‘No renunciéis a ser sabias’. Con esta declaración de intenciones abandona su Moncayo natal Mariela. Con este propósito comienza un viaje al conocimiento por una Europa que se desangra, a principios del siglo XX, debido a la Primera Guerra Mundial y a la ‘gripe española’. Mariela es el título de la novela escrita por Yolanda Guerrero y el nombre de su personaje principal, una enfermera que se enfrentará a la destrucción del conflicto bélico y a la mortandad de la pandemia. Para salvar las dificultades que va encontrando, “Mariela concentra todas las virtudes de las mujeres enfermeras de principios de s. XX“, explica Yolanda. “Es fuerte, decidida, y obstinada. Como aragonesa de pro, es tozuda y peleona. Como enfermera, es una mujer científica, con ternura y compasión, entendidas como la capacidad de ponerse en el lugar del otro para aliviar su sufrimiento”.
La historia comienza en la Cañada de Moncayo, en Aragón. Conocemos a una joven Mariela, experta en las plantas medicinales de la zona. Desde allí, marcha a Madrid para estudiar en la Escuela de Enfermería Santa Isabel de Hungría. Sus conocimientos y experiencia para cuidar a los enfermos con gripe en España la llevan a Francia, Bélgica, Alemania y Rusia. “Cuando empecé a escribir, no tenía intención de llevármela tan lejos… Pero ella me lo iba pidiendo… Me encontré con una Europa donde la ‘gripe española’ era una pieza de un puzle muy grande. El continente se estaba descomponiendo y, al mismo tiempo, recomponiendo. Quería mostrar las consecuencias de la guerra, entre los vencedores y vencidos. Esto lo conseguí a través de Mariela. Ella lo ve todo desde el punto de vista de una enfermera profesional que quiere salvar vidas. Se queja de que la enfermedad no tiene que ver con vencedores y vencidos. Afecta a todos por igual, como ocurre ahora con el coronavirus”. Yolanda ha concebido a Mariela como un personaje collage, que homenajea a todas las mujeres de la época. “Tiene un poco de todo lo que las enfermeras representaban en aquel momento. Tiene muchas cualidades de las mujeres reales que le han ido dando vida”. Así, en una época de sombras, la actitud de Mariela es ejemplar, como ella misma escribe: “Solo las almas bellas saben ver belleza donde hay oscuridad”.
Una historia de mujeres
‘Mariela’ es una historia de mujeres que se enfrentan a la ‘gripe española’, a la guerra y al hambre que provocaban. Salvo la propia Mariela, todas las enfermeras que aparecen son reales. Entre ellas, destaca Mary Borden. “Me he enamorado de ella. Creó una modalidad de hospital ambulante que llevaba donde tenían lugar las batallas más duras. Sufragaba todo. Cuando terminaba, lo trasladaba todo y se iba al siguiente combate. Le dieron varias cruces del mérito. Es un personaje absolutamente delicioso. En su casa de París se hablaba de arte y de la guerra, de salud… Escribía… pero como hablaba de la guerra nadie le publicó”.
Como Borden, en la novela aparecen otras muchas enfermeras y otros personajes históricos, todas mujeres, como Gertrude Stein, Edith Wharton, Mairi Chisholm, Alexandra Kolontái, Clara Zetkin o Rosa Luxemburgo. “Es una novela feminista en el sentido verdadero y original del feminismo, el que cree que las mujeres y los hombres son iguales, con los mismos derechos y obligaciones. Habla de mujeres fuertes que lucharon por la igualdad”, explica Yolanda. “Como las mujeres bolcheviques. Fueron las creadoras reales de la revolución, querían libertad, sin fronteras. Eran internacionalistas. Lo que es bueno para un obrero alemán también lo es para uno ruso, francés o español… Tenían razón. Había que luchar por los derechos de todos y para eso necesitaban intercambios, impregnar a unos países con otros”.
Yolanda Guerrero:
“La enfermería tiene mucho sentimiento. No es una profesión fría y distante. Necesita empatía, compasión, comprensión, cercanía emocional con el paciente… Escribir es un apoyo para seguir adelante en los malos momentos”
Silencio y olvido, una metáfora de la enfermería
La novela trata de luchar y de denunciar el silencio y el olvido del papel desempeñado por la mujer en la historia. En cierto modo, es una metáfora de la enfermería, silenciamiento histórico. “Todo esto lo personaliza la propia Mariela. Además de tener la grandeza de sus colegas de época, he reunido parte de las miserias que la sociedad les atribuye, entre ellas el olvido. Lo deja escrito en la novela: ‘Allí donde habite mi olvido, allí estaré yo’. Esta idea está inspirada en un verso de Bécquer, que a su vez fue reproducido por Cernuda. Es el lugar en el que están las enfermeras, en muchos casos, a lo largo de la historia. Donde habita el olvido allí están ellas. Es injusto, porque las enfermeras, sobre todo en los momentos decisivos como aquellos años terribles de Europa durante la Primera Guerra Mundial, fueron las que salvaron el mundo. Ayudaron a bien morir a los soldados. Las mujeres, que hacían los trabajos que los hombres no podían hacer, porque estaban en el frente”, explica Yolanda Guerrero.
