Teresa Perales es la deportista paralímpica más importante de la historia. En su palmarés lucen 26 medallas. Las cuatro últimas las acaba de lograr en las Paralimpiadas de Río de Janeiro, sumadas a las obtenidas en Sidney, Atenas, Pekín y Londres. Teresa atendió a la revista Enfermería en Desarrollo para contarnos qué importancia ha tenido la fisioterapia en todo el proceso de preparación de las seis pruebas que ha disputado en Río. Al respecto, nos confesó que la fisioterapia es una de sus pasiones y un factor clave para afrontar en las mejores condiciones cada prueba.
Según nos explica Teresa, su preparación es “similar a la de cualquier atleta de alta competición. Hago mantenimiento y tratamiento y mucho como preventivo. Me pongo en manos de Guillermo Aladrén, fisioterapeuta integrante de la selección española paralímpica”. En su caso, debe cuidar las cervicales, donde tiene dos hernias discales, aumentando el número de sesiones, especialmente en las concentraciones que suele realizar en el centro de alto rendimiento de Sierra Nevada, donde Teresa pasí los meses previos a las Paralimpiadas de Río.
Además, Teresa Perales es fisioterapeuta, diplomatura que estudió en la Universidad de Zaragoza. “Descubrí el valor de la fisioterapia a raíz de quedarme en silla de ruedas y realizar rehabilitación”, tras perder con 19 años la movilidad de la cintura a los pies a causa de una neuropatía. “Caí en manos de un profesional maravilloso que me infundió la pasión por la disciplina. Decidí estudiarla y ejercí durante dos años, aunque finalmente la vida me ha llevado por otros derroteros”. Sin embargo, sus conocimientos profesionales le sirven en su vida como deportista de élite. “Puedo cuidarme a mí misma. Sabes cuándo una molestia puede transformarse en algo más grave. Tengo muy integradas en mi día a día rutinas de fisioterapia que puedo realizar sola y mantengo una higiene básica de alimentación que me permite prevenir lesiones”, explica Teresa.