Te encuentras con otros cuatro compañeros, todos estudiantes de enfermería, encerrados en un aula de la facultad. Tienes treinta minutos para salir de ella. Para lograrlo, debes ir resolviendo diferentes pruebas, relacionadas con la materia de una asignatura, por ejemplo, de Enfermería del Adulto. El profesor ha explicado todos los conceptos en clase. Tú los has estudiado ya y los has repasado previamente con el resto del grupo. No sólo debes salir en menos de media hora, sino que quieres ser uno de los tres grupos más rápidos, pues tendrás la opción de saber tres, dos y una de las cincuenta preguntas del examen final. Así funciona la prueba de escapismo diseñada para sus alumnos por el profesor José Luis Gómez Urquiza en la Facultad de Enfermería de Ceuta. “Siempre estoy pensando en motivarlos para venir a clase, en hacer la docencia más entretenida y acorde con los tiempos que vivimos. Soy aficionado a las salas de escapismo y se me ocurrió plantearles un reto de este tipo. Es fácil adaptar las pruebas al ámbito docente, especialmente en enfermería, que tiene muchas implicaciones prácticas y técnicas que puedes incluir en el juego”.
La prueba la realizaron los alumnos de segundo curso de Grado y su respuesta fue muy positiva, como indica Rocío de la Rubia Ruiz, integrante del equipo que salió más rápido. “Fue una sorpresa. Estamos encantados, no solo porque el juego nos ha obligado a estudiar sino también por la forma novedosa de impartir clase. Puedes aprender y disfrutar al mismo tiempo. Además, te integras más con los compañeros, porque tienes que trabajar en equipo para salir de la habitación”.
En el planteamiento de las pruebas, José Luis Gómez Urquiza volcó el temario práctico que había impartido previamente. “Por ejemplo, una de las pistas se encuentra en la boca del muñeco de RCP, porque en los seminarios vemos la importancia de que no haya objetos extraños obstruyendo la vía aérea. Otra está vinculada con la colocación de los electrodos en el orden correcto para realizar un electrocardiograma. Al hacerlo bien, obtienes la clave de un ordenador que lleva a otra pista… Así todas. Trato de volcar todo el temario para motivarlos y que estudien con ganas, porque saben que se van a enfrentar a un reto y que no va a ser únicamente llegar a un examen para responder unas preguntas. Para ellos, también era un desafío ser el grupo que invirtiera menos tiempo en salir de la habitación”. Así lo corrobora Rocío de la Rubia. “La prueba del electrocardiograma fue la más compleja, pero cuando la resolvimos y salimos en 24 minutos fue una sensación increíble”.
El papel del malvado Dr. Urquiza
El profesor José Luis Gómez Urquiza ha convertido una de las aulas de la Facultad de Enfermería de Ceuta en una sala de espapismo para los alumnos. José Luis es ‘el malvado doctor Urquiza’, un investigador que obtuvo una beca para desarrollar un medicamento para la cura de miembros necróticos transformándolos en un plástico muy similar a los naturales. Sin embargo, al cabo de los años se corrompió y emplea ahora el tratamiento para convertir a personas en cadáveres de plástico y venderlos como muñecos de práctica a universidades extranjeras. Para desenmascararlo, los alumnos deben emplear los conocimientos previamente adquiridos en las clases. Aunque la actividad le ha supuesto quintuplicar las horas docentes previstas, José Luis está muy satisfecho con la respuesta de sus estudiantes.
Otras pruebas
Al margen de esta actividad, José Luis Gómez Urquiza suele organizar otras dinámicas similares. “Una de ellas ha sido una clase de investigación en la que los estudiantes eran inspectores de policía y debían averiguar la causa de la muerte de una persona hallada sin vida en su piso. También he adaptado a la enfermería el juego de mesa Time’s Up que consiste en averiguar el nombre de personajes famosos, series, películas… Lo he adaptado a una asignatura y así consigo que repasen antes del examen”. Sobre esta actividad preguntamos a Rocío de la Rubia Ruiz, justo antes de participar en ella. “Hemos estado repasando. Antes del juego vamos a quedar todos para poner en común la materia y consensuar estrategias de comunicación. Todo es en horario extraescolar, pero no es un esfuerzo, porque es una motivación increíble”.