La Fundación para el Desarrollo de la Enfermería, una de las promotoras de nuestra revista, cumple en 2014 su veinticinco aniversario. Con motivo de esta efeméride, hemos hablado con su directora, Amelia Amezcua Sánchez.
Vive, siente y piensa como una enfermera pediátrica, la vocación que se convirtió en la profesión de Amelia Amezcua Sánchez (Madrid, 1976) y que ejerció en el Hospital de la Paz, en Madrid, entre 1998 y 2007. Su horizonte vital es el cuidado de los niños. Su horizonte profesional es el desarrollo de la enfermería desde su responsabilidad como directora ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN), labor que realiza desde 2007. Ambos espacios confluyen en su día a día. Amelia es autora del cuento “La gran aventura de Vera”, donde los pequeños conocen la historia de una joven ardilla que descubre qué quiere ser de mayor: enfermera. Desde FUDEN, su principal inquietud es responder a las necesidades sentidas de las enfermeras. Es consciente de que este empeño no dará sus frutos de manera inmediata, sino que su trabajo en el presente tendrá su reflejo en el futuro a medio plazo. Quizás, dentro de otros veinticinco años, aquel pequeño que descubrió que quería ser enfermero leyendo a Vera herede la profesión imaginada por Amelia. “El empoderamiento y la vibisilidad de la enfermería son fundamentales. Son el futuro. ¿Hacia donde hay que ir? Debemos potenciar el liderazgo de las enfermeras y mejorar la imagen social de la profesión. Son dos estrategias transversales. Nuestro reto, en FUDEN, es lograr la participación activa del colectivo en la consecución de ambas metas”, afirma, sin lugar a ninguna duda. De hecho, estas ideas subyacen durante toda la conversación que hemos mantenido con ella. “Yo te puedo contar Vera, pero si las enfermeras no vienen a ayudarme a llevarla a los colegios no estoy logrando nada. Igual que se apuntan a un curso, quiero lograr que vengan a trabajar estas estrategias y participen activamente en ellas”.
Así ha ocurrido con iniciativas como la Feria de los Cuidados, una actividad organizada por FUDEN y el Sindicato de Enfermería que ha recorrido 60 ciudades. “Este año hemos participado en actividades vinculadas con el Día del Niño y el Día de la Familia. Hemos estado junto a otros profesionales de los servicios públicos. Hemos sido los únicos sanitarios. La sociedad ha comprobado que somos una figura cercana y accesible, que no sólo se asocia con el hospital o la pérdida de salud. Les hemos dicho que estamos aquí, aportando, promoviendo la salud”.
Necesidades compartidas
El primer contacto de Amelia Amezcua con FUDEN se produjo gracias a la cooperación enfermera, en 2003, cuando participó, como docente de urgencias pediátricas, en un proyecto en Nicaragua. La experiencia, conviviendo con las enfermeras nicaragüenses, fue decisiva para configurar su visión global de la enfermería. “Preparamos un temario adecuado al contexto español. Cuando llegamos nos dimos cuenta de que lo teníamos que adaptar a su realidad y tuvimos que reelaborarlo todo. Por ejemplo, los parámetros del niño sano son absolutamente diferentes. No puedes explicar los problemas de salud si no sabes lo que es normal. No son iguales un niño que vive en España y otro en Nicaragua”. Entre los resultados más destacados, el proyecto logró que las enfermeras introdujeran el triaje en las urgencias. “Cuando regresamos a evaluar el impacto, para mí fue muy gratificante comprobar que todas las enfermeras formadas habían hecho un área de triaje”, recuerda. Este hecho le llevó a comprender que las necesidades de las enfermeras son las mismas, aunque trabajen en países diferentes. “Requerimos formación, demostrar nuestra aportación a la salud. Además, podemos trabajar en la sensibilización de la población, para que comprendan que la salud es un derecho fundamental”. Esta reflexión puede aplicarse tanto a países de América y África, como a España. “Aquí te ofertan una actualización de conocimientos. Nuestros servicios tienen un plan de formación que, a veces, no tiene nada que ver con tus necesidades. Es imprescindible una identificación previa, basada en tus problemas diarios. Los proyectos de cooperación requieren un formulario, una justificación, una pertinencia y te das cuenta de que esto aquí, en España, no se hace. Somos pioneros en la introducción del triaje en Nicaragua, pero en España no lo hacemos. Algo falla”.
“FUDEN aporta un discurso positivo sobre
la enfermería. Mostramos los principales
valores de nuestra profesión”
Tras su primera experiencia como coordinadora de proyectos para Nicaragua, Amelia Amezcua accedió, en 2007, a la dirección ejecutiva de FUDEN, con el objetivo de que la Fundación respondiera a las necesidades sentidas de la enfermería española. “Es lo que nos sigue moviendo. Queremos que nuestros servicios respondan, de verdad, a las expectativas de las enfermeras, que sean últiles y tengan un impacto real en la práctica, socializando el conocimiento de nuestras áreas de desarrollo”.
En la actualidad, la Fundación centra su trabajo en las áreas de formación, investigación, metodología y cooperación, con el fin de responder a las exigencias de las enfermeras, matronas y fisioterapeutas y de mejorar la calidad de los cuidados. ¿Qué diferencia a FUDEN del resto de organizaciones enfermeras? A esta pregunta, su directora responde con claridad: “Aporta un discurso positivo sobre la enfermería. Mostramos los principales valores de la profesión, como la solidaridad. Respondemos a sus inquietudes, como la necesidad de mejorar los cuidados a través de la Metodología. Y abrimos nuevos espacios, como la investigación”. Esta forma de trabajar explica que el campus virtual de la Fundación cuente con 125.000 alumnos. “Esto dice mucho. A pesar de la situación laboral, hay miles de enfermeras motivadas para mejorar su formación, acercándose a las nuevas tecnologías, que permiten el acceso al conocimiento”.
