“Con tus manos puedes salvar vidas” es el nombre de la candidatura finalista de los Premios Enfermería en Desarrollo 2015 en la categoría de “Innovación y creatividad en enfermería”, presentada por Raquel Palacio Villazón, enfermera del Centro de Salud El Parque, Área V, de Gijón, en Asturias.
El proyecto finalista nace ante la evidencia de que la muerte súbita extrahospitalaria es un problema de salud pública en España, donde ocurre una parada cardiaca súbita cada 20 minutos y cien personas fallecen cada día por teste motivo. La mayoría de estas muertes súbitas son presenciadas por familiares o amigos. Su rápida actuación podría triplicar las posibilidades de supervivencia de la víctima. Sin embargo, sólo en uno de cada cinco casos el testigo se decide a actuar. En los países nórdicos el 70 por ciento de la población conoce las técnicas de RCP, mientras que en España sólo las sabe el 12 por ciento. En este contexto, nace en 2013 el programa “Con tus manos puedes salvar vidas” que inicia en estas enseñanzas a los escolares. “En un principio fuimos tres enfermeros en nuestro tiempo libre. Poco a poco se fueron uniendo profesionales de Enfermería de atención primaria del área V en su mayoría, llegando en la actualidad a tener a más de 30 profesionales implicados que lo están integrando dentro de su agenda de trabajo como una intervención comunitaria gracias al apoyo incondicional de Ana Cao, subdirectora de gestión y cuidados de enfermería del área V del SESPA”, explica Raquel Palacio Villazón. “Los colegios son el lugar ideal para iniciar estas enseñanzas, por ellos pasan porcentajes cercanos al 100% de la población, y es en la escuela donde se adquieren esos conocimientos perdurables, si a los niños les enseñamos con pasión con entusiasmo haciéndoles partícipes del proceso lo integrarán de forma natural como una habilidad más en su vida y despertaremos en ellos el interés por seguir formándose. Conseguiremos ciudadanos capaces de actuar sin miedo y adecuadamente ante una emergencia sanitaria y en poco tiempo podremos superar ese 20% de capacitación en reanimación cardiaca que el consejo europeo de resucitación dice que sería necesario para salvar 100.000 vidas al año”.
El programa, desarrollado a través de talleres, forma a niños y adolescentes en maniobras de primeros auxilios que les permitan actuar con eficacia ante una muerte súbita presenciada, una inconsciencia, o un atragantamiento, además de activar correctamente los servicios de emergencia (112). Las actividades consiguen que la comunidad educativa conozca y divulgue la trascendencia de la formación en RCP y conciencia a la población general de la importancia de actuar ante una muerte súbita.
Además, la iniciativa visibiliza a los profesionales de enfermería como agentes promotores de salud en la comunidad e integra el desarrollo de los talleres en la actividad asistencial de la enfermería de Atención Primaria, logrando así resultados en salud de forma costo-efectiva. “Dado que el conocimiento en técnicas básicas de primeros auxilios forma parte del currículum escolar de Educación Primaria (R.D. 126/2014 del 28/02/2014), y que dentro de las competencias de práctica avanzada de la enfermera familiar y comunitaria está la de ‘Planificar, desarrollar y evaluar programas de educación para la salud en la comunidad’, tuvimos claro que podíamos y debíamos poner en marcha estos talleres de atención inicial a la emergencia (alerta al 112, posición lateral de seguridad, compresiones torácicas y desobstrucción de la vía aérea) en colegios e institutos y de paso abarcar a la comunidad educativa ( padres y profesores)”.
Desde 2013 han realizado talleres en 42 centros educativos, con la interacción con más de 10.000 niños y adolescente, iniciativas como la difusión en Facebook “RCP desde mi cole” y el blog “Cuentos para salvar vidas”, que dirige Marta Nonide Robles, único médico que de momento se ha sumado al proyecto. A juicio de Raquel Palacio Villazón, “ha quedado demostrado que la Enfermería de Atención Primaria está capacitada y dispuesta a asumir la educación sanitaria en Primeros Auxilios y atención inicial a la emergencia desde la seguridad de su formación y de su experiencia laboral diaria, como una actividad más dentro de sus competencias. Estos talleres no son ni sustituyen a los cursos oficiales de formación en RCP. Su objetivo es otro: familiarizar a niños y jóvenes con el reconocimiento y la atención inicial de la emergencia, proporcionarles conocimientos básicos y técnicas sencillas; para que, una vez aprendidas y mecanizadas, puedan usarlas con seguridad y sin miedo en los dos primeros eslabones de la cadena de supervivencia. Porque si el primer testigo de una emergencia es un niño, sus manos también pueden salvar vidas”, afirma Raquel Palacio Villazón.
