Cada año nacen 28.000 bebés de forma prematura en España. Esta cifra supone uno de cada trece alumbramientos, según los datos de la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM). Esta tasa es una de las más altas de la Unión Europea. Cuando esto ocurre, especialmente para los niños que nacen con menos de 32 semanas de gestación, es fundamental la leche materna para garantizar su correcta evolución. En estos casos adquiere una gran importancia la posibilidad de contar con bancos de leche en las unidades de neonatología de los hospitales. “La evidencia científica ha demostrado algo que ya estaba claro: la leche de la madre es muy superior a las fórmulas artificiales y mucho más entre los bebés frágiles, como los prematuros o aquellos con malformaciones congénitas digestivas, cardiopatías… El fomento de la lactancia materna es una prioridad. Lo ideal es que sea de la propia madre, pero hay casos en los que esto no puede ser, por diversas circunstancias. Aquí es donde la leche donada cobra especial relevancia”, explica Nadia Raquel García Lara, coordinadora del Banco Regional de Leche Materna de Madrid y neonatóloga en el Hospital 12 de Octubre. “Nuestro principal objetivo es proteger la lactancia materna. Cada vez nacen más prematuros y ninguno debería quedarse sin ella. Previene la enterocolitis necrotizante, lo que mejora mucho su evolución” añade Diana Luque Indiano, matrona del Banco de Leche del Hospital Clínico de Santiago de Compostela.
Como norma, los bancos de leche suelen funcionar en las unidades de neonatología. Así ocurre en los casos de los hospitales 12 de Octubre y Santiago. Son centros especializados donde se encargan de la recolección, conservación, selección, procesamiento y distribución de la leche donada entre los niños recién nacidos ingresados que así lo precisan. “A diferencia de lo que ocurre con las donaciones de hemoderivados, la donación de leche aunque es durante un periodo limitado en el tiempo (mientras dure la lactancia) requiere un esfuerzo más continuado. Lo ideal para las donantes es establecer una rutina diaria de extracción. Esta rutina facilita una producción estable que permite alimentar al propio hijo y donar regularmente. El perfil más frecuente de donante es una mujer que ha tenido un hijo a término sano y que tiene un excedente de producción de leche que desea donar de forma altruista. Un segundo grupo de donantes lo conforman madres que tienen o han tenido a sus hijos ingresados en unidades de neonatología y establecen una adecuada producción de leche materna. Están muy sensibilizadas con la importancia de la lactancia materna y desarrollan gran empatía hacia otras madres que no tienen leche suficiente para sus propios hijos. Supone un incentivo muy importante. Por último, las mujeres cuyo hijo ha fallecido pueden donar la leche que se habían extraído previamente. Muchas de ellas refieren que les ayuda en su proceso de duelo saber que la leche que se extraen mejorará la evolución de otros niños enfermos”.
“Nuestro principal objetivo es proteger la lactancia materna. Cada vez nacen más prematuros y ninguno debería quedarse sin ella”
La cercanía de los profesionales del banco de leche con las madres es uno de los factores que promueven las donaciones, como subraya Diana. “Al estar dentro de la unidad de neonatología conocemos a las madres de los niños que van a donar y a las de quienes la van a recibir. Tenemos todo muy integrado. Realizamos la totalidad de los procesos. Salvo el análisis microbiológico, que lo hace el equipo correspondiente. Nosotras analizamos la grasa, las proteínas, pasteurizamos… Todo con el fin de garantizar la seguridad de los pacientes que la van a recibir, pues son prematuros menores de 32 semanas de embarazo o con un peso inferior a los 1.500 gramos. Además, adaptamos las tomas a las necesidades de cada niño. Por ejemplo, el calostro lo distribuimos en alícuotas de 30 ml. O si tenemos bebés que pesan 900 gramos pues empezamos a introducir la alimentación con 10 ml. al día. Siempre intentamos primero que sea leche de la propia madre, pero cuando tarda en subir pues tenemos la opción del banco”.