“Queremos que nuestros servicios respondan, de verdad, a las expectativas de las enfermeras, que sean útiles y tengan un impacto real en la práctica, socializando el conocimiento de nuestras áreas de desarrollo”.
El impacto en la práctica de toda esta labor es uno de los aspectos que se evalúan de forma periódica. “Hemos aumentado el catálogo formativo, los servicios y los alumnos. Tenemos que transferir todo esto a la práctica. Cuando haces un curso y aumentas tus conocimientos hay que llevarlos a la práctica. Pero, a veces, hay un desequilibrio entre lo que aprendo y lo que puedo hacer. No está en nuestras manos. Depende de los servicios, del tiempo y de circunstancias coyunturales. Por ello, queremos establecer alianzas estratégicas con las gerencias, las direcciones de enfermería, los institutos de investigación de los hospitales… Queremos que nuestro trabajo sea una herramienta que llegue a la práctica y se implante realmente en el trabajo enfermero”.
Liderazgo enfermero
La posibilidad de dirigir una organización como FUDEN ha permitido a Amelia Amezcua plantear soluciones a problemas que se encontró cuando trabajaba como enfermera en el hospital. “Me preguntaba por qué algunas cuestiones no las enseñaban de otra manera. Esas inquietudes, que me surgían en la práctica, he tenido la oportunidad de desarrollarlas y convertirlas en proyectos. Por ejemplo, las rutas de cuidados al paciente pediátrico, en las que empecé a trabajar incluso antes de llegar a la Fundación. Aquí me han dado la oportunidad de trabajar con las personas adecuadas, de aprender a difundir ese trabajo y de que llegue, realmente, al colectivo”.
El liderazgo de las enfermeras es otra de las principales inquietudes de Amelia Amezcua. El propio hecho de que la Fundación esté dirigida por una enfermera ya es relevante, en sí mismo, pues no es habitual que las mujeres lleguen a los puestos de responsabilidad en el ámbito sanitario. “Yo lo cuento siempre, porque además creo que es un problema de todas las enfermeras, nuestro empoderamiento. Yo no pedí el puesto. A mí me lo ofrecieron. Yo nunca me hubiera presentado. A nosotras no nos forman para ser jefas y menos a las mujeres enfermeras. Nosotras no podemos competir, somos todas iguales. Esto es igualdad mal entendida. Esperas a que otro lo haga. Es lo que ocurre con los puestos de supervisión, dirección, gerencia, etc. Cuando un compañero tuyo se presenta a supervisión todos coincidimos en sus capacidades, algo que no ocurre con las mujeres”. Al respecto, Amelia tiene clara la raíz del problema: “Estamos muy centradas en los cuidados, en lo que aportas al paciente y no ves la trascendencia de tu trabajo. Yo reconozco que a mí me pasa lo mismo, echo de menos el hospital. Durante nuestra formación, somos formadas para cuidar, para estar con el paciente a pie de cama. Es el motivo por el que has decidido ser enfermera. Sin embargo, nadie nos socializa para dirigir, para ser jefes y líderes”.
Amelia Amezcua llegó a la dirección de FUDEN con el fin de integrar, bajo una misma estructura, todos los servicios que habían ido surgiendo desde su creación en 1989, por el Sindicato de Enfermería (SATSE). La idea originaria, que sigue vigente, fue el apoyo al desarrollo de las enfermeras y la mejora de su posición entre los profesionales de salud y la sociedad. “Cuando llegué existía FUDEN Formación, sobre todo con actividades presenciales. Había una web, con un aula virtual. También funcionaba Nure Investigación, una revista creada en 2002, y se impartían cursos sobre la materia. Se había constituido el Observatorio de Metodología. Se había iniciado una línea editorial. Eran proyectos específicos, que funcionaban como compartimentos estanco. Entonces me plantean coordinar todo bajo un proyecto único, generando áreas de confluencia”.
Tras siete años de trabajo al frente de la fundación, el balance es positivo. “Aunque el puesto de dirección genera mucho desgaste. No consigues la gratitud del corto plazo que logras en la asistencia, pero hacer realidad Vera o dirigir un máster en cuidados infantiles son oportunidades que he tenido gracias a la fundación. Es muy gratificante saber que estás al frente de una organización donde ponen a tu disposición numerosos recursos y herramientas para trabajar por el desarrollo de las enfermeras”.
El impulso de la enfermería y su desarrollo
Una jornada sobre enfermería fue la primera actividad organizada por FUDEN en 1989, tras su creación por parte del Sindicato de Enfermería. “Tras diez años de lucha por las condiciones de las enfermeras, surgió la inquietud de crear una organización para promover el desarrollo de la enfermería, como complemento a la mejora de sus condiciones laborales. Como fruto de este interés, nace FUDEN”, explica Amelia Amezca. En estos veinticinco años, ha ido creciendo poco a poco con el fin de cumplir su compromiso fundacional: el desarrollo de las enfermeras y la mejora de su posición entre los profesionales de salud y la sociedad. “Lógicamente, FUDEN es el principal proveedor de servicios del Sindicato de Enfermería, pero nuestro trabajo está abierto a todo el colectivo. Por ello, trabajamos a favor de los proyectos enfermeros que nos llegan y que tenemos la posibilidad de apoyar. La discriminación positiva de las enfermeras es nuestra razón de ser”.