Este sábado, 20 de junio, es el Día Mundial de los Refugiados. En este ámbito, la enfermería tiene mucho que aportar. Así lo manifiesta José Siles González en esta entrevista concedida a Fuden Tv:
La inteligencia emocional es una de las líneas de investigación de José Siles. Sobre ella seguimos hablando con él y a partir de aquí van fluyendo con facilidad otros muchos temas: “Estoy trabajando en la inteligencia emocional, pero sin emplear una metodología cuantitativa, que es lo que se suele hacer. Al contrario, nos referimos a emociones y sentimientos. Los americanos ya han comenzado a estudiarlos a través de la poesía de los cuidados, especialmente un grupo de enfermeros brasileños desde la Academia Internacional de Escritores y Poetas Enfermeros. La poesía de los cuidados es la herramienta que estoy empleando, pues es más pertinente. Lo propio de la enfermería es la interacción directa con las personas. Esto genera sentimientos y emociones de muchos tipos. Para estudiarlos, podemos emplear herramientas cualitativas como el diario reflexivo o, concretamente, la poesía de los cuidados, que es la expresión de los sentimientos generados por nuestro trabajo. Así, tenemos que canalizarlos de manera que no se enquisten, siendo capaces de trabajar todo este material de manera positiva, integrándolo en nuestro proceso de aprendizaje personal y profesional, pues las dos dimensiones están totalmente unidas. Tenemos que tomar conciencia de que nuestras emociones y sentimientos están ahí. Posteriormente, encontrar los medios para expresarlos y trabajarlos de una manera intersubjetiva. ¿Esto qué quiere decir? Pues dentro del trabajo entre enfermero y paciente, en similares situaciones, ver qué sentimientos expresan los diferentes profesionales que las han vivido. Esto es lo que denominamos intersubjetividad, la socio-poética. Es el último escalón, una manera de objetivación. Es decir, no vemos lo que le pasa a una persona, sino lo que sienten diferentes personas en situaciones similares. Esto es lo que estoy trabajando en talleres. De alguna manera, podemos equiparar a la enfermería con el arte. Pero nuestra materia prima no es un lienzo, no es el barro… Nosotros trabajamos con lo más frágil y delicado, el ser humano. Esto es lo maravilloso de nuestra profesión”.
La inteligencia emocional es la etapa actual en la que se encuentra José Siles González, el camino que está abriendo su trayectoria académica centrada en los fundamentos históricos y antropológicos de la Enfermería en la cultura de los cuidados. Fue en 1996, cuando publicó el libro ‘Pasado, presente y futuro de la enfermería’. Entonces, ya planteaba un análisis epistemológico de la historia de la enfermería, otra de las cuestiones en las que ha profundizado. ¿Se han cumplido las previsiones? ¿Cómo ha evolucionado finalmente la profesión en estos últimos veinte años? “Cuando escribí esta obra nos encontrábamos en una situación de extrema marginalidad. En cierto modo, senté las bases de lo que luego iba a ser mi trayectoria posterior. Mi intención era vertebrar una enfermería desde su propio corazón, creciendo de manera vetebrada. Para ello, es importante emplear la epistemología, en un momento en el que este concepto no es muy conocido, donde tenemos una visión muy biomédica, alejada de lo que para mí significa nuestra profesión. Al ser también historiador, adapté esta disciplina a la enfermería para acercarme a la historia de nuestra profesión. Soy muy obsesivo con esto. A nivel teórico me gusta profundizar en las raíces. Antes de buscar documentos, datos o hechos, tienes que saber muy bien epistemológicamente lo que estás haciendo. ¿Historia de qué? Porque hay mucha historia de la enfermería que lo es de otros temas. Es historia de las técnicas, pero no de la enfermería, por ejemplo. Hay que vertebrar muy bien el proceso, tener claras las coordenadas para no perderte en el mar de datos…”.
En este punto es donde surge la cuestión de la historia del estado actual de la enfermería en España y sus principales rasgos históricos, cuya riqueza subraya José Siles. “La historia de la enfermería española tiene un carácter extremadamente original. Es única en el mundo. Somos la síntesis entre una enfermería religiosa, que era líder mundial desde las primeras reformas sanitarias emprendidas por Felipe II, y una enfermería paramédica, de cirugía menor, integrada por barberos sangradores, ministrantes o practicantes, a los que en técnica no hay quien los supere. Entonces, vas a unir esa ética enfermera religiosa, reflejada desde el punto de vista holístico hasta el último detalle en valiosísimos reglamentos de la época sobre el cuidado corporal y espiritual, con unas habilidades técnicas que no tenían en ningún país. ¿Por qué hay tanta demanda extranjera de enfermeros españoles? Al margen de por las circunstancias laborales de nuestro país, porque estamos muy preparados. Tenemos un gran nivel técnico y nos faltaba ese humanismo religioso desde unos esquemas profesionales. Es lo que yo denomino el humanismo profesional”.
