Un equipo saludable, que genera entornos positivos con los pacientes y promueve la humanización son algunas de las características que definen el trabajo del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Valme en Sevilla. Estos valores han sido doblemente reconocidos en la sexta edición de los Premios Hospital Optimista, donde la supervisora de Enfermería, Rocío Cordero, ha logrado el primer premio en la categoría de Mánager Optimista y, a nivel general, Pediatría ha obtenido el tercer premio al Mejor Servicio Sanitario. «Nosotros estamos muy enfocados a generar un ambiente optimista, con empatía. Esto lo trasladamos a los pacientes, pues la base de nuestros cuidados es la humanización. Estamos muy satisfechos con estos reconocimientos, porque es un refuerzo a todos los proyectos que estamos llevando a cabo y al trabajo en equipo que estamos desarrollando», valora Rocío Cordero. «Es una distinción al trabajo en equipo, a un estilo de liderazgo y una forma de hacer que aporta energía y busca la satisfacción de todos. Para mí es muy importante, porque la evaluación se realiza a través de encuestas anónimas y he recibido una buena valoración de mis compañeras».
Rocío lleva alrededor de seis meses en la supervisión, y aproximadamente un año y medio como enfermera en la unidad, a la que llegó tras 18 años en las urgencias extrahospitalarias del área de Valme y en las propias urgencias del hospital. En este tiempo, en Pediatría ha emprendido iniciativas dirigidas a modelar una organización saludable. El primer proyecto estuvo relacionado con la covid-19. «Había mucho desconcierto. Se desconocía el virus. Teníamos que ponernos los epi… Cuando ingresaban los niños las pruebas para descartar el contagio tardaban más… Al impacto de estar en un hospital había que añadirle nuestro aspecto con los trajes de protección. Los niños se asustaban y decidimos explicar todo con un cuento». La historia, titulada ‘Eres muy valiente’, con ilustraciones de la pintora María del Río Lameyer, explica a los pequeños cómo va a ser su estancia en la unidad. «Primero nos presentamos como su enfermera. Los situamos en el hospital y les hablamos de todo el equipo de profesionales. Les decimos que los vamos a cuidar para que se pongan bien, les hablamos del virus y de que nuestro objetivo es luchar contra él para que los niños no enfermen. Para ello tenemos nuestras armas, como los gorros, las gafas. El libro tiene un laberinto en el que les enseñamos a cumplir las normas, cómo ponerse la mascarilla, lavarse las manos… La última parte es en la que supera el virus y regresa a casa, porque son muy valientes. Los dibujos están en blanco y negro, para que los puedan colorear. Al final, ellos entienden todo, de manera sencilla. y no tenemos que volver a explicarles nada». El cuento aún lo siguen utilizando y lo han distribuido por otras unidades del hospital.
Aquí puedes escuchar la entrevista que realizamos a Rocío Cordero sobre el libro en el podcast Sanará Mañana, de Frecuencia Enfermera Radio:
Rocío Cordero:
«Los premios de la Fundación Hospital Optimista suponen el reconocimiento a la motivación, compromiso y esfuerzo de los profesionales del servicio de Pediatría por continuar apostando por una atención humanizada, pese al contexto de la pandemia que condiciona el incremento extraordinario de su dificultad»
Capacidad de adaptación frente a la covid-19
Las restricciones provocadas por la covid-19 también han condicionado actividades como las habituales visitas de deportistas, presentadores de tv y otras personalidades públicas al hospital, especialmente en épocas como la Navidad. Esto también lo resolvieron. «Durante las fiestas, todos los días teníamos programada una actividad y no nos queríamos quedar sin ella. Por ello, decidimos protagonizarlas nosotras. Diseñamos un plan de humanización navideño, confeccionamos un paquete de regalos con adornos para la habitación, concursos de decoración de mascarillas, otro de felicitaciones…. Una parte del equipo se encargó de celebrar Papá Noel y otro de los Reyes Magos. Conseguimos dar regalos a todos los niños, que estaban encantados».
