¿Qué tipo de paciente tengo? ¿Cómo es su cuidador principal? ¿Qué necesidades tienen ambos? ¿En qué les puedo ayudar? Son las preguntas que se plantea Beatriz González García, enfermera especializada de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid. De esta forma, individualiza los cuidados. “Mi función es acompañar a la persona con parkinson desde el momento en el que son derivados a la consulta de enfermería por el neurólogo. Me ocupo de su seguimiento, formación e información. En definitiva, del acompañamiento en todo el proceso de la enfermedad, promoviendo la continuidad asistencial”.
La Unidad de Trastornos del Movimiento de La Princesa está formada por tres neurólogas y una enfermera. “Como profesional especializada en la enfermedad de Parkinson, trabajo por patrones de salud. En una entrevista puedes detectar muchísimos problemas y prevenir posibles complicaciones. Por ejemplo, les proponemos que lleven un diario de las fluctuaciones motoras que tengan, lo que nos ayuda de manera objetiva a valorar cómo está respondiendo al tratamiento”.
Para Beatriz el seguimiento de las personas con parkinson “es muy importante, porque ayuda a mantener una buena adherencia al tratamiento”. Para ello, Beatriz les explica qué cuestiones pueden hacer para afrontar mejor la enfermedad, como “cantar para mantener la voz, realizar ejercicio físico. En todo esto los ayudamos”. Todo ello lo corrobora Rogelio, paciente de 62 años. “Han cambiado la visión que tenía de la enfermedad. Me han dado confianza y me han aportado la salud que tengo ahora y a prevenir posibles problemas. Vivo más tranquilo, con más confianza, gracias a las estrategias que me han enseñado para afrontar lo que me está ocurriendo”.
Talleres para pacientes
La actividad de la enfermera de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital de La Princesa, Beatriz González, se completa con la organización de dos talleres sobre prevención de caídas y mejora de la movilidad y de lectura. “Son dos talleres mensuales en los que les damos las herramientas para afrontar la enfermedad con autonomía y con la mejor calidad de vida posible”. Junto a su labor asistencial, Beatriz González ha participado en la creación del Grupo de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE). “Es una plataforma en la que queremos que participen todas las enfermeras interesadas en este tipo de pacientes, con el fin de generar nuevos conocimientos a través de la investigación”.
La Enfermería Especializada en Neurología es imprescindible
La Neurología como especialidad no se entiende en el último siglo sin el desarrollo de cada una de sus áreas de conocimiento. La complejidad en el diagnóstico y tratamiento de patologías como la epilepsia, el ictus o las demencias cada vez es mayor, y precisa de profesionales altamente cualificados para poder dar un trato adecuado a los pacientes. Es aquí donde toma protagonismo la Enfermería de Practica Avanzada que, como la define el Consejo Internacional de Enfermería, “es una enfermera especialista que ha adquirido la base de conocimiento de experto, las capacidades de adopción de decisiones complejas y las competencias clínicas necesarias para el ejercicio profesional ampliado, cuyas características vienen dadas por el contexto o el país en el que la enfermera está acreditada para ejercer”.
En nuestro Servicio de Neurología del Hospital Universitario de La Princesa hemos querido invertir una buena parte de nuestros recursos en potenciar la figura de la Enfermería en cada una de nuestras unidades. Así, por ejemplo, contamos con una enfermera responsable en la Unidad de Enfermedades Desmielinizantes (esclerosis múltiple), Memoria y Deterioro Cognitivo (Alzheimer), Enfermedad Cerebrovascular (Ictus), Cefalea (migraña) y Trastornos del Movimiento (Parkinson). El papel del profesional de enfermería se centra en la correcta implementación del tratamiento y en el seguimiento del paciente, así como formar e informar a pacientes y cuidadores sobre los cuidados necesarios para prevenir y mejorar los síntomas, y ofrecer pautas para que las personas afectadas puedan mejorar su calidad de vida y mantengan bajo control su enfermedad neurológica.
En la Unidad de Trastornos del Movimiento, la enfermera es fundamental a la hora de la instauración y seguimiento de tratamientos específicos en perfusión continua subcutánea o enteral, y seguimiento del paciente intervenido mediante estimulación cerebral profunda. La labor de Enfermería en la formación al paciente y cuidador mediante talleres grupales o individuales en la enfermedad de Parkinson, hace que se conviertan en copartícipes y más proactivos en su propio autocuidado, en el marco de la idea de “co-responsabilidad”. El papel del neurólogo en la enfermedad no da lugar a dudas en nuestro sistema sanitario actual, pero en ocasiones perdemos la figura de la enfermera especialmente formada en la enfermedad de Parkinson, que se ocupa de la educación para la salud de paciente y cuidador, primera línea ante problemas físicos o psicológicos, hace de hilo conductor entre los diferentes especialistas que tratan con el paciente, enlace con Atención Primaria y con Trabajo Social, entre otras muchas funciones.
El abordaje de la cronicidad, en el que las enfermedades neurológicas y en concreto las neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, cada vez va a tomar más protagonismo en nuestra sociedad envejecida, lo que nos obliga a optimizar nuestros recursos, ser más eficaces y eficientes en la atención al paciente. La figura de la enfermera especializada, por su papel dual de cercanía al paciente desde el conocimiento de la patología, jugará un papel crucial en la gestión eficiente de estos recursos sanitarios para conseguir los mejores resultados en salud. Estoy convencido que la figura de la Enfermería Especializada en Neurología será imprescindible en nuestros equipos en un fututo que ya está aquí.