Llegué al Hospital Guadarrama procedente de Atención Primaria, donde venía ocupando un puesto de gerente en un Área de AP de Madrid. Además era la coordinadora científica de la Estrategia de la Cronicidad. Llegué con un proyecto: convertir el Hospital Guadarrama en un hospital diferente, en un hospital laboratorio de prueba, y dado que los cuidados están ocupando un espacio importante en el diseño de servicios nuevos centrados en las personas y sus necesidades de autogestión y autogobierno, planteé la escuela de cuidadores como un servicio nuevo del Hospital Guadarrama.
Así pues, propuse a mi equipo que por qué no convertíamos los Cuidados Enfermeros en un servicio con identidad donde el cuidado profesional fuese un elemento de valor diferencial, por su calidad y sistemática y además trabajásemos con una orientación comunitaria, es decir, al servicio de los ciudadanos de manera muy individualizada y dando continuidad, preparando a los mismos para volver a casa, como pacientes activos y empoderados.
“Trabajamos con los pacientes y sus cuidadores de manera individualizada, para entender sus necesidades”.
De la necesidad de los usuarios más vulnerables y dependientes, que son los que ingresan en el Hospital Guadarrama, con niveles de dependencia 3 y 4 en su mayoría, y muy frágiles que requieren del apoyo de sus cuidadores, surge la idea de entrenar a los cuidadores familiares para que pudiesen sustituir a personas frágiles en su autocuidado y en el momento del alta estuviesen bien entrenados para el cuidado cotidiano y rutinario del día a día.
Así nace la escuela y soy yo quien propone dentro de la Estrategia de la Cronicidad del Sistema Nacional de Salud, y en la de la Comunidad de Madrid, la idea de la enfermera como entrenadora en el autocuidado tanto del paciente como de sus cuidadores, para la prevención del cansancio y la claudicación.
Entrenar es un concepto diferente, no es sólo capacitar o educar, entrenar es empoderar, es acompañar, es dar seguridad a los cuidadores y lo hacemos en el periodo del ingreso en nuestro hospital que son circunstancias de aprendizaje seguro de la mano de tu entrenadora, como dice el lema de nuestra escuela: tu enfermera entrenadora.
Los entrenadores: Zaira, Pilar, David, Raquel, Marta, José, Estela, Miguel, Laura, Fina, Toño, María… y otros muchos, ellos son los protagonistas junto con los cuidadores. Entrenan desde un enfoque más allá del educativo, lo hacen de manera individual, en grupo, y on line y se apoyan en el resto de los profesionales del equipo interdisciplinar del Hospital Guadarrama: en los voluntarios, en las auxiliares de enfermería, en los cocineros, en los logopedas, en los terapeutas ocupacionales, en los fisios, también en los trabajadores sociales y en los médicos, etc. En definitiva, en equipos interdisciplinares alrededor de los pacientes y sus familiares, de los más vulnerables y con el apoyo de la enfermera de enlace del centro, quien coordina la salida con la información en el momento del alta.
Respecto a los costes, la escuela supone unos 50 euros en el total del entrenamiento por familia. Creo que vale la pena porque tiene una alta efectividad en la prevención de la claudicación de los cuidadores. Este es un modelo de organización interesante y creo que con potencial de futuro.