En el día a día, una de las actividades más destacadas es el cuentacuentos, que surgió gracias a la colaboración de Isabel Orta Peral, enfermera de la unidad de Salud Laboral. «Isabel es una artista. Tiene un grupo de whatsapp con más compañeras en el que lee poemas. Conversando con ella, surgió la idea del cuentacuentos. Le encantan los niños y conseguimos que colaborara con nuestra unidad. Primero, graba los cuentos y, posteriormente, los reproducimos en las habitaciones con una tablet. Su implicación ha sido enorme. Hasta se ha inventado un traje de cuentacuentos», destaca Rocío. «A mí siempre me ha gustado ser payaso y, mira por donde, al final he podido convertirme en enfermera-payaso. Una amiga me personalizó el pijama de enfermera y me hizo una caricatura y, ahora, cada vez que puedo, me disfrazo de cuentacuentos». La experiencia no es nueva para Isabel, pues justo tenía ya un grupo de teatro por whatsapp llamado ‘El teatro de los sueños’, donde graba cuentos para los niños de sus compañeras. «De ahí surgió todo y ahora he comenzado a escribir mis propias historias», explica. «Está resultando una experiencia increíble. A mí me da la vida. Cuando surgen este tipo de proyectos siempre destaco que en el hospital trabajamos de muchas formas, es un lugar de vida, no es un espacio triste de dolor, enfermedad o muerte. También hay mucha alegría y lo formamos muchas personas con ganas de seguir adelante».
Todas las actividades que hemos nombrado, hasta el momento, están enfocadas a los niños. Ahora, están trabajando en nuevas iniciativas enfocadas a los padres, como adelanta la supervisora Rocío Cordero. «Vamos a abrir una biblioteca de adultos, para que ellos tengan también la posibilidad de leer, al igual que sus hijos. Por otro lado, también suelen participar en los talleres que organizamos en la escuela del hospital, como el de relajación, que hacemos por la mañana. Aquí contamos con la colaboración de las dos profesoras, que también se están implicando en el plan de humanización».
Este tipo de iniciativas son las que han permitido a la Unidad de Pediatría del Hospital de Valme destacar en los premios de la Fundación Hospital Optimista. «Supone el reconocimiento a la motivación, compromiso y esfuerzo de los profesionales del servicio de Pediatría por continuar apostando por una atención humanizada, pese al contexto de la pandemia que condiciona el incremento extraordinario de su dificultad», concluye Rocío Cordero.
Trabajo en equipo
En total, el equipo está formado por 31 enfermeras y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, para las 38 camas de ingresos con las que cuentan. «La verdad es que es impresionante la implicación que estoy encontrando en todas las compañeras para sacar adelante los proyectos que vamos planteando. Todo es trabajo en equipo. Tan solo tienes que plantear la idea para que surja la forma de ejecutarla».
Isabel Orta:
«En el hospital trabajamos de muchas formas, es un lugar de vida, no es un espacio triste de dolor, enfermedad o muerte. También hay mucha alegría y lo formamos muchas personas con ganas de seguir adelante»
Palabras que acarician
Además del cuentacuentos, la enfermera Isabel Orta tiene otros proyectos vinculados con la poesía y el lenguaje para hacer frente a la pandemia. «Todo comenzó en marzo de 2020. Primero creé un grupo de whatsapp llamado ‘Poemas anticovid’. Todos los días sobre las 7:30h, les grababa un poema. Cuando llegó junio y todo se calmó dejé de enviarlos y ahora he empezado de nuevo. Estamos todos muy cansados y decidí crear una nueva iniciativa que denominé ‘Palabras que acarician’. La mentalidad y el objetivo son los mismos: abrazar, acariciar y besar a mis compañeros sin miedo a contagios. Todas las mañanas les envío un poema y los viernes estoy leyendo ‘Platero y yo’», explica. «Ahora me estoy dando cuenta de la envergadura de todo. Inicialmente, era yo quien seleccionaba los poemas, pero te diría que ahora son ellos los que me eligen a mí. Tengo varios autores preferidos, especialmente Gloria Fuertes, y, después, he ido descubriendo a grandes autores como Luis Cernuda, Mario Benedetti o Juan Ramón Jiménez. A nivel de Sevilla, me gustan mucho los cuentos de Raquel Díaz Reguera. Sus historias siempre tienen un trasfondo importante».
Al margen de la literatura, Isabel también es aficionada a la música y a la fotografía. De hecho, realizó una exposición sobre el Camino de Santiago que cada año realizan enfermeras y pacientes del Hospital de Valme y que ha viajado por toda la provincia de Sevilla. En esta muestra, que también recogimos en las páginas de Enfermería en Desarrollo, combinó dos de sus facetas; la fotografía y la poesía, pues cada imagen iba acompañada por un poema.