“La enfermería de atención primaria está capacitada para asumir la educación sanitaria en primeros auxilios y atención inicial a la emergencia”
El hecho de ser finalista de los Premios Enfermería en Desarrollo supone “en primer lugar, el reconocimiento al esfuerzo de tantos enfermeros que, de forma desinteresada y voluntaria, han colaborado con este proyecto; bien dedicándole gran parte de su tiempo libre, bien haciendo un enorme esfuerzo para conciliar el trabajo diario con la participación en los talleres, bien apoyando con su trabajo desde los centros de salud y facilitando las cosas a los compañeros. Sin olvidar a tantas personas de diferentes colectivos (médicos, técnicos, grupos de rescate, deportistas, actores, músicos, periodistas y naturalistas muchos otros); sin cuya colaboración todo esto no habría sido posible. En segundo lugar, supone una gran oportunidad para difundir nuestro proyecto. Su metodología y sus resultados se darán a conocer en otras comunidades que, tal vez, puedan plantearse incluirlo en sus propias áreas sanitarias. Deseamos que la importancia de la RCP sea conocida cada vez por más ciudadanos, y que el propio aumento de la demanda de formación en la población contribuya al crecimiento y mantenimiento de estas prácticas en el tiempo. Esperamos que gracias a ello aumenten las posibilidades de conseguir ese apoyo institucional que tan necesario es para que esta iniciativa pueda seguir adelante y no dependa de la permanencia de una persona en su puesto directivo; para que Enfermería de Atención Primaria pueda incluir la enseñanza de los primeros auxilios y la RCP dentro de sus competencias de atención a la comunidad de forma oficial y reglada. Y que el proyecto deje de serlo para convertirse en realidad”.
Aspectos valiosos
La enfermera Raquel Palacio Villazón destaca los principales valores del trabajo finalista, relacionados con la enfermería, los cuidados y los ciudadanos, que expone a continuación.
Enfermería y cuidados. “Somos conscientes de que la imagen pública de la enfermería no coincide con nuestra identidad profesional. Desde el propio colectivo debemos esforzarnos por hacer que la sociedad nos perciba como lo que realmente somos: profesionales con gran responsabilidad en la promoción, prevención, mantenimiento y recuperación de la salud. Estos talleres han sido una buena muestra de ello. Han dado visibilidad a un colectivo encasillado en “vacunas y toma de tensiones y glucemias”. Han enganchado e ilusionado a un gran número de enfermeros, promoviendo el trabajo en equipo y la colaboración entre compañeros de diferentes centros (Atención Primaria, SAC, SUAP y SAMU) y categorías laborales (EIRES, eventuales, interinos y propietarios). Han avivado el interés por las actividades en la comunidad, han ayudado a refrescar y actualizar los conocimientos sobre las nuevas recomendaciones en RCP. En definitiva, han supuesto un auténtico soplo de aire fresco para todos los profesionales de enfermería del área V de Asturias. Y creemos que pueden lograr lo mismo en cualquier comunidad que se anime a implantarlos”.
Ciudadanos. “A través de los niños y niñas llegamos a las familias y al profesorado, contribuyendo a la adquisición de hábitos de vida saludables desde edades muy tempranas; y en definitiva, mejorando la calidad de vida de las personas. Mostramos a los ciudadanos (incluyendo a los niños, de formas adecuadas a sus edades) la realidad de la muerte súbita, haciéndoles conscientes de las causas y de lo que ellos pueden hacer para ayudar. Les dotamos de armas para la detección y la rápida intervención ante una muerte súbita en su entorno, triplicando la tasa de supervivencia de la persona afectada y disminuyendo sus posibles secuelas. En definitiva, creemos que este proyecto es un auténtico programa de educación para la salud en la comunidad”.
A modo de conclusión, Raquel Palacio destaca el carácter voluntario y altruista del proyecto, “sin contar con ningún tipo de financiación externa y dependiendo por completo de la buena voluntad, generosidad y esfuerzo de todos y cada uno de los participantes, se han conseguido unos resultados que superan con mucho cualquier expectativa que pudimos albergar en los comienzos. Queremos poner de manifiesto el clima de ilusión, cordialidad y compañerismo en el que todo el trabajo se ha desarrollado, y que se ha mantenido a lo largo de estos años. El interés, el nivel de participación, la disponibilidad, la profesionalidad y el apoyo de tantos compañeros han hecho de este proyecto una maravillosa experiencia. Nos ha multiplicado las ganas de “salir ahí afuera” y demostrar nuestra capacitación y capacidad de ayuda a la población, orgullosos de pertenecer a ese gran colectivo de profesionales que es la enfermería”.