Del periodismo a la ficción
‘Mariela’ es la segunda novela de Yolanda Guerrero. Su primera obra fue ‘El huracán y la mariposa’, publicada en 2017, tras dar el salto del periodismo al mundo de la ficción, cuando decidió dejar a un lado sus 26 años de experiencia en el diario El País para dedicarse a la literatura. “Fue en 2014. Quería dar un nuevo rumbo a mi vida y dedicarme a lo que más me gustaba, escribir ficción, sin saber cómo iba a resultar”, recuerda Yolanda. Como vemos, la apuesta fue ganadora, pues ya está trabajando en su tercera obra.
Elogio de la enfermería desde la escritura
Una de las características de Mariela, el personaje creado por Yolanda Guerrero para su segunda novela, es el hábito de la escritura. Incluso llega a publicar en periódicos franceses de principios del s. XX, con seudónimo, como lo hacían grandes escritoras de la época, como la española Beatriz Galindo, que publicaba con el nombre de Isabel Oyarzábal. Como explica Yolanda, “Mariela tiene una de las cualidades de la mayor parte de las enfermeras reales de aquella época: escribía. Aún no tenían voto ni voz, porque todo lo que las mujeres decían de la guerra se consideraba amoral y cruel. Por este motivo se las silenciaba. Estaba prohibido hablar de todo lo que se alejara de la parte épica de la contienda. Como no podían hacerlo, las enfermeras se desahogaban escribiendo. Por este motivo, Mariela escribe también. En la novela, intercalo textos de ella. Aunque sea un personaje ficticio, reproduce las conductas de sus compañeras. Lo vemos con Mary Borden. Escribía obras maravillosas, pero, claro, en ellas abordaba temas que no gustaban a ninguno de los que hacían la guerra. ¿Por qué? Pues porque decía que la guerra es obscena, que los soldados estaban muriendo para nada, que nadie sabía las razones por las que estaban luchando. Escribió una serie de poemas en 1915, titulados ‘Poemas de amor y de guerra’ que no se publicaron hasta el 2015, cien años después. Nadie quería editarlos”.
Yolanda Guerrero:
“He descubierto el olvidadísimo papel de las enfermeras, en general. Pero olvidado todavía hoy. Me parece que la enfermería es una de las profesiones a las que le debemos muchísimo. Todos, sin excepción”
Siguiendo el ejemplo de su personaje de ficción, Yolanda Guerrero anima a las enfermeras a escribir sus vivencias. “En la enfermería hay mucho sentimiento. No es una profesión fría y distante. Necesita empatía, compasión, comprensión, cercanía emocional con el paciente… El hecho de escribir ayuda a sacar lo que tienen dentro y esto es un apoyo para seguir adelante. Las ciencias con las humanidades no están reñidas y ambas deben caminar de la mano. En el caso de la enfermería es fundamental”. De hecho, Yolanda ha colaborado en los dos últimos años en un taller en la asignatura ‘Narración, Drama y Subjetividad’, del Grado de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid. “Es una materia optativa. Esto está muy bien, porque quienes la cursan lo hacen porque les interesa. Yo me encargo de la parte de narración. También cuentan con otras compañeras que les enseñan teatro, mimo… En mi caso, les pido que escriban y lean. Ahora son estudiantes de Enfermería, pero en el futuro se van a tener que enfrentar a situaciones muy duras. En estos momentos es cuando escribir les va a ayudar. No es necesario que escriban una novela, lógicamente, solo que se desahoguen por medio de la palabra. Esto sirve mucho. Permite tomar distancia. Cuando lees cómo te sientes, escrito en un papel, no es lo mismo que cuando lo estás viviendo en primera persona, es como si fueras otra. Esta práctica siempre es buena, porque te pone en otra perspectiva. Esto lo tienes que aprender cuando eres enfermera.
Con su colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, Yolanda Guerrero mantiene sus vínculos con la enfermería, una profesión cuyos valores ha descubierto del todo a raíz de escribir ‘Mariela’: “He descubierto el olvidadísimo papel de las enfermeras, en general. Pero olvidado todavía hoy. Me parece que la enfermería es una de las profesiones a las que le debemos muchísimo. Todos. Cualquier persona, en algún momento de su vida, va a pasar por las manos de una enfermera. Ella misma, un familiar o alguien cercano va a necesitar a una enfermera. Es una de las profesiones más olvidadas y, sobre todo, más rebajadas de nivel”, concluye Yolanda Guerrero. Novelas como ‘Mariela’ contribuyen a corregir esta situación.
Escucha la entrevista a Yolanda Guerrero en Sanará Mañana, en Frecuencia Enfermera