La historia del antiguo Hospital Psiquiátrico de Santa Águeda en Mondragón (Guipúzcoa) se remonta a 1825, cuando abrió como balneario de aguas sulfurosas que pasó a la historia de España porque allí fue asesinado en 1897 Antonio Cánovas del Castillo, entonces presidente del Consejo de Ministros. Al año siguiente, lo adquiere el padre Benito Menni para la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, convirtiéndose en sanatorio psiquiátrico. En la actualidad, sigue perteneciendo a esta congregación religiosa. Merced a un concierto con Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud, presta servicios de hospitalización de larga estancia a pacientes psiquiátricos. Además, cuenta con consultas externas y un servicio privado de psicogeriatría. En total, tiene 280 camas. “Tenemos tres unidades de hospitalización para pacientes con enfermedades mentales severas y alteraciones funcionales, que precisan tratamientos medios, dirigidos a la rehabilitación y reinserción en el ámbito socio-familiar si fuera posible”, explica Jaione Rodríguez Leibar, directora de Enfermería. “La cuarta unidad es la de psicogeriatría para personas que padecen demencias y otras patologías geriátricas, con una dependencia y un deterioro cognitivo severo. Finalmente, tenemos un servicio de reinserción, donde los pacientes aprenden a ser autónomos antes de recibir el alta”.
“El hospital es nuestra segunda casa. Las relaciones y los vínculos personales con compañeros y pacientes son muy importantes”.
La trayectoria de Jaione en el hospital es un resumen de la evolución del centro en las últimas tres décadas: primero, como enfermera desde 1989; posteriormente, como supervisora, desde 2003; y, ahora, como directora de Enfermería desde mayo. “Cuando entré apenas había enfermeras, dos profesionales seglares. La mayoría del trabajo lo realizaban los hermanos de San Juan de Dios y unas hermanas mercedarias que había. Comenzamos tres compañeras más y empezamos a darle otra orientación a la enfermería. Entonces, nadie quería trabajar en un hospital psiquiátrico, porque lo que has oído es que los pacientes son violentos y agresivos. Sin embargo, cuando los cuidas compruebas que no es así. Vas conociéndolos, generando confianza y al final es algo que te atrapa. Poco a poco, los hermanos de San Juan de Dios se fueron retirando y hoy contamos con una plantilla de 20 enfermeras. Trabajamos con planes de cuidados, diagnósticos de enfermería, programas terapéuticos individualizados, etc.”. Jaione es directora de Enfermería desde mayo, en sustitución del hermano de San Juan de Dios que ejerció estas funciones en los últimos años. “Primero me estoy situando. Entre mis objetivos, queremos que todas las enfermeras accedan a las especialidades de Salud Mental y Geriatría. Queremos dar más visibilidad al trabajo que hacemos en los hospitales psiquiátricos para que se cuente más con nosotros, mejorando la integración con el resto de centros sanitarios. Cuando un paciente nuestro necesita ingresar en un hospital general hay que tener en cuenta que tiene unas características determinadas que debemos conocer”.
En 2019, Jaione cumplirá 30 años en el hospital. “Es toda una vida. Para mí es mi segunda casa. Las relaciones personales son muy importantes, tanto con las compañeras como con los pacientes. El vínculo con ellos es muy estrecho. Nos ayudamos entre todos, porque esto no es un hospital general, donde ingresan y se marchan tras un tiempo”.
Escenario del asesinato de Cánovas del Castillo
El antiguo sanatorio de aguas sulfurosas de Santa Águeda forma parte de la historia de España pues en la galería del Sagrado Corazón fue asesinado el presidente del Consejo de Ministros, Cánovas del Castillo, por un anarquista el 8 de agosto de 1897. Sobre estas líneas, se puede ver una recreación del crimen, cometido mientras el político conservador leía el periódico, y el estado actual de la galería, llamada del Sagrado Corazón. Es la única parte del complejo original que se ha conservado hasta nuestros días, por lo que está protegida como edificio histórico.
El entorno natural es otro de los valores del hospital, como explica Jaione Rodríguez, su directora de enfermería: “Estamos rodeados de montes. Es una zona muy tranquila, a las afueras de Mondragón. En el interior, tenemos patios impresionantes, al aire libre, y los diferentes pabellones están separados por amplias zonas ajardinadas”.