Trabajo enfermero

Prevención: la piedra angular de la salud

Laura Mallada es enfermera en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Oviedo desde hace 17 años. Siente que su cometido debe ir más allá, por lo que focaliza parte de su trabajo en realizar numerosas campañas de Promoción de la Salud, con el objetivo de detectar precozmente patologías de origen no laboral

24 enero 2023 / Número 31 3 minutos de lectura

La asturiana Laura Mallada Rivero es doctora por la Universidad de Oviedo. Complementó su formación de posgrado con una especialidad oficial en Ciencias de la Salud, especialista en Enfermería del Trabajo, un máster en Prevención de Riesgos Laborales y un máster en Investigación en Medicina. Hace ya 17 años que encontró su sitio, ocupando un puesto fijo en su alma mater, concretamente en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Oviedo. Allí, desarrolla su actividad en Vigilancia de la Salud y Prevención de Riesgos Laborales, además de realizar una intensa labor asistencial y formativa.
La enfermería laboral es su motor, y lo supo desde siempre. “Desde que estaba estudiando la carrera, hace 20 años, cuando todavía se le llamaba “enfermera de empresa”. Primero trabajé en servicios de prevención ajenos, donde ves a muchas empresas; policías, personal de supermercados… es muy variado el tipo de riesgos que tienen cada uno”. Dos décadas después, su elección sería la misma. “Estoy totalmente realizada en mi trabajo”, asegura, sobre todo porque ve que puede cambiar ciertas cosas. Recuerda, por ejemplo, cuando “decidimos comprar desfibriladores en la universidad”. En un primer momento, “parecía una apuesta arriesgada, ya que requieren un gasto y una formación con acreditación a los empleados”. Las cifras, que casi nunca son amigas de las causas nobles, indican que los aparatos se utilizaron con éxito en parada cardíaca “tres veces en diez años”, pero, como bien dice nuestra entrevistada, “en el momento en el que le salvaron la vida a un compañero, ya mereció la pena el esfuerzo”.

Lo que más me ha marcado en mi vida profesional fue ganar el Premio Enfermería en Desarrollo en 2018

El lugar que merecemos
Iniciativas como esas son las que Laura se empeña en implementar en su universidad. Sin olvidar que continúa luchando “para que las enfermeras en la universidad seamos Grupo 1”. Y no piensa rendirse. “Me darán los 60 años luchando por esto”, prevé con humor, aunque el trasfondo es muy serio. “Se nos sigue viendo de segunda. Somos un profesional titulado, la mayoría especialistas, y aún estando en el ámbito académico sigo viendo este tipo de cosas. Te frustra mucho”, confiesa.
Sin embargo, Laura no es de las que se dejan abatir. Sin perder de vista ese objetivo, va consiguiendo, poco a poco, otras victorias. “Dentro de la Unidad Básica de Salud, junto con mis compañeros, llevamos a cabo numerosas campañas de promoción de la salud, dirigidas fundamentalmente a la prevención del riesgo cardiovascular -sedentarismo, obesidad, tabaquismo, hipertensión, diabetes- y a la prevención y detección precoz de otras enfermedades -patología prostática, osteoporosis, cáncer colorrectal, patología auditiva-, que han tenido una amplia acogida entre el personal universitario”, asegura. La finalidad es “ayudar, dar a conocer y detectar precozmente patologías de origen no laboral”. Un total de 3.300 personas, entre profesorado y personal de administración y servicios, están a su cargo. “Nuestro jefe directo -el de la Unidad- es el delegado del rector de Coordinación Biosanitaria, que coincide que es médico. Es catedrático de Medicina del Deporte, y eso hace que nos entienda mejor a la hora de presentar campañas”. No se queja de apoyo, de hecho, reconoce que “las piedras que nos podemos encontrar en el camino nunca son de ellos. Te dejan ser muy independiente. Tú presentas proyectos y, luego, presentas resultados”, porque las cifras siguen siendo importantes.

Mallada trabaja en la Universidad de Oviedo junto a un equipo multidisciplinar

“Lo mejor que me ha pasado”
Entre sus próximos objetivos, nos cuenta, “tenemos prevista la campaña de prevención de glaucoma y la de patología auditiva”, además de “seguir con la que empecé este 2022, que salió muy bien, sobre el cribado del cáncer de colon”. Campaña en la que participaron más de 200 personas, entre las que se detectó un cáncer asintomático, que ya se operó. “Ese profesor no sabía nada, y te pones a pensar qué habría pasado si no hubiéramos hecho esa campaña. La verdad es que te sientes muy bien cuando consigues hacer ese tipo de cosas”, comparte emocionada.
Con toda su trayectoria y sus logros, Laura asegura -y dice que no es por regalarnos los oídos- que lo que más le ha marcado en su vida profesional fue “ganar el premio Enfermería en Desarrollo”, en 2018, en la categoría de Iniciativas Corresponsables, por su trabajo “Asistencia de enfermería en buques oceánicos durante el rescate a migrantes”. Un mérito que es totalmente suyo y de sus compañeros.
Si le preguntamos cómo se ve en cinco años, reafirma la satisfacción que nos mostraba al comienzo de esta entrevista; se ve “exactamente igual”. “Alguna vez, me entra la rabieta, cuando siento que nos valoran poco -a las enfermeras-, pero es que me gusta mi trabajo”. Está convencida de que “cuando disfrutas tu trabajo, eres un tipo de persona diferente”, y no titubea al afirmar que “lo mejor que me ha pasado es sacarme la oposición, tener mi plaza y hacer, cada día, lo que me gusta”.

 

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