La Escala Multidimensional de Violencia en el Noviazgo (EMVN) es el resultado más reciente del grupo de trabajo sobre género y salud de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Sevilla. Se trata de un recurso para la detección integral de conductas violentas en las relaciones de pareja entre jóvenes. Incluye 32 ítems que contemplan tres dimensiones: las agresiones físicas y sexuales, las conductas de control y el abuso psicoemocional. “No sólo exploramos la violencia física, que es muy obvia, por ejemplo la patada, la bofetada… sino que nos detenemos en la violencia silente, la que no está identificada por ellos mismos como tal, y también en las conductas de control y vigilancia, como espiar los mensajes de correos y teléfonos o conductas de violencia psicoemocional como el rechazo, la hostilidad, los silencios… Es una forma de violencia psicológica que también debemos detectar”, expone María A. García-Carpintero, profesora de Género y Salud en la Universidad de Sevilla.
La escala es fruto de un trabajo realizado con los estudiantes de la Universidad de Sevilla. “Una de las cuestiones que detectamos es el impacto de las redes sociales. Son una parte importante de la vida de los adolescentes, más intensa incluso, pues le dedican a ella más horas que a la realidad misma. En este caso, la violencia reproduce las características propias de las redes: es imperecedera en el tiempo, la fuerza física o el tamaño no afecta porque se trata de piratear o controlar las cuentas, el anonimato y la falta de culpabilidad porque no hay sentido de la gravedad de la acción… Todas son conductas violentas. En este contexto, las chicas son mucho más vulnerables. Se mantienen los modelos de feminidad vinculados a una sexualidad más recatada y virginal y masculinidad relacionados con una sexualidad más explícita y viril. A partir de esta base, la feminidad resulta estigmatizada. En realidad, lo que está ocurriendo es un espejismo de igualdad, que no existe, pues la socialización sigue reproduciendo los mitos románticos más antiguos y ancestrales”.
“Formamos a nuestros estudiantes para que conozcan los conceptos de igualdad de género y sepan detectar las conductas violentas en su futuro trabajo como enfermeras”
Nuevos espacios para enfermería
La igualdad de género, los retos de la adolescencia, el impacto de las redes sociales… son nuevos ámbitos de investigación en los que la enfermería puede ocupar un lugar destacado, a juicio de la profesora María Ángeles García-Carpintero Muñoz. “Hace poco, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, reconoció la necesidad de que haya un profesor de género en cada colegio. Esta reflexión la empleé con mis alumnos. Les pregunté qué profesional está capacitado para ello. ¿Quién tiene conocimientos sobre salud? ¿Quién puede hablar sobre sexualidad desde el punto de vista biológico, afectivo, psicológico o social? ¿Quién es experto en género? Nosotras, las enfermeras. Tenemos el perfil y la formación necesaria para ello. Por ejemplo, en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Sevilla contamos con asignaturas como ‘Género y Salud'”.
Al respecto, María Ángeles García-Carpintero subraya que las enfermeras “debemos ocupar los nuevos espacios que están surgiendo en la sociedad actual. Tenemos que salir de los centros sanitarios e integrarnos en otros ámbitos de la sociedad. En el caso de la violencia de género, por ejemplo, podemos trabajar con la educación para la salud, como hacemos en Andalucía con el programa ‘Forma Joven’ para la promoción de hábitos de vida saludable, con el que entramos en los colegios. Las conductas violentas tenemos que atajarlas desde la educación, es un problema que tenemos que resolver antes de que la mujer maltratada llegue a los servicios de urgencias”.
Formación en género y salud durante el Grado
La Facultad de Enfermería de la Universidad de Sevilla cuenta con una asignatura troncal y obligatoria, de seis créditos, denominada ‘Género y Salud’. Se imparte en el primer curso. “Es importante sensibilizar a los alumnos y aportarles el conocimiento necesario contra los conceptos erróneos que traen en materia de igualdad”, explica María Ángeles García-Carpintero Muñoz, profesora responsable de impartir la materia. “Posteriormente, en cuarto retomamos la formación, abordando casos prácticos de maltrato, simulando situaciones que las enfermeras se pueden encontrar en sus consultas y explicando cómo detectar la violencia y cómo trabajar con los protocolos”.
Fruto de todo el trabajo realizado en la puesta en marcha de estas asignaturas es el material didáctico vinculado con ellas, como el libro ‘Género y Salud. Apuntes para comprender las desigualdades y la violencia basadas en el género y sus repercusiones en la salud’, editado por Díaz de Santos y premio Rosa Regás de la Consejería de Educación de Andalucía a materiales curriculares por la igualdad. “El libro nos sirve para trabajar desde el punto de vista práctico con grupos pequeños de alumnos con los que abordamos la reflexión y las emociones, porque en género no se puede adoctrinar, sino reflexionar para cambiar modelos y actitudes de pensamiento”. Este libro se va a completar con un nuevo manual que verá la luz en los próximos meses.
Lee el reportaje completo en la revista Enfermería en Desarrollo
El trabajo del grupo de Género y Salud de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Sevilla forma parte de un monográfico sobre igualdad de género y violencia machista, publicado en el nº 17 de la revista Enfermería en Desarrollo, correspondiente a los meses de marzo a mayo de 2018.