‘¿Qué pasa cuando te pasas?’ es el lema y la finalidad de las jornadas de sensibilización de la población adolescente sobre las consecuencias del consumo de drogas y alcohol que organiza cada año, desde 2012, el Departamento de Enfermería de la Universitat Internacional de Catalunya en su campus de Sant Cugat. Su última edición, celebrada esta primavera, contó con la participación de 336 alumnos de bachillerato y ciclos formativos de escuelas de Cataluña y con el trabajo, voluntario, de 72 alumnos de los cuatro cursos del Grado de Enfermería de la UIC.
“Todo surge coincidiendo con nuestro décimo aniversario como Departamento de Enfermería. Queríamos celebrarlo dando protagonismo a nuestros estudiantes. En paralelo, asistimos a la presentación de un informe del Ayuntamiento de Sant Cugat sobre el consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes. Nos llamó la atención que los jóvenes, cuando se pasan del límite, no llaman a sus padres o a los servicios de emergencias, sino que ellos mismos atienden a sus amigos. Ahí surgió la idea: dotarlos de herramientas para atender a los compañeros que se han excedido. Pensamos en unas jornadas para concienciar a los alumnos de enseñanza secundaria. Para llegar a ellos mejor, empleamos la metodología del aprendizaje entre iguales. Son nuestros estudiantes quienes imparten los talleres que diseñamos”, explica Encarna Rodríguez, subdirectora del departamento de Enfermería.
Durante una mañana, el campus de la UIC abre sus puertas a los alumnos de secundaria. Las actividades comienzan con una escenificación de abuso del alcohol. Posteriormente, participan en cinco talleres de 30 minutos sobre las consecuencias del alcohol, reanimación cardio-pulmonar, primeros auxilios, simulación de una discoteca y abuso de las nuevas tecnologías provocado por los excesos. “Estamos muy satisfechos, forma parte de nuestro compromiso social como departamento y universidad, realizamos nuestra aportación contando lo que sabemos, sensibilizando y mejorando el conocimiento de los jóvenes, por ejemplo, sobre RCP”.
Una comisión organizadora de doce alumnos es la encargada de convocar a los voluntarios y diseñar la estructura de los talleres, con el apoyo de los profesores y del resto de estudiantes. David Martínez, Enric Muniente y Marc Stierle, estudiantes de tercero de Grado, forman parte de esta comisión. Es una experiencia “muy enriquecedora, porque trabajas con jóvenes como tú a los que transmites tus conocimientos de forma cercana y lúdica, lo que resulta muy efectivo”, destaca David. “Logramos una conexión más próxima que los profesores y se identifican mejor con nosotros”, completa Marc. “Aprendemos a trabajar en equipo, uno de los aspectos más valorados en enfermería”, subraya Enric.
Creatividad de los estudiantes
La simulación de la discoteca se creó a propuesta de los alumnos de la comisión. “Primero se divierten bailando. Subimos su adrenalina. Después, proyectamos un audiovisual con las consecuencias de tomar la mala decisión de conducir en estado etílico. Ocurre el accidente. Entonces, un miembro de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico explica cómo perdió a su hijo”, explica Enric. “Queremos que tomen sus decisiones con responsabilidad”, añade Marc.
La importancia de la RCP
El taller de RCP tiene como objetivo mejorar el conocimiento de los jóvenes sobre las técnicas de reanimación. Para ello cuentan con la colaboración del Sistema de Emergencias Médicas de Cataluña. “La tasa de conocimiento que tiene la población es bajísima. Dices, hay que intentar hacer algo, porque mañana la víctima puedo ser yo. Dependemos de cuatro minutos, del conocimiento de la primera persona que te pueda atender”, subraya la profesora Encarna Rodríguez.
Fomento del rol docente
Los estudiantes de enfermería son los responsables de impartir los talleres de la jornada, un hecho que les resulta muy enriquecedor para su futuro, como asegura David Martínez. “Desde el punto de vista formativo, esta experiencia me ha permitido, como coordinador, adquirir habilidades para saber liderar un equipo. Ahora tenemos una asignatura obligatoria que es el rol docente. Gracias a estas jornadas lo estamos desarrollando, ya que es muy distinto adquirir unos conocimientos en un aula a tener que explicarlos y transmitirlos a jóvenes de tu misma edad”. En todo momento, los alumnos están acompañados por un profesor, según indica Encarna Rodríguez. “Siempre hacemos una exposición oral previa, ensayada, para que el estudiante se sienta seguro. En cada taller, siempre hay un profesor que sigue su desarrollo y que solo interviene al final, si es necesario, para realizar aclaraciones”.