José María Cepeda es autor de la web saludconectada.com. Enfermero de la Gerencia de Emergencias Sanitarias de Castilla y León, su ‘Manual de Inmersión 2.0 para profesionales de salud’ es una herramienta para acercarse a la salud digital y sus aplicaciones para mejorar el cuidado de los pacientes. La salud digital, en la que es formador especializado, es uno de los procesos de cambio en los que están inmersos los sistemas sanitarios
La salud digital es el uso de tecnologías en todo aquello que pueda favorecer la salud, que no tiene por qué ser ni la última tecnología ni la más avanzada, sino cualquier herramienta que tengamos disponible y que utilicemos de manera que aporte algo realmente beneficioso para los pacientes”. Es la definición que José María Cepeda realiza del concepto de ‘salud digital’, un aspecto que cada vez centra más el interés de los profesionales y las instituciones sanitarias, ante el uso imparable de internet y las tecnologías de la información en la sanidad. Al respecto, José María invita a hacer un empleo racional de las nuevas herramientas que están surgiendo. “Muchas veces, aplicamos las tecnologías sin evaluar, sólo porque es el último aparato que se ha creado. Sin embargo, algo tan sencillo como elaborar una wiki (sitio web monográfico) sobre salud o un blog puede ser un medio mucho más poderoso destinado al paciente para mejorar su autocuidado”.
Ante el mundo de posibilidades abierto por internet y las tecnologías, José María Cepeda considera que el profesional sanitario debe aprender a gestionar la información digital que tiene a su disposición. “Es importante el trabajo que podemos realizar con la información digital. Hay que aprender a buscarla de forma eficiente y a recopilarla en un lugar para acceder posteriormente a ella y poder utilizarla. Para ello, tenemos a nuestra disposición gestores de referencias y agregadores de contenidos. Y no sólo eso. Tenemos a nuestra disposición herramientas como las páginas webs donde podemos crear nuestros propios contenidos dirigidos a los pacientes. Otro de los pilares son las herramientas de identidad digital. Todos estamos en la red, pero tenemos que saber cómo estar y ser visibles, para poder difundir los contenidos digitales que generamos”.
Un aprendizaje necesario
A José María Cepeda no le gusta distinguir entre nativos e inmigrantes digitales, cuando se diferencia entre los jóvenes que sí están familiarizados con las nuevas tecnologías y los profesionales de más edad que han tenido que adaptarse a ellas. “Cuando te diriges a los estudiantes, que saben manejar herramientas como Whatsapp, Facebook, etc. compruebas que no tienen ninguna competencia adquirida con el uso de la información y los recursos, con lo cual tienen que aprender también. Sí que es verdad que este grupo no tiene miedo a aprender y esto es una barrera menos”. De esta manera, los profesionales sanitarios deberían manejar, de un lado, herramientas para su desarrollo profesional, “aquéllas que les permitan gestionar su propio conocimiento”, y para comunicarse con los pacientes, “aquéllas con las que podemos ofrecer información de calidad o incluso llevar nuestros cuidados estén donde estén las personas. Es una de las ventajas que tenemos ahora, pues podemos llegar a los pacientes las 24 horas del día y no sólo en nuestros centros de trabajo”.
Ante un mundo que puede parecer inabarcable, José María Cepeda aconseja a los profesionales sanitarios que se formen una visión general de todo lo que hay y tienen a su disposición. “Pero sin agobios. Es decir, conocer las perspectivas, todas las herramientas que existen para desarrollarnos profesionalmente y, posteriormente, empezar a usarlas de manera gradual. No comenzar a lo loco. Si queremos buscar información, podemos comenzar optimizando las búsquedas de Google, manejar alguna base de datos… En la mayoría de las ocasiones, cuando empezamos en este mundo nos solemos abrumar por la cantidad de posibilidades que existen. Nos terminamos paralizando y no salimos adelante. En mi caso, en lugar de enseñar muchas herramientas, cuando imparto formación prefiero que aprendan a usar bien una y mostrarles de manera general otras, para que sepan de su existencia y las estudien de manera gradual”.
A juicio de José María Cepeda, el reto que tienen los profesionales sanitarios, entre ellos las enfermeras, es unir el mundo analógico con el digital. “Ya no son ámbitos diferenciados, aunque los veamos así, especialmente aquellos que hemos nacido antes de internet. Por ello, debemos comenzar a crear puentes entre lo analógico y lo digital para llevar nuestros cuidados a través de las nuevas herramientas a quienes ya están en la red y, por qué no, introducir a quienes no están para que empiecen a utilizarla. Gracias a las nuevas tecnologías, tenemos a nuestra disposición nuevas herramientas de comunicación con los pacientes. No estamos hablando de comunicarnos sólo en los centros de salud y los hospitales, sino de servicios telemáticos. El papel de la telesalud va a ser muy importante en los próximos años. Estoy convencido de que enfermería va a desempeñar un papel fundamental a la hora de formentar y enseñar autocuidados a través de estas herramientas. Las enfermeras somos los profesionales que siempre hemos estado al lado del paciente. Pienso en los pacientes crónicos, que pasan la mayoría de su tiempo en casa. ¿Por qué no vamos a seguir estando junto a ellos a la hora de gestionar su enfermedad y sus necesidades de información? De la misma manera que desempeñamos estas funciones en nuestros centros sanitarios, estoy convencido de que debe ser enfermería la que esté junto a las personas en sus casas, ayudándoles en el autocuidado a través de servicios digitales”. Al respecto, el desarrollo de la historia electrónica es otro de los avances pendientes. “Gracias a estos sistemas, podremos empezar a mandar información a la población, sobre todo consejos personalizados en función de las características de cada persona. Ésta es su gran ventaja”.
