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Salud mental domiciliaria

Pontevedra cuenta con una unidad de cuidados continuados que proporciona atención domiciliaria a las personas con patologías relacionadas con la salud mental

04 octubre 2021 / Número 28 6 minutos de lectura

La función del enfermero especialista en Salud Mental resulta básica en las unidades de cuidados continuados. Ellos son el enlace de sus pacientes con una sociedad que no siempre muestra la cara más empática con este tipo de enfermos. Incomprendidos para una mayoría por la imagen estereotipada que tenemos de ellos, los enfermeros especialistas en Salud Mental tratan de romper con esas barreras e integrar en lo posible a estos pacientes, para que puedan integrarse en un mundo que todavía los ve con cierto recelo.

 

Nunca es bueno generalizar. Esto cobra más sentido cuando nos referimos a personas que padecen enfermedades mentales, pero de forma excepcional, podrías decir que “son personas en las que la emotividad está presente en cada una de las situaciones que se les presenta en su vida cotidiana”, así habla de sus pacientes, José Luis Buceta, Enfermero Especialista en Salud Mental, y miembro de la unidad de cuidados continuados en el área norte de Pontevedra. Tras una larga conversación con él, tratando de entender su labor como enfermero en esta unidad, a esa frase habría que añadir que “como es normal en cualquier ser humano”. Pero es que, precisamente, cuando hablamos de salud mental la normalidad es el objetivo que conseguir.

 

En ese objetivo trabaja cada día un equipo compuesto por un enfermero Especialista en Salud Mental, un Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, un trabajador social y un Psiquiatra. Este equipo multidisciplinar forma parte de la unidad de Continuidad de Cuidados de Psiquiatría. Un dispositivo que forma parte de la red asistencial de Salud Mental, y que realiza un trabajo que es fundamentalmente la continuidad de los cuidados, basado en una filosofía de tratamiento asertivo comunitario. “Se trata de proporcionar unos cuidados en el medio en el que se encuentra inmerso la persona, es decir, el medio comunitario. A través de las visitas que realizamos en el domicilio, en el centro en el que se encuentre, en una pensión o en la calle, allí se abordan los diferentes problemas y prestamos la atención asistencial que forma parte de este dispositivo”, explica José Luis Buceta. Se trata de acercar los cuidados que recibirían en una estancia hospitalaria, en sus propios ámbitos domiciliarios. “Eso facilita el que no existan esas barreras esas resistencias que pueden existir cuando esa persona acude a una unidad de Salud Mental, centro de Atención Primaria, o a un servicio de urgencias. El trato es más directo más cómodo. Pedimos permiso para entrar en una parte importante de su vida y su espacio. Y todo se desarrolla en un ambiente de confianza en un ambiente en el que tenemos que reforzar ese vínculo relación terapéutica que hemos establecido con ellos”, nos explica José Luis Buceta.

 

Contra los prejuicios. El trabajo de todo este equipo lucha por romper con los estereotipos que tenemos formada la sociedad de las enfermedades mentales. De esta forma tratan de ayudarles a reintegrarse en la sociedad, facilitando su integración con el apoyo de esta unidad.

 

Estos cuidados evitan, en muchas ocasiones, el reingreso de estos pacientes, por eso reciben de forma muy positiva la llegada de estos equipos especializados, en sus propios domicilios. “Eso facilita el que no existan esas barreras o resistencias que pueden existir cuando esa persona acude a una unidad de Salud Mental, centro de Atención Primaria, o a un servicio de urgencias”. En su hábitat, el paciente encuentra más cómodo y el trato es más directo. “Pedimos permiso para entrar en una parte importante de su vida y su espacio. Y todo se desarrolla en un ambiente de confianza en un ambiente en el que tenemos que reforzar ese vínculo relación terapéutica que hemos establecido con ellos. Esto les permite vivirlo de una forma más cercana evitando las dificultades que puede entrañar el salir de su ámbito privado y acudir a un dispositivo más reglado”.

 

El perfil de las personas que reciben estos cuidados. Se incluye dentro de lo que se denomina trastorno mental grave o severo. Un grupo categorial que incluye varios criterios:

Los cuidados de Enfermería en estas unidades consisten en poner en marcha dos valoraciones. Por un lado, lo que son las necesidades básicas; Aseo, autocuidado, alimentación, descanso, las relaciones interpersonales. Lo que son las exigencias de la vida rutinaria y como las van desarrollando y afrontando.

