Usted ha suscrito un pacto por la sostenibilidad y calidad del Sistema Nacional de Salud con representantes de la enfermería y la medicina. ¿Qué motivos le han llevado a promover este acuerdo y a contar, por primera vez, con la enfermería para suscribir un acuerdo de esta importancia?
Se trata de un acuerdo histórico, al que la Enfermería se ha querido unir junto a la Medicina y la Farmacia, como una de las principales profesiones sanitarias. Es fundamental promover un gran Pacto por la Sanidad, por la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, al que pretendemos adherir a todos los agentes del sector, incluidos los pacientes. Un pacto que hemos comenzado con el acuerdo con los colectivos profesionales más importantes que suman en torno a 565.000 personas. Unos profesionales que, en todas las encuestas y barómetros del CIS, están entre los mejor valorados por los ciudadanos.
En el acto de firma del acuerdo, usted dijo que no sería flor de un día, sino una hoja de ruta ambiciosa que beneficiará a todos los ciudadanos. ¿En qué les va a beneficiar? ¿Cómo lo van a ver reflejado en su atención sanitaria?
Los acuerdos se desarrollan a través de tres grandes ejes: el Pacto por la Sanidad, el desarrollo de los profesionales y la gestión clínica. Los acuerdos alcanzados en estas tres grandes áreas irán, sin duda, en beneficio de los pacientes y la atención que reciben: en primer lugar, se beneficiarán del compromiso que supone sacar la sanidad del debate partidista y que todos, incluidas las fuerzas políticas, rememos en la misma dirección. También será positivo contar con una mayor cualificación de nuestros profesionales, por la apuesta decidida por mejorar su formación, su desarrollo profesional y condiciones laborales, así como por planificar las necesidades de recursos humanos a diez o veinte años vista. Para este objetivo será una herramienta decisiva el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios. Contaremos con un capital humano más implicado, más participativo, mejor formado, más incentivado… Y todo ello redundará en la calidad del servicio que preste. Se van a beneficiar, por último, de la implantación de un sistema de gestión integrado que sitúa como protagonista al paciente, que supone un enfoque más eficiente de la asistencia, que tiene protocolizada la práctica clínica. En definitiva, estos acuerdos se han firmado por y para el ciudadano como usuario de nuestro Sistema Nacional de Salud.
Para las enfermeras, ¿qué va a suponer su aplicación en el día a día?
Las enfermeras y enfermeros van a ver aún más reforzado su papel en el ámbito asistencial. Está ya en trámite el Proyecto de Real Decreto de uso, autorización y autorización para la dispensación de medicamentos y productos sanitarios. se está potenciando el desarrollo de las especialidades de enfermería, para lo que ya se están desarrollando pruebas para el acceso por la vía extraordinaria a los diferentes títulos (geriatría, al final del pasado ejercicio) o con la próxima aprobación del programa formativo en la especialidad de Enfermería de Cuidados Médico-quirúrgicos. El espacio sociosanitario también abrirá nuevos campos de actividad profesional, en este sector. La próxima regulación de los Diplomas de Acreditación y Acreditación avanzada, así como del desarrollo profesional, van a suponer también pasos importantes, al igual que la incorporación de los enfermeros a las unidades de gestión clínica.
La sostenibilidad y calidad del sistema sanitario público implica afrontar desafíos como el envejecimiento de la población o la cronicidad. ¿Qué oportunidades va a generar esto para las enfermeras?
Como el propio pacto señala, la profesión enfermera es un referente fundamental en la atención sociosanitaria que, a su vez, es uno de los grandes desafíos de nuestro sistema sanitario. Por ello, el papel de los enfermeros se reforzará para dar respuestas eficaces en los cuidados de larga duración, cada vez más necesarios por el aumento de la cronicidad y el envejecimiento de la población. Estos profesionales tienen mucho que aportar, por su experiencia en la gestión de casos, en el trabajo en equipos multidisciplinares, en la hospitalización de media y larga estancia y en la atención domiciliaria.
La administración tiene “deudas históricas” con la enfermería, como las especialidades o la prescripción enfermera. ¿Cree que efectivamente son deudas históricas? ¿Ve posible un paso adelante en este sentido?
