Opinión

Aprender a APRENDER

Artículo de Yolanda Núñez Gelado, directora de la revista Enfermería en Desarrollo.

12 febrero 2014 / Número 0 2 minutos de lectura

Las experiencias singulares que cada uno de nosotros acumula a lo largo de su trayectoria profesional no deben quedar en el olvido.

Suponen una oportunidad hacerlas visibles, por un lado, como reconocimiento a aquéllos que han ido más allá de lo tradicionalmente establecido y, por otro, por la aportación que conllevan en cuanto a creación de conocimiento.

Son cada vez más los profesionales que se preguntan por la repercusión de las múltiples investigaciones sobre cuidados que se están llevando a cabo en las universidades, en las fundaciones de investigación y en las unidades de Enfermería. Pero son más, aún, los que comienzan a tener claro que la experiencia no es suficiente para los retos a los que se enfrentan y empiezan a formarse, a aprender y a contrastarla con la evidencia científica, transfiriendo estos conocimientos a su práctica clínica, mejorando sus resultados y contribuyendo al bienestar de sus pacientes.

Esta revista pretende recoger estas experiencias singulares de personas que un día decidieron abrir nuevos horizontes o que han dado forma a proyectos que nuestra profesión exigía y que la sociedad demandaba. Además, quiere crear un espacio donde compartir todo aquello que pueda suponer un estímulo a una profesión que está en su mejor momento de preparación, comprometida con los problemas de salud de la población, sensible a los retos de una sociedad en constante evolución y segura de la importancia de su papel como motor de salud y de cambio.

Las personas, a través del conocimiento que acumulan y generan, son nuestro principal activo. En estos momentos, más que nunca, es necesario preservar este valor, pues sabemos que las enfermeras no son parte del problema, sino de la solución.

¿Podemos vernos como una profesión segura de su contribución y consistente en sus planteamientos? ¿Con un liderazgo capaz de generar compromiso? Para ello, necesitamos dejar de gestionar a las enfermeras como un coste y empezar a verlas como un activo, superar el monólogo profesional dominante por el diálogo profesional dirigido hacia resultados y a devolver a las personas el orgullo por el trabajo bien hecho. Estoy segura de que promover esta cultura y las condiciones que favorezcan la creatividad, la innovación, la cooperación, el trabajo en equipo, el aprendizaje y, en definitiva, la pasión por nuestra profesión, no nos puede resultar difícil si sabemos reconocer a las enfermeras que un día creyeron en los aspectos valiosos del cuidado e hicieron de ellos su carta de presentación, así como a los que hoy siguen buscando oportunidades de crecimiento en nuestro ámbito, sin olvidar a los aventureros que exploran por otras disciplinas, por otros entornos y siempre regresan para mostrarnos las novedades.

Me siento orgullosa de colaborar en la elaboración de esta revista, que nace con la intención de conectar los diferentes ámbitos profesionales, de conocer las tendencias, iniciativas y mejores prácticas utilizadas en los diferentes servicios de salud nacionales e internacionales, de conocer e impulsar la participación del ciudadano en el sistema, así como la de los futuros profesionales, añadiendo una mirada fresca y diferente al valor del cuidado.

Uno de los grandes retos de nuestra profesión es compartir una misma ilusión, el altruismo, la cooperación y crecer sobre unas bases seguras que favorezcan la innovación, desde el respeto de la singularidad de cada uno de los profesionales, y apostar por la integración como colectivo, buscando siempre, en cada una de las acciones, la posibilidad de crecimiento personal y profesional. Nuestro principal objetivo es que esta revista contribuya a aprender a aprender durante toda la vida, como requisito fundamental para evitar la obsolescencia.

Etiquetas: liderazgo enfermero