Opinión

Desconocimiento vs. falta de respeto

Año 1977. Los estudios de enfermería adquieren carácter universitario a través de la diplomatura, siendo necesaria una formación de 3 años para la obtención del título. Año 2007, con la adaptación de las enseñanzas universitarias al Espacio Europeo se produce nuestro pleno desarrollo formativo, con 4 años de formación teórico-práctica imprescindibles para la obtención del […]

31 agosto 2023 / Número 33 2 minutos de lectura

Año 1977. Los estudios de enfermería adquieren carácter universitario a través de la diplomatura, siendo necesaria una formación de 3 años para la obtención del título. Año 2007, con la adaptación de las enseñanzas universitarias al Espacio Europeo se produce nuestro pleno desarrollo formativo, con 4 años de formación teórico-práctica imprescindibles para la obtención del título de Grado. Año 2011. Se aprueba el Real Decreto que regula las enseñanzas oficiales de doctorado, y que permite obtener a los profesionales de Enfermería el título de Doctor o Doctora, con carácter oficial y validez en todo el territorio nacional.

Agosto 2023. La revista Diez Minutos publica en un crucigrama de su página de pasatiempos la definición: «Asistenta del médico», de nueve letras y como respuesta correcta «enfermera».

Puede que casi medio siglo no sea demasiado tiempo si utilizamos como referencia la Historia de la Humanidad. Sin embargo, parece un periodo más que razonable para que los responsables de una publicación, cualquier publicación, demuestren respeto por las enfermeras.

Señor Vicente Sánchez Caro, director de la mencionada revista, no tengo ninguna animadversión por las «asistentas del médico», si es que tal cargo existe, pero le aseguro que ésa no es una enfermera.

Las enfermeras y enfermeros somos los profesionales sanitarios responsables directos de los cuidados de salud de las personas, y tenemos plena autonomía profesional y científica. Formamos parte de una profesión autónoma dentro del conjunto de profesiones sanitarias, que trabajamos coordinadamente con el resto del equipo sanitario.

Se me hace difícil entender cómo una revista con casi 500.000 lectores en 2022, según los datos publicados por Statista, puede poner tan poco cuidado en la elaboración de la misma. La verdad es que los pasatiempos, y el resto de la revista «se me hizo bola», y aún no he podido tragarla.

Otros países sí reconocen y respetan nuestra formación y competencias. Quizás por eso la demanda de profesionales formadas en España aumenta cada año para trabajar en cualquier país del mundo. Debe ser que fuera de España no necesitan asistentas del médico, sino enfermeras.

Le invito a que observe un poco más de cerca todo lo relacionado con mi profesión empezando, si le parece, por echar un vistazo a nuestra revista, donde conocerá algunos ejemplos.

Somos más de 300.000 en este país, y estoy segura de que ninguna se identifica como asistenta del médico, y todas sentimos cosas parecidas al tropezarnos con definiciones como la que nos regala su revista.

Primero experimentas asombro e incredulidad, lo que te obliga a una segunda lectura, tras la cual comienza la rabia, que puede venir seguida de cierta sensación de hartazgo por la situación tantas veces repetida.

Y te preguntas hasta cuándo, cuánto tiempo se tarda en cambiar una idea instaurada con fuerza en la comunidad, cuánto en modificar la imagen que la sociedad tiene de una profesión. Y te respondes que seguramente se trata de restos, vestigios del pasado, que seguramente será la última vez que lo veas. Al fin y al cabo, puede que medio siglo sea poco.

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