Todo el proceso de selección de las donantes y de recogida de la leche se realiza con unas estrictas condiciones, tal y como subraya Nadia Raquel García Lara, neonatóloga del Hospital 12 de Octubre. “Primero. tenemos con ellas una entrevista. Firman el consentimiento, completan una encuesta de salud y se les realizan serologías para descartar infecciones. Les explicamos cómo realizar la extracción y cómo conservar la leche en domicilio de forma segura. Les entregamos todo el material necesario para la donación y para el transporte. Habitualmente acumulan la leche durante un periodo de 15 días y posteriormente se entrega en el banco de leche”. Cada banco de leche se adapta a las características del lugar donde funciona. “En general, suele haber un médico pediatra, una matrona o una enfermera. Estas últimas son las que llevan la atención directa con las donantes. Por otro lado, están los profesionales responsables del procesamiento de la leche, que son técnicos de laboratorio con una formación específica para este trabajo. En nuestro caso, al ser un servicio con una población amplia, contamos con una tecnóloga de alimentos, dedicada a la investigación”.
Desarrollo a partir del s. XXI
España cuenta en la actualidad con 15 bancos de leche, que no cubren a todas las comunidades autónomas. “Poco a poco han ido creciendo, pero aún no están cubiertas todas las comunidades autónomas. Es un problema de equidad importante para los niños que no cuentan con esta posibilidad. Es necesario que exista una legislación y un plan para cubrir el conjunto del país. Es imprescindible una mayor difusión y conciencia sobre la importancia de este servicio y que se vea como algo prioritario. La leche materna donada es un bien escaso y realmente es muy importante para la salud de los niños prematuros. El mensaje está llegando cada vez más a las áreas de neonatología y pediatría. Empieza a ser también una demanda de los grupos de apoyo a la lactancia”, señala Nadia. Los modelos son muy diversos. Algunos están integrados en las unidades de neonatología.
El primero fue puesto en marcha en el año 2001 en Palma de Mallorca por la Fundación Banco de Sangre y Tejidos de las Islas Baleares. El segundo fue el del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, en 2007. Nació como respuesta a las necesidades del propio hospital y en la actualidad cubre a toda la región, trabajando en red con otros cinco centros, con servicios como la recogida de la leche a domicilio. Cuenta con una población donante que oscila entre las 250 y las 300 madres anuales. Gestiona alrededor de 1.800 litros cada año.
En el caso del Hospital de Santiago de Compostela, la iniciativa se puso en marcha en 2016. Justo celebran ahora su tercer aniversario. En él trabajan una coordinadora, que es neonatóloga, una matrona y tres técnicos auxiliares de enfermería. Cuentan con una media de 40 donantes en activo y acaban de llegar a los 1.000 litros. También distribuyen donaciones entre el Hospital Universitario de La Coruña, el Materno-Infantil de esta misma ciudad y el Hospital Universitario de Ferrol. “El banco de leche es el eje central desde el que promocionamos la lactancia materna en toda nuestra zona de influencia”, afirma Diana Luque. “Hemos aprovechado nuestro trabajo para crear una unidad de lactancia materna. Llevamos a cabo consultas para las madres que tienen problemas como mastitis de repetición o cuando es necesario realizar frenectomía tras la valoración de una toma y comprobar la función oral del bebé. Por otro lado, en colaboración con el servicio de obstetricia, impartimos un taller práctico diario sobre lactancia. Contamos con una sala para ello, donde les damos herramientas para que aprendan las posturas adecuadas o prevenir la aparición de grietas; les enseñamos a extraerse leche con las manos empleando la técnica de Marmet, empleada los primeros días para el calostro, que no se puede extraer con el sacaleches. Somos una unidad multidisciplinar, formada por neonatólogos, ginecólogos, matronas… Todo este trabajo, ha permitido aumentar las tasas de lactancia materna. Si consigues incrementar estas prácticas también estás reduciendo el riesgo de cáncer de mama entre las mujeres y los niños, así como las enfermedades infecciosas entre los pequeños”. A modo de conclusión, Nadia Raquel García Lara destaca que en la actualidad “todas las unidades de neonatología coinciden en la importancia de promover que los niños se alimenten con leche materna”.
“Es necesaria una mayor difusión y sensibilización sobre la importancia de los bancos de leche materna. Tienen que concebirse como un servicio prioritario. Es un bien escaso y realmente es muy importante para la salud de los niños prematuros”
La asociación nacional de bancos de leche
En España, los bancos de leche están agrupados en la Asociación Española de Bancos de Leche Humana. Su finalidad es promover y apoyar la creación de este tipo de servicios. Nadia Raquel García Lara es su presidenta. “Somos un colectivo sin ánimo de lucro, de carácter científico. Colaboramos entre todos, compartimos conocimientos, tratamos de seguir progresando, apoyando nuevas iniciativas y puesta en marcha de nuevos bancos”.