Es cierto que varias normas, como la Ley de Garantía y Uso Racional del Medicamento, por un lado y, la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y el Real Decreto 450/2005 ya preveían su desarrollo. Como comentaba antes, el proyecto de Real Decreto de uso, autorización y dispensación de medicamentos y productos sanitarios ya se está tramitando y, por otra parte, se están adoptando medidas de gran calado para el más amplio desarrollo e implantación de las especialidades de enfermería.
Otra deuda histórica con la enfermería es la adecuación de los ratios enfermera-paciente a las recomendaciones internacionales. ¿Por qué no se ha abordado y se ha priorizado en las políticas desarrolladas hasta ahora?
La planificación de recursos humanos es fundamental y, en este sentido, el Proyecto de Real Decreto del Registro Estatal de Profesionales Sanitarios será un instrumento clave para planificar necesidades de profesionales en el medio y largo plazo. Con él, podremos analizar con rigor las ratios de enfermería entre los distintos Servicios de Salud y, las de éstos con las de la UE. En este sentido, sin embargo, conviene aclarar que la cualificación de todos los profesionales de enfermería en el entorno de la UE no es idéntica, ya que en algunos países se incluye a otras profesiones.
La enfermería está asumiendo nuevas competencias y nuevos perfiles profesionales en respuesta a las necesidades y demandas de la población. Por ejemplo, enfermeras gestoras de casos o escolares. ¿La implantación de estos perfiles implicará una mejora en la salud de la población y en la gestión eficiente del Sistema Nacional de Salud?
Los enfermeros especialistas en atención familiar y comunitaria, y los especialistas en geriatría deben ser profesionales capacitados para enseñar, supervisar, investigar y liderar los cuidados destinados a pacientes mayores en situaciones complejas, la promoción de la salud, prevención y rehabilitación de la población, así como para la gestión de los servicios socio-sanitarios, fomentando la correcta utilización de los recursos. Ello supondrá una mejora en
la gestión del Sistema Nacional de Salud y en la calidad de los indicadores y resultados en salud.
Los enfermeros españoles son muy valorados por su cualificación académica y por su competencia laboral. Esto provoca que sean muy demandados en otros países. Nuestro sistema no tiene un lugar para ellos y no se beneficia de su aportación. ¿Es un tema que le preocupa? ¿Tienen previsto abordarlo de alguna forma?
Tal y como está recogido en el Pacto, impulsaremos el empleo de los profesionales enfermeros. En concreto, al potenciar las competencias enfermeras en el Sistema Nacional de Salud: gestión de camas, atención domiciliaria, gestión de casos, triaje en los servicios de urgencias, gestión de recursos materiales, etc. También se promoverá el trabajo enfermero en el sector socio-sanitario: en centros de día, media y larga estancia, equipos de valoración de la dependencia, etc. Otra vía será la promoción de la presencia de los enfermeros en el sector educativo, como personal necesario para aportar asistencia y asesoramiento a todo el alumnado, incluidos los alumnos con necesidades sanitarias especiales.
Como Ministra de Sanidad, ¿qué espera usted de las enfermeras en el contexto actual y en el futuro?
La enfermería constituye uno de los colectivos profesionales más importantes de nuestro Sistema Nacional de Salud. En primer lugar, es el más numeroso y, sin duda, es uno de los ejes fundamentales en torno a los que ha de mejorar nuestro Sistema Sanitario. Uno de los retos para el futuro que debemos abordar con urgencia es el de coordinar la sanidad y los servicios sociales, de manera que caminen juntos y no en paralelo, para dar respuesta al envejecimiento de la población, el aumento de la esperanza de vida y de la cronicidad. En todos estos desafíos, la presencia activa de los profesionales de enfermería va a ser decisiva.
¿Y qué pueden esperar las enfermeras de usted y de su Ministerio?
Además de trabajo y compromiso con nuestro Sistema Sanitario universal, público, gratuito y de calidad, la voluntad de cumplir lo comprometido y lo pactado: impulsaremos la formación especializada y continuada de la enfermería, la mejora de su cualificación, la regulación de sus nuevas funciones y, también, la mejora del empleo y al desarrollo profesional de los enfermeros y enfermeras.