Enfermería y arte:
“Podemos equiparar a la enfermería con el arte. Pero nuestra materia prima no es un lienzo, o el barro. Trabajamos con lo más frágil y delicado, el ser humano. Esto es lo maravilloso de nuestra profesión”, afirma José Siles
De nuevo, aparece en José Siles el interés por el principal objeto de la enfermería, el ser humano. “No debemos tener miedo al contacto con la persona. A veces parece que si lo hacemos así estamos entrando en cuestiones domésticas, en una relación de padre e hijo. Ese contacto lo tenemos que hacer desde un punto de vista humanístico. Debemos ser conscientes de que nuestro sujeto de trabajo es el ser humano, y con él mantenemos un contacto continuado, no de higos a brevas. Nadie permanece tanto tiempo con las personas como los enfermeros. Esto es lo que había que reinterpretar partiendo del holismo de la enfermería religiosa, de su fortísima motivación y su ética que funde los cuidados corporales y espirituales. Esto es lo que estamos haciendo poco a poco, aunque todavía los estudiantes den más importancia a la técnica que a la parte holística. Los alumnos vienen de una sociedad que todavía no sabe lo que es la enfermería. En este sentido queda mucho por hacer. Es cierto que hay muchas instituciones que están trabajando el tema de los medios de comunicación. Es necesario que la sociedad tenga una imagen patanegra, como digo yo, de nuestra profesión, para que posteriormente pueda reclamarla en beneficio propio. Este desconocimiento tiene una raíz histórica. La enfermería nunca ha ocupado posiciones de poder o privilegiadas. Siempre ha dependido de otros facultativos. Esto por un lado. Y por otro, la mala imagen que hemos tenido. Entra en Google y pon enfermera, a ver qué sale. Tenemos un problema y debemos trabajar mucho. Yo soy optimista. La situación está cambiando bastante y más que lo hará. Por ejemplo, entramos en la Universidad en 1977. Ya tenemos una trayectoria, pero aún no contamos con catedráticos de Enfermería en los tribunales. Seguimos estando fuera. Esto ha sido un crecimiento invertebrado. Estamos fragmentados porque no hemos partido de lo que realmente es el núcleo de la enfermería. Muchos piensan que esto es pura teoría, que no sirve para nada, pero no es así. Esto es enormemente práctico. Debemos partir de la idea de la enfermería. La transdisciplinariedad es irrenunciable. Es decir, debemos adaptar la historia o la psicología al núcleo de la enfermería. Esto es la transdisciplinariedad, porque otra cuestión es la multidisciplinariedad, pues yo no puedo enseñar Anatomía a un enfermero igual que lo hago a un médico. Tengo que adaptarla a las necesidades de la enfermería. De nuevo, tenemos que hacer ese esfuerzo epistemológico, adaptando el conocimiento al núcleo de nuestra profesión”.
La revista ‘Cultura de los cuidados’
La revista de enfermería y humanidades ‘Cultura de los cuidados‘ es otro de los ejes del trabajo de José Siles. Creada en 1996, contiene en el nombre de su cabecera otra de las obsesiones de su creador. “La cultura de los cuidados. Además de la publicación, en la Universidad de Alicante tenemos un grupo de investigación sobre la materia y hemos tenido un programa de doctorado, que he coordinado y en el que se han formado muchos enfermeros doctores”.
José Siles González:
“La sociedad aún desconoce qué es la enfermería. Tenemos mucho trabajo por hacer al respecto”
Faceta narrativa
Al margen de la enfermería, José Siles destaca también por su faceta como poeta y narrador. Innumerables son las obras publicadas desde su primigenia “Resaca estigia” en 1986. “Lo hago de una manera vivencial”, nos confiesa. “Necesito la escritura para superar todas las contradicciones que uno se va encontrando en la vida. Me ha ayudado mucho. Desde joven tenía esa inquietud y con ella sigo”. Con su obra ha obtenido premios como el Café Iruña de Bilbao con ‘La última noche de Erik Bikarbonato’ o el Ciudad de Villajoyosa con ‘El hermeneuta insepulto y otros relatos’. Este último, obtenido en 1992, guarda una anécdota que resume el carácter de José Siles. “Fue un premio importante, de 600.000 pesetas. Entonces, yo invertía las pagas extra y demás en matrículas de universidad, el doctorado… Incluso tenía que recurrir a la ayuda familiar para pagar algunos recibos, así que imaginaos lo bien que me vino ese dinero. Fue algo… Algunos premios me he llevado, pero yo no es eso lo que busco”. Su última novela, ‘Kartápolis, la enfermera del San Simón’, tiene como protagonista principal a una enfermera. “Es una obra con la que me he quedado muy a gusto”, nos indica.