En desarrollo

Prescripción enfermera

La práctica diaria ya demuestra que la enfermería puede indicar medicamentos. Conocemos a continuación algunos ejemplos.

31 julio 2015 / Número 6 6 minutos de lectura

Susana, mujer de 66 años, acude al servicio de urgencias de su centro de salud tras haber sufrido una caída mientras montaba en bicicleta. La enfermera, tras la exploración, limpieza y valoración de las características de la herida, decide suturarla. Comprueba que no existe contraindicación alguna, lava la herida con solución antiséptica y realiza una infiltración local de mepivacaína antes de suturar. Una vez finalizada la sutura, explica a Susana los cuidados de la herida y los signos y síntomas de alerta por los que debería volver, si apareciesen, y le cita en la consulta de su enfermera para revisión. Además, indica a la paciente que tome paracetamol si tiene dolor y, tras comprobar en su historia las vacunaciones previas, administra una dosis de antitetánica.

Por su parte, Marta, enfermera con 15 años de experiencia, acude al domicilio de Agustín, de 84 años de edad, para realizar la cura de una úlcera en sacro. Tras la limpieza y valoración de la herida, que es muy exudativa, decide utilizar para el lecho de la úlcera un alginato, mientras que en la piel perilesional emplea una crema con óxido de zinc. Al terminar, la esposa de Agustín le comenta que el paciente lleva cinco días sin hacer deposición. Marta revisa la alimentación de Agustín, así como la ingesta de líquidos. Explica y se asegura de que la esposa entiende la importancia de la dieta y el movimiento, tanto para mejorar la cicatrización de las úlceras como para prevenir y corregir el estreñimiento. Le indica la conveniencia de ponerle un microenema. Igualmente, le explica la idoneidad de ponerle la vacuna anti-gripal, programando su administración para la siguiente visita.

Las anteriores son dos situaciones, figuradas, que las enfermeras abordan con frecuencia en su trabajo. Son ejemplos de indicación terapéutica en los que la enfermería ha mostrado sobrada competencia. “En una cura, tenemos la capacidad necesaria para saber la crema y el parche que poner o qué productos farmacéuticos prescribir” afirma Rafael Escobar, enfermero del centro de salud Soto del Real de Madrid responsable de las visitas domiciliarias. “A día de hoy, en Atención Primaria lo hacemos. Es lo corriente. No creo que sea un inconveniente o algo anormal. Es más, administramos fármacos como las vacunas sin tener que preguntar nada. Simplemente seguimos nuestro protocolo. No hay debate sobre prescripción. Ya la hacemos con la evidencia científica necesaria”.

 “Sólo queremos prescribir de manera legal aquellos medicamentos que manejamos en nuestro día a día”.

Elena Revilla acabó la carrera hace tres años. Tras dos años haciendo suplencias en Atención Primaria, considera que tiene la formación suficiente para prescribir. “Estoy preparada para indicar determinados fármacos. Podemos resolver diversas necesidades de salud de los pacientes de manera autónoma”.

Rafael cmyk

Durante los cerca de diez años que ha trabajado en las urgencias pediátricas del Hospital La Paz de Madrid, la enfermera María José Pinto también ha vivido situaciones profesionales en las que ha indicado medicamentos. “Cuando el paciente llega, es la enfermera la primera persona que lo ve en el triaje. Si viene con fiebre, intentas que el pediatra vea al niño sin ella, porque en ocasiones pasa mucho tiempo hasta que llega a la consulta. O si viene con una urticaria, le administras un antihistamínico”. Basada en su experiencia, María José asegura que “las enfermeras no tienen un especial interés en prescribir aquello que no es habitual en su práctica. Al contrario, sólo queremos indicar de manera legal aquello que ya manejamos en nuestro día a día: antitérmicos, vacunas…”.

De la misma opinión es Esther Gorjón, enfermera de una unidad de soporte vital avanzado de las Emergencias Sanitarias de Castilla y León, vicepresidenta tercera y vocal nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. “Cada uno tiene que saber cuál es su trabajo. Yo no voy a administrar una digoxina sin una receta médica, porque no es un fármaco que le vaya a salvar la vida. Pero tampoco voy a pedir permiso para desfibrilar a un paciente o ponerle una adrenalina. Tienes que saber qué puedes hacer, si puedes esperar a recibir confirmación o no… Es algo que me llama la atención. Yo no puedo indicar ni prescribir, pero tengo que saber que lo que me mandan está bien, porque si la dosis o la vía pautada es incorrecta y lo administro, entonces sí tengo que asumir la responsabilidad”.
A modo de conclusión, Rafael Escobar afirma: “La enfermera tiene capacidad para prescribir. Puede y debe hacerlo, no sólo por el bien de la enfermería sino también del cuidado del paciente”.

