Admiración, respeto y agradecimiento es lo que sienten los pacientes con ostomías hacia enfermeras como Ana María González Buenadicha e Inmaculada Pérez Salazar. Las llaman ‘sus ángeles de la guarda’. Y no son palabras vanas o exageradas, sino el fruto de una carrera profesional que en el caso de Ana, estomaterapeuta del Hospital Universitario del Henares de Madrid, comenzó hace cuarenta años. “Siempre me pareció un ámbito en el que la enfermería podía ayudar mucho al paciente. Cuando comencé a trabajar, veía que los pacientes se marchaban del hospital sin saber a dónde acudir. Al final, nos preguntaban a nosotras. Somos enfermeras, sabemos lo que les pasa a los pacientes y ellos buscan siempre a quienes les van a ayudar. Entonces, los atendíamos en el cuarto de curas”. Tras una vida profesional centrada en la ostomía, en 2005 ayudó a los pacientes a crear la Asociación de Ostomizados de Madrid. “Había luchado mucho por crear la consulta de ostomía, pero en aquel tiempo no pudo ser. Veía la necesidad de los pacientes de apoyo y seguimiento, de cuidados tras el postoperatorio. Hablé con ellos sobre qué podíamos hacer y creamos AOMA”.
SEDE
La Sociedad Española de Enfermería Experta en Estomaterapia colabora directamente con asociaciones como AOMA, a través de la organización de grupos de trabajo y de investigaciones dirigidas a mejorar la calidad de vida de los pacientes con ostomías.
Web de SEDE: http://estomaterapia.es/
Tras los primeros años de funcionamiento, el siguiente reto fue la creación de la consulta de ostomía de la asociación. Para ello, Ana sumó al colectivo el trabajo voluntario de otra enfermera, Mª Inmaculada Pérez Salazar. “Encontrar a personas que quieran colaborar y trabajar gratuitamente, porque somos voluntarias todas, cuesta mucho. Encontrar a Mª Inmaculada fue una grandísima satisfacción”. El trabajo no sólo se limita a la asociación, pues Mª Inmaculada, con el apoyo de su Dirección de Enfermería y supervisora de planta, puso en marcha en julio de 2015 en su hospital, La Princesa de Madrid, la consulta interna de ostomías digestivas. Son pequeños pasos que suponen un gran avance en la vida de los pacientes. “Es imprescindible que tengan dónde acudir cuando quieran, que las puertas estén abiertas cuando haya dudas o les surja cualquier complicación”, explica Inmaculada. “Realmente, nuestro trabajo es muy amplio. No empieza en el postoperatorio, sino tras el diagnóstico. Inmediatamente los citamos para prepararlos psicológicamente, decidir el lugar donde le van a colocar la bolsa, explicarles cómo va a ir la intervención y enseñarles autocuidados. En definitiva, darles una atención integral que les permita regresar a su vida profesional y personal lo mejor posible”.
Para Ana y Mª Inmaculada el agradecimiento de las personas con ostomía justifica, sin mayor contrapartida, el trabajo, el voluntariado y el tiempo que les dedican más allá de sus funciones como enfermeras en sus hospitales. “Con AOMA voy a estar siempre”, confiesa Mª Inmaculada. “El hecho de poderles ayudar, con mis conocimientos y mi voluntariado, me aporta mucho como persona. Sientes una gran satisfacción cuando disminuyes su ansiedad, lograr que hagan deporte, que vuelvan a salir con los amigos, vistan su ropa habitual… Son muy agradecidos”. En esta misma línea, Ana concluye: “Nuestra mayor recompensa es lograr que vuelvan a tener la misma vida que antes”.
Referentes del paciente
“Son personas con muchas carencias de enfermería, respecto a aspectos psicológicos, nutricionales… Se descompensan mucho metabólicamente. Por ello, nuestros cuidados les aportan mucho. Cuando ves el resultado de nuestro trabajo con ellos te enganchas aún más y sigues formándote e investigando”, confiesa con pasión la enfermera Mª Inmaculada Pérez. Para su compañera Ana Buenadicha. “las estomaterapeutas deberíamos ser los referentes de los pacientes”.
Continuidad con Atención Primaria
Junto a la generalización de las consultas de estomaterapia, la continuidad de cuidados entre Especializada y Primaria es otro de los aspectos que debe mejorar el sistema sanitario público, según explica Ana Buenadicha. “Cada centro de salud tiene un hospital de referencia. Es necesario que la enfermera estomaterapeuta tenga contacto con la enfermera comunitaria e incluso la forme en caso necesario”.