Opinión

Líderes en transformación social

Artículo de opinión de Víctor Aznar Marcén, Presidente de la Fundación para el desarrollo de la Enfermería.

17 junio 2019 / Número 21 2 minutos de lectura

Cada vez que tengo entre mis manos un nuevo número de la revista Enfermería en Desarrollo compruebo con satisfacción que existen tantas formas de hacer enfermería como enfermeros, y no porque cada uno haga libremente lo que le parece, sino por nuestra capacidad para, desde el conocimiento y el aval de las evidencias científicas, ser capaces de hacer “trajes a medida” para cubrir las necesidades reales y sentidas de la población para la que trabajamos.

En cada una de las historias lo compruebo. Los protagonistas imprimen su marca, su forma de de entender que los cuidados no pueden ser los mismos para personas diferentes, con distintas creencias y formas de vida, en un constante ejercicio de flexibilidad para conseguir adaptar la evidencia científica a un único objetivo: la mejora de la calidad de vida y el bienestar de aquellos que confían en ellas. Y así, puntada a puntada, traje a traje, contribuimos a la transformación de la sociedad.

Puedes empezar por echar un vistazo a esta publicación, o a cualquiera de los números anteriores, y verás confirmada mi tesis. Ya sean las enfermeras que promueven la donación de leche materna, o aquellas que acompañan en el duelo a quien ha perdido un hijo, o quien dedica gran parte de su tiempo a comprender al mundo árabe para posteriormente, desde su puesto de trabajo, intentar prevenir el terrorismo yihadista. No importa de cuántas más hablemos. Todas son historias reales, llenas de matices, plenas de energía y positividad. En todos los casos, son modelos de conducta que, a modo de fábulas, transmiten nuestros valores profesionales y personales. De todas ellas siempre podemos extraer alguna enseñanza. La diversidad de los temas, así como la versatilidad y flexibilidad que demuestran las enfermeras que vemos en este nuevo número de Enfermería en Desarrollo, es una de las características de nuestra profesión, a la vez que una seña de identidad.

“Uno de los principales retos de la enfermería es visibilizar entre la sociedad la importancia de nuestros cuidados y esto tenemos que hacerlo notar”.

Esta flexibilidad está íntimamente relacionada con nuestra capacidad de identificación con las necesidades de la ciudadanía, que nos permite empatizar con las personas y sus problemas, con los colectivos y sus causas, contribuyendo así a la transformación social, en la búsqueda del bien común. Puede que éste sea uno de los motivos por los que el escritor Manuel Rivas haya reclamado más presencia de cuidadoras en las listas electorales, coincidiendo con la celebración de las últimas elecciones generales, europeas, autonómicas y municipales. Leyendo su columna recordé el caso del concejal enfermero en un pueblo de la provincia de Sevilla que implicó a sus compañeras en un voluntariado para promover la salud entre sus conciudadanos. De nuevo, la enfermería al servicio de la sociedad.

Como siempre afirmo, cada vez que tengo la oportunidad, uno de los principales retos de la enfermería es visibilizar entre la sociedad la importancia de nuestros cuidados y esto tenemos que hacerlo notar. Nuestro compromiso con la sociedad es indudable. Por ello, es importante aprovechar el impulso de iniciativas como la promovida por la OMS declarando 2020 como “el año de la enfermería” para difundir nuestro trabajo. En definitiva, esto es lo que hacemos nosotros con proyectos como Enfermería en Desarrollo. Mostramos nuestro trabajo para que los ciudadanos nos perciban como referentes. Así lo hacemos desde hace seis años con esta revista y con sus premios y, desde hace solo unos meses, con el sello a los equipos excelentes.

Etiquetas: liderazgo enfermero