Más de treinta años impartiendo Enfermería Geriátrica en la Universidad de Barcelona (UB) avalan la trayectoria de la profesora Misericordia García Hernández. Comenzó en 1984, cuando la diplomatura en enfermería estaba dando sus primeros pasos y esta asignatura no era obligatoria, si bien en la Escuela de Enfermería de la UB sí tuvo esta consideración desde el primer momento. “La evolución ha sido gigante. Cuando empezamos, la geriatría era muy poco conocida en España, era una especialidad médica relativamente nueva. Por descontado, la especialidad de enfermería no existía. Se tenían que hacer muchas cosas en ese momento, porque no había ningún programa de atención específico para el anciano, ni desde el mundo de la salud ni desde el ámbito social. Era un momento de grandes descubrimientos e innovaciones. Había un gran aumento de las personas mayores de 65 años y una tendencia al sobreenvejecimiento de la población. Sin embargo, casi nadie elegía este trabajo. Hoy, tenemos nuestro reconocimiento, conocemos la importancia de trabajar con las personas mayores. Existen numerosas instituciones y programas y vamos a más. Lo que entonces ya se veía ahora está claro, el gran envejecimiento de la población”, analiza Misericordia.
La consolidación de la especialidad es uno de los principales retos actuales de la enfermería geriátrica, reconocida como tal en 2005. “Llevamos años formando especialistas. A las comunidades autónomas les decimos que son los profesionales idóneos para determinados puestos de trabajo, por lo que deben crear estos perfiles. Pero, claro, esto es un problema de voluntad política. Si no quieren, no hay ninguna ley, a nivel del estado español o de Europa, que obligue”, demanda. “La Geriatría es necesaria en todos los ámbitos, no solo en las unidades específicas. En un hospital te encuentras personas mayores en todos los servicios, salvo Pediatría y Obstetricia. Y en Primaria, debe haber enfermeras geriátricas para dar soporte cuando estamos ante grandes dependencias”.
El ámbito socio-sanitario y la Ley de Dependencia
En muchos casos, el ámbito socio-sanitario, de las residencias de mayores, no reconoce la necesidad de contar con cuidados expertos. Para Misericordia García esta realidad debe cambiar. “Antes ingresaban personas válidas. Sin embargo, ahora son grandes dependientes, con necesidades de atención sanitaria, no solo sociales. Aquí es donde un enfermero especialista en geriatría puede hacer su trabajo, favorecer que la persona pueda autocuidarse, dentro de sus posibilidades, potenciando y gestionando sus capacidades residuales para no hacerla más dependiente. Por ello, es necesario que el sistema socio-sanitario dependa de Sanidad y no de Servicios Sociales”, argumenta Misericordia, apuntando también a la Ley de la Dependencia. “Tiene una gran amplitud de miras, pero se ha implementado con la crisis y no se cumple ni una cuarte parte. Es necesario que haya instituciones con plazas suficientes para atender a las personas con dependencias. Nuestro reto es comenzar a ver en ellas a los especialistas”.
Las enfermeras especialistas en geriatría favorecen el autocuidado de las personas dependientes y potencian sus capacidades residuales para evitar que crezca su dependencia. Por eso son tan necesarias
Interés de los estudiantes
Lograr el interés de los estudiantes es una de las asignaturas que debe superar la Enfermería Geriátrica en la Universidad. “Como profesores, nuestro gran objetivo debe ser que cuando finalicen su formación, los alumnos cambien su visión de la vejez, pues llegan con los mismos estereotipos que tiene la sociedad. Al principio les cuesta. Luego, son más receptivos. es normal que les atraigan otros aspectos de la enfermería. Yo les digo que primero se consoliden como enfermeros, en un hospital, que es el gran aprendizaje, y luego ya opten por la especialidad”, explica Misericordia García. En la actualidad, desde la Universidad de Barcelona, está tutorizando una tesis sobre el dolor del paciente de Alzheimer en casos avanzados. En la suya, estudió la incontinencia urinaria en las personas institucionalizadas, con una incidencia del 92 %.
Más de treinta años de trayectoria de Misericordia García
Junto a su trayectoria como profesora de Enfermería Geriátrica en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona (UB), Misericordia García Hernández, ha sido presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontología, que precisamente en 2017 cumplió treinta años. En la actualidad, es responsable de su grupo de especialistas. Además, también ha sido presidenta de la Comisión Nacional de Enfermería Geriátrica y Comisionada de Acción Social y Envejecimiento de la UB. En la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN), fue una de las coordinadoras de la Línea de Especialización en Enfermería Geriátrica y Gerontológica.