En este número, vamos a desarrollar el tercer y último de los niveles que completa la estructura del modelo profesional de cuidados.
Tercer nivel: Elementos del cuidado
El tercer nivel organizativo de la estructura del modelo profesional de cuidados es un nivel con una vocación eminentemente práctica en su enfoque de utilización en la clínica, ya que está compuesto por los elementos operacionales de la metodología enfermera.
Se trata del nivel más específico, donde se concretan los instrumentos que permiten utilizar los elementos conceptuales definidos en los dos primeros niveles de la estructura organizativa, a través de las “Etapas” (Nivel I) y las “Fases” (Nivel II).
Estos dos primeros niveles de la estructura del modelo profesional de cuidados permiten dar contestación y concretar “qué” se realiza durante el proceso general de atención a los cuidados, mientras que el tercer nivel aborda la cuestión de “cómo” se realiza.
El seguimiento ordenado y estructurado de las “Etapas” que componen el primer nivel de la estructura del modelo profesional de cuidados, informa de los planteamientos generales que se siguen durante el desarrollo del proceso, definidos mediante una secuencia lógica que les da sentido y garantiza los resultados obtenidos.
Por su parte, la descripción de manera jerarquizada de las “Fases” que componen cada una de las “Etapas” permite concretar las actuaciones requeridas que deben desarrollarse para la consecución de los planteamientos generales fijados.
Las estructuras integrantes del tercer nivel, denominadas “Elementos del cuidado”, informan de los recursos y los medios existentes para la consecución de las actuaciones reflejadas en cada “Fase” del proceso, informando de cómo debe desarrollarse cada “Fase”.
Estos “Elementos del cuidado” permiten:
– Hacer realidad las relaciones y vinculaciones teóricas definidas entre las diferentes “Fases” del proceso de cuidados.
– La aplicación en la realidad de la práctica clínica de los cuidados de cada una de las Fases del Proceso.
El Departamento de Metodología Enfermera los define como:
“Elemento del Cuidado: Estructuras existentes dentro de cada una de las fases del proceso general de atención al cuidado y que permiten su desarrollo clínico como proceso integral autónomo e integrado”.
Los elementos del cuidado existentes en cada Fase son los siguientes:
– Fase de valoración:
Criterio de valoración – Variable del cuidado – Dato clínico del cuidado.
– Fase diagnóstica:
Problema de cuidados – Etiología del problema – Sintomatología del problema.
– Fase de planificación:
Resultados de cuidados – Indicadores de resultados.
– Fase de ejecución:
Intervenciones enfermeras – Actividades enfermeras.
HERRAMIENTAS Y TÉCNICAS SANITARIAS PARA LA VALORACIÓN ENFERMERA Ficha de valoración enfermera nº 2 |
Herramientas y técnicas sanitarias de valoración
3. Potenciales Evocados Visuales (PEV).
a) Descripción. Se trata de una exploración neurofisiológica muy sensible y totalmente indolora que permite medir la actividad del nervio visual mediante el registro de la actividad bioeléctrica cerebral producida tras una estimulación luminosa.
Es la única prueba clínicamente objetiva existente para valorar el estado funcional del sistema visual.
Permite detectar tanto la presencia de anomalías visuales (cualquier problema que se interponga entre el estímulo y el registro en corteza occipital), como afectaciones subclínicas de la vía visual (esclerosis múltiple) y retrasos en la transmisión de los potenciales (procesos desmielinizantes), tanto a nivel bilateral, como de un único ojo.
Al registrar las variaciones de potencial aparecidas en la corteza occipital provocada por la presencia de un estímulo sobre la retina, permite evaluar la función visual en niños, personas con retraso mental y pacientes afásicos. También puede distinguir entre pacientes con ceguera psicológica y los que la padecen por una causa orgánica.
b) Técnica de realización.
Primero, se colocan una serie de electrodos o sensores en la parte posterior de la cabeza, en la región occipital, y otro en la zona anterior y común a todos los demás, que son los encargados de recoger las variaciones bioeléctricas y transmitirlas a un aparato para su procesamiento.
A continuación, y dependiendo de la posibilidad de colaboración de la persona, se procede de diferente manera:
• En personas colaboradoras:
El estímulo más frecuentemente utilizado es una imagen en damero (tablero de ajedrez), con cuadros en blanco y en negro que van alternándose,
ya que consiguen evocar potenciales grandes y reproducibles. Es lo que se denomina potenciales evocados visuales Pattern (PEV PATTERN).
En estos casos, una vez colocados los electrodos, se sitúa a la persona frente a la pantalla de un ordenador en la que aparece el tablero de ajedrez que parpadea intermitentemente, con un punto guía en el centro del tablero.
Se realiza la exploración de cada ojo por separado, por lo que se ocluye alternativamente cada uno de los ojos, dejando libre el ojo que va a ser estimulado.
La estimulación comienza cuando los cuadrados comienzan a alternarse rítmicamente de forma y color, según una frecuencia establecida, quedando fijo el punto guía en el centro de la pantalla.
