“Quería explorar otra manera de trabajar, diferente a los métodos tradicionales que conocemos todos”. La búsqueda de este objetivo condujo al enfermero Julián Sanz Franzi a diseñar un juego sobre nutrición, en el que la persona que lo maneja aprende sobre alimentación mientras va superando diferentes pantallas. El videojuego se llama ‘Villi Adventures‘ y ya está disponible en su versión de pruebas en formato app para sistemas Android, en Google Play.
El vídeojuego es el resultado del proceso formativo seguido por Julián, tras finalizar el Grado de Enfermería en la Universitat Internacional de Catalunya. “Comencé a trabajar en Atención Primaria, que es el ámbito que más me atraía. Teníamos muchos pacientes crónicos, a los que asesorábamos en temas de nutrición o en procesos como abandonar el consumo de tabaco. Empleábamos el material del CAP, en muchos casos hojas impresas con dietas. Pero si querías realizar un seguimiento no tenías el tiempo necesario para ello y al final no podías enseñar a una persona a alimentarse mejor y a interiorizarlo todo. Empecé a investigar cómo elaborar material para informar mejor y en menos tiempo, facilitando así la consulta. En ese camino, encontré una start-up, PlayBenefit, dedicada a procesos de gamificación en materia de salud. Uno de sus objetivos es hacer divertidos procesos que no lo son para que los usuarios los completen. Colaboré con ellos y conocí otra manera diferente a los métodos tradicionales de trabajo”. De forma paralela, Julián comenzó a estudiar un máster en dirección de empresas para emprendedores “porque quería hacer mi propio proyecto relacionado con los videojuegos de salud. Hice el plan de empresa, el estudio de mercado y localicé un estudio especializado en videojuegos en Madrid, formado por un programador, un diseñador y un artista, y comencé a trabajar con ellos en Villi Adventures”.
“Quería explorar otra manera de trabajar, diferente a los métodos tradicionales que conocemos todos”. Así surgió Villi Adventures
El resultado es un videojuego visual y atractivo, en el que el usuario mejora sus conocimientos de nutrición mientras juega. “La información que le damos está basada en un algoritmo sobre la tabla de composición nutricional de los alimentos, que nos sirve para objetivar los datos que mostramos. Lo hemos hecho lo más simple posible. Nuestra intención es generar una comunidad e ir introduciendo las mejoras que los usuarios nos vayan demandando. Ya tenemos la tecnología, el arte del juego y cómo funciona. A partir de esta base, podemos desarrollarla de forma muy diversa”. De hecho, Julián lo tiene claro. “Los personajes de los alimentos son muy vistosos. La villies, las microvellosidades del intestino, también son protagonistas. Podemos escribir historias contadas por ellos. Por ejemplo, explicarle a un niño con la enfermedad de Chron qué es esta patología, a través de relatos más amigables. Es una forma diferente de hacer promoción de la salud”.
Con esta experiencia, Julián Sanz Franzi está escribiendo un libro. “Estoy documentando todo el proceso, pues estoy aprendiendo muchos temas que en el Grado no se abordan por falta de tiempo. Quiero animar a la enfermería a emprender más, con proyectos propios y una visión más amplia de la salud”, concluye.
Un videojuego educativo sobre nutrición
A modo de simplificación, el funcionamiento del videojuego es similar al Candy Crush, según explica Julián Franzi. “Solo que cuando pasas de pantalla accedes a cartas que están relacionadas con la nutrición. Puedes desbloquear un plátano, por ejemplo. El diseño es muy atractivo para el usuario. La información es muy visual. Por ejemplo, tienes cinco estrellas que indican la calidad del alimento y su nivel de recomendación. Ves unas barras de energía que equivalen a sus kilocalorías… Todo ello, con la idea de que el paciente se lo pase bien mientras juega y aprenda, de manera muy intuitiva, mejorando sus conocimientos sobre nutrición. Es una forma diferente de hacer promoción de la salud”.