“Gracias a internet, hoy en día estás a un clic de cualquier persona en el mundo que esté trabajando en tu misma línea y que te puede ayudar a mejorar tu desarrollo. Este tipo de herramientas ponen a tu disposición todo el conocimiento disponible”.
A modo de ejemplo de telesalud, José María Cepeda cita la experiencia desarrollada en la Comunidad Valenciana con el programa piloto ValCrònic. “Han hecho telemonitorización de pacientes. A través de unos sistemas de gestión de alertas profesionales conocen en todo momento cómo se encuentra cada persona. Es muy interesante, porque antes de que alguien empeore y tenga que acudir a un servicio de urgencias, existen señales de alarma que pueden evitar este agravamiento. De esta forma, disminuyen las urgencias. No sólo reducimos los costes del servicio, sino que estamos evitando que el paciente tenga que salir de su casa”.
Educación de los pacientes
En la actualidad, los pacientes tienen a su disposición, gracias a internet, una ingente cantidad de información sobre, por ejemplo, su enfermedad. Sin embargo, no todo lo que está publicado en la red es válido, ni tiene la credibilidad y calidad necesarias. ¿Cómo controlar esto? Así responde José María Cepeda: “Tienen toda la información ahí, en formato digital. Además, los buscadores son la principal puerta de entrada al sistema de salud digital. 8 de cada 10 personas emplean Google, pero sus algoritmos no entienden de salud, no ordenan los resultados por calidad y, al final, se encuentra lo que se encuentra. Creo que no debemos poner puertas al campo, porque los pacientes van a seguir buscando, les digamos nosotros lo que les digamos. Lo que sí debemos hacer es poner señales para que no se pierdan en todo este campo, para ayudarles a entender todo lo que reciben. Tendríamos que darles formación, enseñarles a distinguir cuáles son las páginas de calidad, aquéllas que tienen a profesionales detrás y que no tienen intereses comerciales. Tenemos que explicarles cómo valorar los sellos de acreditación con los que ya cuentan algunas webs. En definitiva, acompañarlos en todo este proceso. Pero, claro, para ello se requiere que el profesional también sea el primero en saber discernir todo esto. También sería interesante el desarrollo de repositorios de información de calidad, que es algo que están haciendo en otros países y que en España aún no. Por ejemplo, no existe un registro de páginas acreditadas que puedan ser una referencia para los profesionales. Y no hablamos solo de webs, sino también de aplicaciones para dispositivos móviles, que es otro de los retos. Los pacientes ya están usando apps y los profesionales todavía no sabemos muy bien para qué sirven y cuáles podemos recomendar”.
En el caso del propio José María Cepeda, su página web en internet, saludconectada.com es una manera de mantenerse al día. “Lo comencé como una manera de plasmar mi opinión, de generar conversación sobre temas de salud digital. Poco a poco fue creciendo y cuando vienes a darte cuenta has generado una red de profesionales interesados en los mismos ámbitos de conocimiento, en los que te puedes apoyar y de los que puedes aprender mucho. Gracias a internet, hoy en día estás a un clic de cualquier persona en el mundo que esté trabajando en tu misma línea y que te puede ayudar a mejorar tu desarrollo. Este tipo de herramientas tienen un potencial increíble, porque ponen a tu disposición todo el conocimiento disponible. Es verdad que al principio tardas años en hacer lo que después sólo serían meses. En saludconectada.com trato de que quienes están empezando puedan tardar poco tiempo en funcionar de forma eficaz con estas herramientas. Estoy adoptando un papel de facilitador y, sobre todo, la idea es mostrar lo que se está haciendo. Cuando un profesional conoce y domina una herramienta y encuentra un proyecto donde la están empleando, puede proponer llevar a cabo la misma iniciativa en su centro de trabajo”.
Aprender, haciendo
José María Cepeda no considera que el empleo de internet y las nuevas tecnologías de la información se deba enseñar en las facultades como una asignatura específica, sino más bien de manera transversal, trabajando directamente con las propias herramientas. “Tal y como ocurre en otros ámbitos de la enseñanza, no se debe aprender tecnología, sino que se debe aprender con la tecnología. Es decir, aprender haciendo, usando las nuevas herramientas. Su empleo, en nuestro día a día profesional, nos puede ahorrar muchísimo tiempo de trabajo, nos permite comunicarnos mejor y llegar aún más lejos. Así que más que una asignatura específica, yo apostaría por una sistema más transversal, haciendo a la vez que aprendes”. Esta misma metodología es la que emplea en las formaciones que él mismo imparte, a petición de diversas instituciones sanitarias en España.