Se suelen utilizar dos series de cien estímulos por cada ojo y en dos frecuencias espaciales diferentes para el tablero de ajedrez, es decir, una frecuencia baja con cuadrados grandes y en menor número y una frecuencia alta con cuadrados más pequeños y en mayor número.
Se le pide a la persona que mire fijamente al punto guía, procurando no perderlo de vista ni distraerse con el movimiento alterno de los cuadrados, debiendo permanecer atento y concentrado.
• En personas no colaboradoras:
Cuando existe una imposibilidad de colaboración o de ver la pantalla con el damero, se utilizan otro tipo de estímulos para provocar las respuestas evocadas.
En estos casos se obtienen potenciales evocados visuales denominados Flash (PEV FLASH) que se caracterizan por su gran variabilidad entre las personas y en su morfología, por lo que únicamente permite determinar la llegada del estímulo luminoso a la corteza cerebral, y comparar la respuesta de ambos ojos en busca de asimetrías.
El estímulo utilizado suele ser un estroboscopio o flash, en lugar de la pantalla con el tablero de ajedrez, que se sitúa frente al ojo a estimular quedando el otro ojo tapado, generando las series de destellos luminosos establecidas. La colocación de los sensores o electrodos en el paciente es similar al PEV PATTERN.
c) Interpretación de resultados obtenidos.
En los PEV PATTERN se identifican normalmente tres picos, con variación sucesiva de la polaridad negativa-positiva-negativa respectivamente, con latencias de los picos de 70 ms, 100 ms y 135 ms. La P-100, o primera positividad que ocurre en latencia alrededor de los 100 ms, es la más constante y útil en el estudio clínico. Su latencia normal varía entre 89 y 114 ms con una amplitud de 3-21 uV. y un rango de diferencia máxima entre los dos ojos de 6.
En los PEV FLASH (con destello), los resultados presentan grandes variaciones morfológicas y de sus latencias, por lo que la información obtenida por este método es más cualitativa que cuantitativa.
Para la VISIÓN CERCANA (inferior a los 30 cms.):
La visión cercana puede verse afectada por la presencia de diversas patologías o defectos visuales (hipermetropía, astigmatismo, etc.), pero también se altera de manera fisiológica con la edad, en lo que popularmente se conoce con el término de “vista cansada”.
A partir de los 40 años de edad existe una pérdida fisiológica de visión cercana, originada por una disminución en la capacidad de acomodación del cristalino del ojo, que se denomina presbicia, y que debe ser corregida para asegurar la visión en esa distancia.
En cualquiera de los casos, la medición de la pérdida se realiza mediante test validados con párrafos de diferente tamaño de letras que permite conocer la necesidad de corrección visual cercana de la persona, como la cartilla de Jaeger.
Registro normalizado. Variables del cuidado
–0801 Alteraciones sensoriales.
Variable del tipo “Sí/No” para reflejar la existencia de problemas en la funcionalidad de alguno de los sentidos corporales de la persona.
–0802 Problemas de visión.
Variable del tipo “Sí/No” para registrar la presencia de alteraciones en el sentido de la vista (disminución de la agudeza o el campo visual de la persona, alteración cromática, etc.).
Ficha resumen del dato clínico
HERRAMIENTAS SANITARIAS | REGISTRO NORMALIZADO | DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA | |||
Optotipos –Test de dibujos y objetos: Pigassou Rossano Weiss Tarjetas Allen. Juego de la E. –Test de letras: Test de letras de Snellen Escala optotipo Wecker –Test de visión cercana: Cartilla de Jaeger | Código 0801
| Descripción Alteraciones Problemas de visión | Patrón percepción de la salud –Riesgo de lesión –Riesgo de intoxicación –Proteccion de traumatismo –Riesgo de caídas –Protección ineficaz –Riesgo de retraso en el desarrollo | ||
Transparencia de medios –Reflejo rojo | Patrón actividad –Deterioro de la ambulación –Deterioro habilidad para la traslación –Déficit de autocuidado: alimentación –Déficit de autocuidado: baño –Déficit de autocuidado: vestido –Déficit de autocuidado: uso del inodoro | ||||
Potenciales evocados visuales –Con colaboración (Pattern) –Sin colaboración (Flash) | Patrón autopercepción –Ansiedad –Temor |
Bibliografía sugerida
– Arribas, A. et al. “Diagnósticos enfermeros normalizados”. 1ª ed. Editorial FUDEN. Madrid 2012.
– Arribas, A. et al. “Valoración enfermera estandarizada. Clasificación de las variables del Cuidado”. 2ª ed. Editorial FUDEN. Madrid 2012.
– Grosvenor T., Optometría de atención primaria. Elsevier. España, 2004.
– Gallego Lago Irene, Zarco Villarosa Diego, Rodríguez Salvador Vicente; “Simulación y disimulación en oftalmología: técnicas ambulatorias de diagnóstico”. Editorial Glosa, S.L., 2005
– Reynoso J, Gaston D, Murray Gaston Daniel “Reflejo Rojo Pupilar y Agudeza Visual” Editorial Académica Española, 2012.
– Perea J, “Estrabismos” J. Perea García, 2008.
– Torres, Lucy “Impedimentos Visuales” Isla Negra Editores, 1999.