Emoción. Esa es la palabra que define de la forma más acertada lo que se vivió la tarde de ayer, 9 de mayo, en el interior de los Cines Capitol de Madrid. La IV edición del Festival de Cortos de Enfermería y Fisioterapia Premios Hygeia consiguió reunir a cerca de 700 personas que no quisieron perderse la oportunidad de vivir, en directo, la entrega de los galardones.
La velada comenzó puntual y con un halo de nerviosismo e ilusión que podía palparse en el ambiente. La bienvenida corrió a cargo de la directora de Enfermería en Desarrollo, Yolanda Núñez, que, ataviada con su bol de palomitas y refresco extragrande, arrancó las carcajadas del público nada más comenzar. Con un tono más serio, sus palabras se centraron en el fin del estereotipo de la enfermería. “Forma parte de nuestra historia, pero debe ser eso: historia”.
Tras un vídeo que presentaba, en pantalla grande, los orígenes del festival, hizo su aparición en el escenario la presentadora. La reconocida actriz Antonia San Juan se dirigió al público con un humor sutil y muy elegante que, de nuevo, conseguía que la sonrisa permaneciera presente.
Comenzaba la entrega de premios. La primera categoría de la noche fue Amateur, entregada por la directora de teatro y profesora TAI Escuela Universitaria de Artes Alejandra Prieto. El corto ‘Un solo día’, de José Tomás Rojas, se alzó con la victoria. Visiblemente emocionado, José subió al escenario acompañado de su hijo y de la actriz protagonista del corto, que nos refleja un día completo de trabajo de Inés, una enfermera comunitaria, que está preparada para cualquier faceta de la enfermería de Atención Primaria. ¡Y en formato cine mudo!
La segunda categoría en desvelarse fue Documental, de la mano del compositor musical de cine y televisión y miembro del jurado Juan Antonio Simarro. El corto elegido fue ‘Ángela’, de la fisioterapeuta Leticia García Carballo. Ángela es una paciente de 7 años que llega a rehabilitación después de sufrir una amputación bilateral de ambas piernas y una afectación severa en el movimiento de sus brazos por una sepsis meningocócica. La pequeña quiso subir al escenario y recoger el galardón junto a Leticia, protagonizando uno de los momentos más emotivos de la gala. “Eres una gran mujer, aunque todavía no lo sabes” fue una de las grandes frases que le dedicó Leticia durante la recogida del premio.
La entrega continuó con la categoría Mejor Guion. El miembro de la Academia de las Artes Escénicas de España y concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Santiago Alonso, le entregó el galardón a Guadalupe Blázquez Díaz, autora del corto ‘La rutina diaria. Batalla’, que muestra el estrés que se vive, a diario, en una planta, donde se tienen pacientes de todo tipo y no siempre se les puede atender con la agilidad que se quisiera. Una reivindicación en tono de humor que gustó al público y, claro está, al jurado.
El premio a Mejor Corto de la noche fue a parar a manos de Abraham Arenas Hernández, por ‘Las enfermeras también’. El galardón fue entregado por la Secretaria General de la Unión de Actores y Actrices de España, Silvia de Pé. Como detalló Abraham, la obra pretende mostrar “casos tan graves como el de este paciente”, pero valiéndose del humor, siempre con mucho respeto. “La vida, con sus particularidades, hace que se produzcan situaciones divertidas que pueden hacer de un momento tenso algo único e inolvidable”, apostilló.
Faltaba un último galardón, aunque no había expectación por saber quién lo recibiría, ya que se trataba de la Mención Especial del Jurado, desvelada antes de la gala. La recibió el corto ‘Vivir en positivo’, de Beatriz Rodríguez Hernández, cuya temática es el fin de la estigmatización ante enfermedades invisibles como el VIH. El galardón lo entregó la directora ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería, Amelia Amezcua, quien aprovechó para recordar que “todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido prejuicios o estigma, y por eso este corto ha conseguido llegarnos el corazón”.
Sara León, directora de formación y miembro del Patronato de Fuden, se dirigió a los asistentes para clausurar el evento y agradecer, una vez más, que su participación y motivación hagan posible celebrar los Premios Hygeia. Un alegato en el que unió la profesión enfermera al cine y resaltó el valor de que ese nexo se consolide en el tiempo.
El broche final lo puso la música, a cargo de La Mississippi Dixie Jazz, que consiguió levantar al público al más puro ritmo del Nueva Orleans de los años 30.