Estudiantes de diez países, profesores de cinco nacionalidades, cuatro religiones y distintas edades. “Fueron aspectos que hicieron que el aprendizaje fuera constante, irrepetible y muy interesante”. Así recuerda la enfermera colombiana Alejandra Guerrero su participación en la primera edición del “Máster Universitario Erasmus Mundus en Enfermería de Urgencias y Cuidados Críticos”, el primer posgrado de enfermería del programa “Erasmus Mundus” de la Comisión Europea, coordinado por la Universidad de Oviedo, en consorcio con la Universidad del Algarve y el Instituto Politécnico de Santarém, en Portugal, así como la Universidad Metropolia de Helsinki, en Finlandia. También colaboran como centros asociados la Universidad Federal de São Carlos, en Brasil, y la Universidad de Mahidol, en Tailandia. En la primera edición, finalizada en febrero, participaron 12 estudiantes, los mismos que en la segunda, que comenzó en septiembre, con alumnos procedentes de Etiopía, Pakistán, Nepal, Indonesia, Palestina, Colombia…
“La idea es que haya movilidad entre los estudiantes y profesores” explica Pilar Mosteiro, coordinadora del máster. Así, el primer semestre, que profundiza en aspectos teóricos, tiene lugar en Portugal. El segundo, los alumnos se distribuyen entre España y Finlandia, donde realizan las prácticas clínicas, en el caso de España en el Hospital Central de Oviedo. Mientras que el tercero se dedica al trabajo final, en el que cada enfermero elige el lugar donde lo realiza. “Está siendo una de mis mejores experiencias profesionales. Es un privilegio tener a enfermeros de países tan diferentes. Aprendemos más que enseñamos”, afirma Pilar Mosteiro.
Pilar Mosteiro, Coordinadora del Máster Erasmus Mundus.
“Es un privilegio tener a enfermeros de países y culturas tan diferentes. Aprendemos más que enseñamos”.
Competencias enfermeras y, sobre todo, culturales
La diversidad es una de las claves de la iniciativa, como afirma la coordinadora del máster, Pilar Mosteiro. “Lo importante no es que los alumnos aprendan competencias de UVI o de urgencias, sino competencias culturales, de poder convivir, trabajar con enfermeros de todo el mundo, la mayoría excelentes profesionales, de entornos muy diferentes. Cambia la visión que tenemos de las cosas y aprendes a respetar a la gente, a conocerlos mejor, a no tener tantos prejuicios”. En el caso de Alejandra Guerrero, alumna colombiana, la convivencia le ha permitido comprobar que “conservamos una esencia de la enfermería universal, con similares formas de ver la vida y con fuertes deseos altruistas de ayudar a otros. Además, el máster cambió mi vida, pues me enseñó el valor de las cosas pequeñas, la cooperación y la convivencia”. En cuanto a lascompetencias enfermeras, Alejandra destaca que los conocimientos adquiridos le permiten que ahora se plantee “una profesión integradora, que no sólo brinde lo mejor a mis pacientes sino que ha construido en mí una responsabilidad social y con la excelencia”.
El posgrado ya prepara su tercera edición. Hasta el 30 de mayo está abierta la inscripción. Pueden participar enfermeras con tres años de experiencia y nivel mínimo B2 de inglés.