la salud en materia cardiovascular, realizada de manera individual con cada paciente, nos permite asumir nuestras competencias y nuestra responsabilidad con el sistema sanitario y con la sociedad”.
Educación individualizada para cada paciente
Uno de los principales valores del programa es que las nueve sesiones en las que participa cada paciente son individualizadas. “Estamos en una zona rural, con dispersión geográfica y mucha población mayor. Teníamos que ser flexibles y adaptarnos a la realidad de cada paciente. Al no tener mucha carga asistencial, nos podíamos permitir trabajar de manera individual con cada caso. Es un lujo”, explica María Jesús Rodríguez, enfermera comunitaria del centro de salud de Infiesto. “La idea es llevar a cabo las sesiones en la fase post aguda, cuando el infarto o la angina está más reciente. Intentamos que sea antes de los cuatro meses posteriores al alta, pues es en el período en el que están más receptivos y en el caso de la población activa es cuando se encuentran de baja y pueden asistir a la consulta. Por el contrario, si quisiéramos realizar un grupo de seis u ocho personas, necesitaríamos a lo mejor ocho o diez meses y si ya se han incorporado a su puesto de trabajo no podrían venir”.
Una vez el paciente ha realizado las nueve sesiones del programa, ya se le deriva a su enfermera de referencia en Atención Primaria, quien se encarga de realizar el seguimiento y llevar a cabo los controles de los factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, etc.
A modo de conclusión, María Jesús Rodríguez destaca que se trata de “un programa innovador, en el que las enfermeras asumimos nuestras competencias y nuestra responsabilidad con el sistema sanitario y con la sociedad”.
Coordinación de primaria y especializada
La coordinación entre la Atención Primaria y Especializada es fundamental para derivar a los pacientes. El informe de alta recomienda la visita a la enfermera comunitaria para recibir educación cardiológica. Previamente, se efectúa una entrevista con la enfermera de consultas externas de Cardiología del Hospital. “En ella se le pregunta al paciente si sabe qué le ha sucedido y a qué es debido, se le explican la medicación y los hábitos de vida que debe llevar y también se le indica a qué enfermera de Primaria debe dirigirse. A nosotros nos notifican el alta vía telefónica. Esperamos un par de días para ver si el paciente viene y si no es así lo llamo yo. Tenemos una buena coordinación entre todos”.