Cristóbal Arias Sánchez es enfermero del bloque quirúrgico del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Ha sido director del grupo de teatro ‘Buska tu sueño’ del barrio de Vallecas. Estudió Arte Dramático en la Escuela Municipal de Arte Dramático de Madrid (EMAD) y en la actualidad está cursando Dramaturgia en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD). Llegó al mundo del teatro con 14 años y desde entonces siempre ha estado muy vinculado con las tablas de los escenarios. «Para mí fue un antes y un después a la hora de relacionarme con la gente, de encontrar un grupo de amigos con el que conectaba de verdad». Esa misma conexión la encontró con la enfermería, a través del ejemplo de una amiga. «Ella estaba estudiando la diplomatura y me contaba lo que hacía, la asistencia, las técnicas… Cuando tuve que elegir mis estudios no dudé en elegir Enfermería», recuerda.
El teatro es un medio para «aferrarse a la vida y ponerle nombre a lo que estás viviendo empleando el arte», reflexiona Cristóbal, «sobre todo cuando te puedes enfrentar a diario a la muerte, en tu puesto de trabajo. Compruebas el sentido efímero de la vida y la importancia de la salud. Esta relación con la desgracia está muy presente en mí a la hora de crear».
Un medio para aferrarse a la vida
«El teatro es un medio para «aferrarse a la vida y ponerle nombre a lo que estás viviendo empleando el arte»
El teatro español del Siglo de Oro, los movimientos independientes de los años 70 del siglo pasado y autores como Lorca son los referentes de Cristóbal. «Lorca es uno de los grandes autores del s. XX. Con su lenguaje poético consiguió denunciar y criticar desde la belleza. Su obra es muy crítica con el momento y las circunstancias que vivió. Es algo de lo que tenemos que aprender, a saber retratar y denunciar al mismo tiempo». Esta es la base del teatro que a Cristóbal le gustaría realizar y en la que está trabajando. ‘Buska tu sueño’ empezó como un grupo de barrio que fue profesionalizándose poco a poco. Cristóbal fue director y actor y también estuvo integrado por varias enfermeras. Llegaron a actuar en salas alternativas de Madrid con su obra ‘El puerto’, escrita por Cristóbal, Tamara Monzón, también enfermera, y Raúl Sacristán. «Fue una creación colectiva con la que queríamos desarrollar un trabajo de crítica social, desde diferentes puntos de vista. Es un texto con mucha emoción, rupturista, muy trabajado desde su puesta en escena».
La enfermería ha influido en el modo de crear y ver el teatro. «Mi primera obra para la RESAD profundizaba en las barreras internas que nos ponemos, nos impiden cambiar y nos boicotean a nosotros mismos. La enfermería me ha enseñado que lo importante es la salud física y mental. Esto ha influido mucho en mí». Sobre su concepto de la enfermería, considera que tiene que avanzar «en la cohesión como grupo. Somos el brazo del sistema, siempre estamos en alerta para resolver los problemas, como hemos demostrado con la covid-19. Tenemos que reclamar nuestro sitio, ponernos en valor y demandar reconocimiento, dándonos nuestro sitio. Tenemos que trabajar como grupo».