El 14 de septiembre de 1913 se colocó la primera piedra de lo que sólo un año después fueron los dos primeros pabellones del Hospital San José de Teruel, construido por la Diputación Provincial, con una inversión de 56.486,52 pesetas. Así comenzó la historia de un lugar que en el s. XX fue la referencia sanitaria de la provincia y que se ha adaptado a los nuevos tiempos y demandas de la sociedad en el s. XXI para convertirse en un centro sociosanitario de primera línea, especializado en geriatría. La transformación se produjo en 2004, con la transferencia de las competencias de salud a la comunidad de Aragón y de la titularidad del hospital al gobierno regional.
Trinidad Ologaray ingresó como enfermera interna del hospital en 1951. Allí trabajó y vivió durante más de medio siglo, 52 años, hasta su jubilación en 2003. “Cuando entré hacíamos de todo, pues no había auxiliares. Éramos solo dos enfermeras, una para cada planta. Después estaban los practicantes, que tenían más estudios que nosotras y se encargaban de las curas. Las Hermanas de la Caridad organizaban el trabajo, eran como las supervisoras, y se dedicaban por completo al enfermo, se encargaban de todo, la ropa, la comida… Estaban pendientes del bien de la persona. Después estaban los cirujanos, que eran generales, hacían todo tipo de intervenciones. Estábamos ocupados a todas horas, pero hacíamos un buen papel”. El hospital estaba distribuido en tres plantas. En la baja se ubicaban las salas de consulta, las dependencias del médico de guardia y del practicante y el decanato. En la primera se hallaba el servicio de traumatología y de las enfermedades infecciosas propias de aquellos años. Por último, la segunda se destinaba a las cirugías generales. Así fue como avanzado el siglo XX se convirtió en un centro de referencia para los pacientes agudos de la provincia de Teruel.
En la actualidad, la configuración del hospital no tiene nada que ver, transformado definitivamente en un centro sociosanitario, con dos plantas de hospitalización de 25 camas cada una y un hospital de día geriátrico, con servicio de fisioterapia, terapia ocupacional y consultas de Geriatría en el que trabajan 103 profesionales, entre ellos 22 enfermeras , 3 fisioterapeutas y 26 tcaes. Además, este 2016 finalizará su formación la primera enfermera especialista en geriatría. Su actual directora de enfermería es Milagros Díaz García. “Ha supuesto una metamorfosis completa. En enfermería tuvimos que comenzar a trabajar con valoración al ingreso, protocolos, planes de cuidados, ICCE y en 2004 con escalas con criterios de geriatría, al incorporarse las geriastras. Tenemos la obligación de responder a los requerimientos de nuestra comunidad, y no tan solo en el plano estrictamente laboral o técnico, sino también desde lo más profundo de nuestros principios que, en definitiva, es lo que marca la diferencia entre simple atención y una atención de calidad”.
Desde la enfermería, Milagros expone con entusiasmo la importancia del trabajo multidisciplinar y los proyectos más innovadores que están emprendiendo: “La formación de los cuidadores principales con talleres, la aplicación de la terapia musical en los pacientes crónicos a través de un convenio de colaboración con la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y el desarrollo de un proyecto de relajación virtual a través de una aplicación informática que trabaja con paseos virtuales acompañados de música, en colaboración con los ingenieros de la Universidad de Zaragoza”, adelanta.”Somos enfermeras del siglo XXI y nos gusta aplicar las nuevas tecnologías y estar al día en formación, innovación e investigación”.
Una gran familia
Desde su creación, el personal del Hospital San José siempre se ha visto a sí mismo como una gran familia, según indica Trinidad Ologaray. “Trabajábamos mucho, en equipo. Los recuerdo con mucho cariño y gratitud”. Así se aprecia en la foto que acompaña a estas líneas: personal del hospital, década de 1950 (Caridad Aula Vicente).
