Los alumnos no perciben la fisioterapia geriátrica como su primera opción. Todos están súper interesados en la deportiva, algunos hablan de neurología o pediatría, pero geriatría no es una asignatura en la que tengan puestas altas expectativas». Hasta que llegan a sus clases, claro. Vicent Benavent Caballer es f isioterapeuta y profesor de Fisioterapia Geriátrica en la Universidad ceu Cardenal Herrera (ceu-uch) de Valencia. Un profesional que ama lo que hace y que se esfuerza para que sus pupilos lo perciban y, ojalá, lo repitan. Sabe que se enfrenta a prejuicios, pero, cada año, consigue derribarlos con esfuerzo, nuevas iniciativas y muchas ganas de mostrar al futuro de la profesión que la geriatría es, como él la cataloga, «una rama preciosa».
Vicent se enfocó en el paciente mayor mientras todavía era estudiante, como sus alumnos, porque se «enamoró» de la disciplina mientras ayudaba a un compañero con su tesis. Por eso sabe que es crucial enseñarles caminos menos transitados, menos populares, menos llamativos, quizá. Porque no son conscientes de lo que pueden llegar a crecer, profesional y personalmente. Su método de enseñanza se basa en un proyecto propio llamado ‘Go Further’, que ha ido perfilando a lo largo de sus ocho años de docencia en la universidad, con el que busca ir más allá de los límites del aula.
Estar donde se necesita
‘Go Further’ integra diferentes elementos: podcasts, escape room, aulas virtuales e, incluso, prácticas clínicas y colaboraciones interuniversitarias. «Hay mucho de mí en este proyecto, y se ha creado un caldo de cultivo fantástico para que salga adelante». Su buque insignia es, sin duda, la práctica final, que se desarrolla en colaboración con la residencia valenciana ‘Hermanitas de los Ancianos Desamparados’. «Es una experiencia directa y muy significativa; aplican lo aprendido en los propios mayores, y eso es algo que enriquece tanto a los estudiantes como a los residentes», cuenta, ya que se crean conexiones muy especiales entre ellos. «Pasan una semana completa en la residencia, lo que facilita la creación de vínculos personales», detalla Vicent. «Mi misión como docente es hacerles ver que deben estar donde más se les necesita, como fisioterapeutas y también como enfermeros, porque tengo un grupo de 15 alumnos que está cursando el doble grado de Enfermería y Fisioterapia».
Las actividades en la residencia, explica, son variadas e incluyen valoraciones geriátricas y programas de ejercicio terapéutico. «La valoración geriátrica es fundamental, ya que los alumnos aprenden a aplicar y analizar pruebas y cuestionarios con los residentes; datos que se utilizan para mejorar la atención que se les presta en su día a día». Este proceso también implica un compromiso ético y profesional, igualmente cruciales dentro de la profesión. «Los alumnos saben que la información de los pacientes es de máxima confidencialidad. Los datos se quedan en la residencia para que, en caso necesario, puedan ser requeridos por la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana para un mejor control del centro».
Uno de los aspectos más gratificantes de mi trabajo es observar el crecimiento y desarrollo de los alumnos a lo largo del curso. Muchos hacen un click y, de repente, conectan. Se sienten más cerca de ser profesionales que estudiantes
Vicent nos cuenta que «el ejercicio terapéutico, especialmente el ejercicio multicomponente, es una herramienta clave en la fisioterapia geriátrica. Los alumnos dirigen sesiones de ejercicio que combinan fuerza, movilidad, equilibrio y flexibilidad, con un carácter recreativo que mejora la adherencia y los resultados». Confiesa que no siempre es fácil que los residentes quieran ir a hacer ‘ejercicio’, pero si se lo pasan bien -que lo hacen-, «siempre quieren repetir», bromea. «Son sesiones que no solo les benefician físicamente, sino que mejoran su bienestar emocional y fomentan su interacción social». E incluyen música: «acabamos siempre con ‘New York, New York’ de Frank Sinatra y se ponen a bailar… es muy chulo», dice orgulloso. También organizan programas de prevención de caídas, en los que los alumnos diseñan y dirigen circuitos de actividad física para mejorar el equilibrio y la coordinación.
Hacer ‘clic’
En ese no parar de crear nuevas formas de motivar y acercar su pasión a los alumnos, Vicent ha incluido aulas virtuales donde los estudiantes pueden profundizar en temas específicos mediante avatares y recursos adicionales como artículos científicos, podcasts y vídeos. Hasta les organiza sesiones de escape room. «Se divierten -bueno, nos divertimos- mucho, pero también es una forma de promover el pensamiento crítico. No quiero que salgan del aula diciendo solo «qué bien me lo he pasado», sino que sean conscientes de cuánto pueden contribuir a esta disciplina tan bonita y el impacto que puede tener, y tiene, en la sociedad». Uno de los aspectos más gratificantes, considera, «es observar el crecimiento y desarrollo de los chicos a lo largo del curso. Muchos hacen un click y, de repente, conectan. Se sienten más cerca de ser profesionales que estudiantes». Su mirada está puesta en conseguir que ‘Go Further’ siga creciendo. «Hemos iniciado la colaboración con grupos de personas mayores del pueblo (Alfara del Patriarca). También estamos viendo la posibilidad de establecer un programa de paseos saludables, aprovechando los caminos rurales cercanos». Su meta: no tocar techo, porque siempre se puede ir un paso más allá.