El problema del desconocimiento

Esther cmykEsther Gorjón es autora del blog signosvitales20.com. En él ha defendido con rotundidad la prescripción enfermera, frente a la oposición de la Organización Médica Colegial. “El problema es que realmente desconocen lo que pretendemos. Piensan que vamos a pautar tratamientos y no es así. Me desagrada la lucha continua de clases profesionales”, asegura. “Quieren ponerle puertas al campo, cuando hemos demostrado que tenemos las competencias para prescribir y es un bien para el paciente”.

 

La enfermería prescriptora en Inglaterra

Celia Díez de los Ríos es diplomada en Enfemería por la Universidad Complutense de Madrid desde 2007. En la actualidad estudia un master sobre oncología en la Universidad de Southampton (Inglaterra), gracias a una beca de la fundación Macmillan Cancer Support. Además, trabaja como enfermera especialista en oncología médica en el University Hospital Southampton NHS Foundation Trust. De forma paralela, está realizando el curso Nurse Prescribing. “Forma parte del desarrollo normal de mi trabajo. Ahora mismo valoro a mis pacientes, tomo decisiones y sé qué medicaciones quiero administrar pero, de momento, si no forma parte de un protocolo aceptado no puedo administrarlas sin que las prescriba un médico, otra enfermera o un farmacéutico con el curso ya hecho. Esa persona, en principio, no conoce al paciente y, por tanto, debe repetir el proceso de valoración y toma de decisiones retrasando el tratamiento al enfermo, perdiendo su tiempo, el mío y el del paciente, haciendo más largas las esperas y empeorando la calidad del servicio. Cuando apruebe esta formación podré prescribir cualquier medicamento del Vademécum. Esto impone mucho respeto, pero en la práctica prescribes medicamentos relacionados con tu trabajo habitual. Todos deberíamos conocer los fármacos que vamos a dar, así que somos conscientes y solo prescribimos si conocemos bien sus usos, propiedades, dosis, etcétera”. El curso se divide en un bloque teórico, sobre farmacología, y otro práctico, que profundiza en la prescripción. Una vez lo finalice, Celia podrá prescribir medicamentos para evitar o tratar efectos adversos de la quimioterapia y de otras complicaciones en pacientes con cáncer: antieméticos, antibióticos, algunos anticoagulantes, muchos medicamentos para el dolor de difícil manejo… “Prescribiré en principio en ámbito hospitalario ya sea a pacientes en consulta, en la planta o en urgencias. A partir de ahí iré decidiendo según mi trabajo”.

Celia Díez de los Ríos

celia cmykCelia Díez de los Ríos (segunda por la derecha) considera que la enfermería española tiene las competencias y los conocimientos suficientes para prescribir. “Nos falta decidir qué y cómo vamos a enseñar y evaluar, qué mínimos harán falta para prescribir y regularlo en todas las autonomías. Por supuesto, tenemos que creer en nosotras. Cuando sales fuera te das cuenta lo maravillosa que son nuestra educación y sanidad, lo mucho que nos valoran y cuánto nos infravaloramos nosotros”.

Formación universitaria suficiente

Carmina cmykLa decana de Enfermería de la Universidad de Castilla La Mancha, Carmen Prado Laguna, defiende que las enfermeras ya tienen la formación necesaria para indicar medicamentos. “Los estudiantes terminan con la formación suficiente para prescribir. La metodología enfermera nos concede la base para realizar un diagnóstico determinado, la farmacología y los cuidados”. En las aulas, los estudiantes de Grado reciben la instrucción necesaria con asignaturas como Diagnósticos de Enfermería, Farmacología o Enfermería Médico-Quirúrgica, entre otras. A modo de conclusión, Carmen Prado Laguna afirma: “Tenemos la base y los conocimientos para prescribir. Hay que regularla de una vez por todas. ¿Por qué un auxiliar de farmacia puede indicar y nosotros no? En países de nuestro entorno ya prescribimos y no hay ningún problema al respecto”.

Etiquetas: metodologia enfermera,prescripcion enfermera