En segundo lugar, una valoración de tipo psicopatológico. Se trata de identificar qué esferas pueden estar alteradas. Buscando alguna anomalía que pueda estar alterada en los diferentes campos, como el de la conciencia, la memoria, la atención, pensamiento, la sensopercepción, psicomotricidad, lenguaje. “Con esas dos valoraciones de forma simultánea lo que queremos hacer, es afrontar el estado físico, psíquico y social de esa persona, atendiendo a un carácter biopsicosocial por la integralidad de los cuidados que aplicamos”.

Aunque como sucede en otras unidades, ampliarla e incorporar nuevos enfermeros especialistas en Salud Mental resulta muy positivo para seguir creciendo y mejorando cada día, pues sin duda este tipo de recursos va a evitar otro tipo de asistencias como pueden ser las hospitalizaciones. “Es algo que está demostrado que el trabajo que realizamos en el medio en el que se encuentra la persona evita muchas veces que se produzcan descompensaciones y que esa persona recaiga de su propio proceso de enfermedad y necesite ser ingresado en una unidad de agudos. Por lo tanto, todo lo que sea aportar recursos tanto humanos como de creación de este tipo de dispositivos siempre va a repercutir en un beneficio sobre las personas con este tipo de patologías”, señala José Luis Buceta.

En este sentido es también reseñable que esta unidad de cuidado continuados es eficaz y segura. Con lo cual está ahorrando recursos económicos en comparación con lo que puede suponer un ingreso, mientras está ofreciendo un servicio seguro de gran calidad asistencial a los pacientes. “Todo proceso de desestabilización en una enfermedad de estas características supone el fenómeno que conocemos como puerta giratoria. Estas personas, al padecer esta enfermedad, cuando llegan a casa suelen abandonar el tratamiento al poco tiempo porque hay ausencia de conciencia de la enfermedad, y una falta de adherencia terapéutica. Eso supone al poco tiempo un reingreso en una unidad de hospitalización de agudos”, advierte Buceta, quien además apunta que precisamente esa es una de sus funciones “evitar que se produzcan este tipo de descompensaciones, actuar de una manera precoz, para evitar que se produzcan estas recaídas”.

 

La unidad de cuidados continuados trata de sacar la sanidad fuera de una fría habitación de hospital, acercando así, los cuidados a los pacientes de Salud Mental

 

A la vista de los resultados que están obteniendo todo es positivo. Los pacientes que están incluidos dentro del programa que llevan a cabo han reducido su número de hospitalizaciones.  “Personas que recaían y que estaban hospitalizados con una frecuencia bastante marcada, desde que están incluidos en este programa y establecemos un plan de objetivos con una atención que se proporciona semanal o quincenalmente, pues con eso conseguimos estabilizar y disminuir todos los factores de riesgo que pueden influir en que esa persona pueda volver a recaer”.

Actualmente, en el área sanitaria de Pontevedra hay 37 pacientes dentro de la unidad de cuidados continuados. Algunos de ellos están desde el 2008, año en el que debutó este equipo. Actualmente se está preparando un nuevo equipo que llevaría la zona de O Salnés. El equipo de Pontevedra está formado por una psiquiatra a nivel parcial, que proporciona atención a los pacientes del equipo de continuidad de cuidados y del hospital de día. Además, cuenta con una trabajadora social. A las visitas domiciliarias acuden el equipo de enfermería que está formado por un enfermero especialista en salud mental y un técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

 A nivel personal 

José Luis Buceta denota una gran pasión por su profesión. Su forma de hablar de los pacientes con los que trabaja cada día demuestra que además de la formación tiene la vocación y la empatía necesaria para que el resultado final acabe en éxito.  “Reporta sensaciones positivas en la medida en la que podemos poner en marcha diferentes tipos de programas o planes orientados a mejorar la calidad de vida de estas personas. 

El objetivo fundamental va a ser lograr el mayor grado o nivel de autonomía, en estas personas. Que esta discapacidad que se va instaurando poco a poco la podamos retrasar o amortiguar en la medida de lo posible”, concluye. José Luis Buceta es un ejemplo de todo lo que los enfermeros/as pueden hacer para mejorar la integración en la sociedad de estas personas. Como en tantas ocasiones, el trabajo de los enfermeros especialistas en Salud Mental resulta desconocido para la mayoría de población, y también para parte de los propios compañeros/as de profesión.

 

 

 

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