El Servicio de Oncología Médica y Cuidados Paliativos de adultos del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza cuenta con una sala de estar para los pacientes y sus familiares, como ocurre habitualmente en todas las plantas de un centro de estas características. Como es común, también estos espacios son poco utilizados. En este contexto es donde comienza el trabajo de la enfermera Marta Ramos Fernández, en septiembre de 2015. “Apenas llevaba un año aquí. Los pacientes siempre estaban en su habitación. No salían de ella. Lo único que hacían era ver la tv. Fue entonces, cuando se me ocurrió la idea de utilizar la sala de estar que tenemos al final de la planta. Estaba vacía. Teníamos unos sillones y poco más. Planteé el proyecto a la dirección y me lo aprobaron. Propuse mejorar este espacio para convertirlo en un lugar más especial, que pudieran hacer suyo y al que pudieran ir todos los días para tener algún momento de esparcimiento”, explica Marta Ramos. “Al principio tenía un poco de miedo, porque no sabía si les iba a parecer interesante y si estaba planteando cuestiones que no me correspondían a mí. Pero la verdad es que gustó mucho y todo ha ido sensacional”.
“Convertimos la sala de estar en un lugar más especial, para que los pacientes y sus familias hicieran suyo para tener algún momento de esparcimiento”, resume Marta Ramos
La iniciativa no ha supuesto ningún coste adicional para el hospital. “Los servicios técnicos nos hicieron las estanterías para la biblioteca y el resto ha sido a base de donaciones de otros compañeros. Muchos nos dieron libros, otra compañera las plantas para la decoración, en la que hemos incluido mensajes positivos… También me ayudan en el día a día, pues cuando yo no estoy hay compañeras que se ocupan, por ejemplo, de llevar el periódico del día”. Además del Heraldo de Aragón, que envían todos los días, la sala cuenta con alrededor de 350 libros de diversas temáticas, juegos de mesa, televisión y radio”. El espacio está abierto las 24 horas del día.
La iniciativa está reportando muchas satisfacciones a Marta Ramos. Por ejemplo, el libro de sugerencias y agradecimientos va ya por su segunda edición. “El proyecto es muy gratificante, especialmente cuando ves que los pacientes utilizan la sala. Ahora salen mucho más de su habitación e interactúan entre ellos. Se conocen y comparten su experiencia. Esto es muy bueno para ellos. Cuando ves estos resultados, quieres seguir adelante e ir renovando todo. Cada día surgen nuevas ideas que pretendemos llevar a cabo poco a poco. Por ejemplo, hace unos días cambiamos la decoración y pusimos un panel para que los pacientes recomienden los libros que más les han gustado”.
Promoción de la salud
La formación como enfermera de Marta Ramos Fernández ha sido esencial para crear la sala de esparcimiento en la planta de Oncología. “Hace unos años realicé un experto en promoción de la salud, donde aprendí a hacer proyectos de salud. Esto me sirvió para plantear la iniciativa en mi hospital”.
Cambios que mejoran la vida de los pacientes
Los cambios introducidos por la enfermera Marta Ramos han mejorado el estado emocional de los pacientes. “Antes de emprender el proyecto, pasamos una encuesta donde el 80 % nos indicó que habían aumentado sus niveles de ansiedad. El 60 % manifestaba su apatía y el 55 % no encontraba ningún divertimiento y pasaba el día viendo la tv. Tras el primer año, volvimos a preguntar. Todos respondieron que la iniciativa había mejorado su estado emocional, el 64 % había disminuido su ansiedad y el uso de la biblioteca superaba en un 43 % al de la televisión”.