Calidad percibida

Terapias con animales para mejorar la calidad de vida

Un equipo multidisciplinar del CAP Bordeta/Magraners de Lleida, formado por una médico, una enfermera y un fisioterapeuta, utiliza la terapia asistida con animales para tratar a pacientes mayores de 65 años.

31 octubre 2014 / Número 3 3 minutos de lectura

Candy, Heidi y Trevol son los nombres de los perros que intervienen en las sesiones de Terapia Asistida con Animales del Centro de Atención Primaria Bordeta/Magraners de Lleida. La iniciativa pretende mejorar la calidad de vida de un grupo de pacientes mayores de 65 años, polimedicados, con dolor osteoarticular crónico. Es un proyecto único en la sanidad pública española, llevado a cabo por un equipo multidisciplinar formado por la médico de familia Maylos Rodrigo, la enfermera Belén Malla y el profesor de grado de Fisioterapia de la Universidad de Lleida Carles Casanova. “Es muy interesante que un centro de atención primaria, perteneciente al sistema público de salud, organice estas actividades que nunca antes se habían desarrollado. Hemos aprendido para mejorar y ofrecer mejor atención y así poder argumentar la calidad de los servicios que prestamos a nuestros pacientes”, afirma Belén Malla.

La iniciativa surge a propuesta de la doctora Rodrigo en 2008, tras formarse como Técnico en Terapia Asistida con Animales. “La presencia del animal genera un ambiente terapéutico más distendido y relajado; facilita la relación con el terapeuta; capta la atención de los pacientes; resulta altamente motivador y consigue los objetivos de forma más rápida y agradable”.

El equipo 

La experiencia muestra la importancia de los equipos multidisciplinares. “Amplías el campo de actuación, aumentas tus conocimientos, favoreces las relaciones profesionales, mejoras la coordinación de los proyectos y planteas otros nuevos”, resume la enfermera Belén Malla.

En este sentido, los beneficios de la terapia son múltiples, añade Carles Casanova. “La interacción con los perros favorece un recuerdo más positivo de la actividad, implicando un nivel emocional en la misma que facilita su aprendizaje. Además, disminuye la tensión arterial, la ansiedad, el estrés y el estado álgico. Como catalizadores motivacionales, los animales inciden en la responsabilidad y la resistencia en la ejecución de los ejercicios, facilitando la adquisición de una actitud resiliente frente a los signos y síntomas de las patologías crónicas como el dolor y la alteración funcional de las actividades de la vida diaria”.

Desde 2008, el equipo ha llevado a cabo tres proyectos. En primer lugar trabajaron con pacientes geriátricos con deterioro cognitivo que viven en una residencia de ancianos o en sus propios domicilios. Posteriormente, lo hicieron con niños discapacitados de un centro de educación especial. Y, en estos momentos, la experiencia se efectúa, por primera vez en las instalaciones del centro de salud, con pacientes mayores de 65 años.

Experiencia única 

Para la enfermera Belén Malla se trata de una experiencia única: “Me ha permitido participar en un nuevo campo de actuación, alejado de la actividad de la consulta, que es más clínica y tradicional. He comprobado en primera persona el bienestar que reflejan las caras de los pacientes cuando trabajan con el animal”. Así lo expresa también Carles Casanova: “Ha sido muy gratificante al compartir la atención a las personas con animales y vivir esta interacción con un magnífico equipo de profesionales. Ha permitido plasmar la evidencia científica de esta terapia, observando un gran potencial terapéutico, de ahí la necesidad de profesionalizarla”.

Por último, para Maylos Rodrigo la experiencia demuestra “que la atención primaria de salud puede desarrollar proyectos de TAA que favorezcan el trabajo de equipos multidisciplinares”.

Resultados

Maylos Rodrigo expone con claridad la utilidad del proyecto. “Dado el aumento de personas ancianas es importante aplicar recursos que potencien las relaciones sociales, estimulen la comunicación y la actividad física para evitar caídas, disminuir el dolor osteoarticular crónico y mejorar la calidad de vida. La TAA es útil para mejorar la función física, social, emocional y cognitiva de ancianos, niños con necesidades especiales y personas con discapacidad o riesgo de exclusión social”:

Evidencia científica

Los tres proyectos realizados se han diseñado como estudios de investigación. De hecho, el actual trabajo con pacientes mayores de 65 años es un ensayo clínico con un grupo de intervención que participa en la terapia con animales y otro grupo de control.

Además, el CAP Bordeta/Magraners participó en la organización del I Congreso Internacional de Profesionales de la Salud en Intervenciones Asistidas con Animales y Perros de Alerta Médica, celebrado en Lleida en 2013.

Etiquetas: enfermeria geriatrica,terapias con animales