Unidas por la enfermería
Trinidad Ologaray Morte y Milagros Díaz García son dos enfermeras que han construido la historia de nuestra profesión durante el siglo XX desde el Hospital San José
“Se me pasó volando la vida”
Trinidad Ologaray se examinó, con 18 años, en la Facultad de Medicina de Valencia, tras estudiar dos cursos de enfermería en los que se familiarizó con su futuro trabajo. Tras aprobar, ingresó inmediatamente en el Hospital San José de Teruel. “Una de las reflexiones que escuché al principio, no recuerdo cómo, fue que la enfermera tenía que estar soltera porque se tenía que dedicar de lleno al enfermo. He sido muy feliz, porque me encantaba mi trabajo, dedicarme a los pacientes y atenderlos bien siempre, sin tener otra preocupación”, recuerda Trinidad. “Estaba todo el día dispuesta para lo que me requirieran, para cualquier servicio. Si venía una urgencia y necesitábamos una radiografía pues la hacía”. Con el tiempo, Trinidad aprendió a ser instrumentista de quirófano, gracias a la instrucción del doctor Val-Carreres. “Cuando vino, quería una enfermera fija en quirófano y me lo propuso a mí. Él me enseñó todo lo que sé. He sido muy feliz, porque he recibido mucho de todos mis compañeros”.
“Hacíamos un gran equipo”
Milagros Díaz García comenzó a trabajar en el Hospital San José de Teruel el 23 de febrero de 1989, tras aprobar la oposición correspondiente. A los nueve meses de su incorporación y debido a una intervención programada de Trinidad, se planteó desde la dirección la necesidad de sustituirla durante la baja y posteriormente seguir formando del equipo quirúrgico. “Comencé a trabajar con ella y me enseñó todo lo que sabía, con mucho cariño, paciencia y detalle. Fue como un relevo generacional muy enriquecedor para las dos. Yo era joven y aunque traía otro ritmo y otra visión enfermera por mi formación, ella me podía transmitir todos los conocimientos y la experiencia adquirida durante tantos años de plena dedicación a su profesión enfermera. Fue muy valioso para mí. Tenía ganas de aprender y hacíamos un buen equipo”. Posteriormente, Milagros relevó a Trinidad en las funciones de organización del trabajo enfermero. Fue en 2004, cuando se creó la dirección de enfermería.
Mª Visitación García
Historiadora y bibliotecaria del
Instituto de Estudios Turolenses
Un centenario inolvidable
La ciudad de Teruel, a principios del siglo XX, va a experimentar un cierto despertar económico, se construyen varios edificios en estilo modernista, llega el primer tren de pasajeros y asiste al nacimiento del Hospital Provincial.
En noviembre del año 2013, Don Rafael Gómez, director del centro , organizó y dirigió el magnifico centenario y fiesta de celebración. Se impartieron conferencias, se hicieron entrevistas al personal sanitario y se proyectaron fotografías que recordaron su historia. Al año siguiente el Instituto de Estudios Turolenses participó en el acto homenaje editando el libro titulado: Centenario del Hospital San José de Teruel. 1913-2013.
Con la colocación de la primera piedra el día 14 de septiembre de 1913, inicia su andadura el primer hospital provincial. El conjunto hospitalario estaba formado por tres pabellones, situados a las afueras de Teruel, junto a un edificio conocido en la ciudad como Casa de Beneficencia. La Diputación Provincial era la encargada de supervisar y dirigir el personal sanitario y la admisión de enfermos, cuidando del buen gobierno del centro. Actualmente el hospital depende del servicio de Salud del Gobierno de Aragón.
Llegó la guerra civil y muchos edificios, entre ellos los hospitales de la ciudad, quedaron completamente destruidos, haciendo que fuera necesaria su reconstrucción. El nuevo hospital con doble escalinata y de mayores dimensiones, data del año 1948, y empezó a llamarse Hospital Provincial San José.
En los años cincuenta el hospital tenía tan solo dos enfermeras: Caridad Aula y Trini Ologaray, que con la ayuda de cinco Hermanas de la Caridad, los camilleros como auxiliares de enfermería y Valentín Sánchez, administrativo, hacían posible su funcionamiento.
Finalmente, convertido en el primer hospital sociosanitario de la provincia, se abre al futuro con un nuevo modelo de asistencia sanitaria, donde el equipo humano destaca por su profesionalidad y dedicación a los pacientes.