David Garriga Guitart es enfermero en la Unidad Hospitalaria Psiquiátrica Penitenciaria (UHPP) del Centro Penitenciario de Brians, en Barcelona. Compagina su trabajo con la presidencia de la asociación CISEG (Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global). Es licenciado en Criminología y Mundo Árabe e Islámico por la Universidad de Barcelona y especialista en terrorismo yihadista por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Fue estudiando Enfermería cuando surgió su interés por este tipo de temas. “Hay un dicho del profeta Muhammad que dice: ‘Buscad el conocimiento, aunque sea en China’. Aunque me he licenciado en Criminología y colaboro desde esta formación con diferentes instituciones sobre el tema, mi trabajo, después de 20 años, sigue siendo la enfermería. Cuando empecé a estudiarla, no tenía muy claro que me llegara a gustar. Poco a poco iba adquiriendo muchos conocimientos que me servían para tener una buena base en cuidados, conocimientos sanitarios, trato con los pacientes… A través de ellos, adquiría herramientas para seguir formándome y ampliar la información en especialidades que me llamaran la atención. Me pasó con Salud Mental y Multiculturalidad. Las clases me fascinaban y en las prácticas fue donde tuve claro que era la especialidad que quería seguir. A partir de ahí me interesé por el mundo de la prevención, pero dirigida a la seguridad. Actualmente comparto las dos facetas que, aunque parezcan muy diferentes mantienen muchos puntos en común”.
“Trabajamos la prevención de manera holística. Formamos en la detección de señales de radicalización y en la propuesta de una narrativa alternativa frente a este tipo de procesos”, detalla David Garriga sobre su trabajo
Tras terminar Enfermería, David priorizó su interés por la cultura árabe. Pasó varios veranos en diferentes hospitales de países árabes “para aprender, a la vez que trabajaba, su cultura… Cuando estos grupos terroristas comenzaron a matar en nombre del islam y la yihad, tergiversando conceptos de la religión islámica para justificar sus atrocidades, me pareció oportuno intentar luchar contra este terrorismo. Desde 2008 hasta la actualidad intento aportar mis conocimientos y experiencias para prevenir la radicalización de jóvenes en occidente, formando a los cuerpos y fuerzas de seguridad en detección de indicadores frente a la radicalización y trabajando en proyectos sociales que ayuden a iniciar planes serios y efectivos de prevención”. Este último trabajo lo realiza desde la CISEG. “Los profesionales vienen de campos muy diferentes. Una de nuestras ventajas es que trabajamos la prevención de la manera más holística posible. Ofrecemos formación en detección de signos de radicalización y propuestas de narrativas alternativas para trabajar con personas que puedan estar entrando en un proceso de radicalización y busquen voluntariamente otras opciones al discurso que le ofrecen estos radicales”.
El papel de las enfermeras
Desde la experiencia y el conocimiento de David Garriga, las enfermeras son profesionales fundamentales para actuar como cortafuegos de la escalada en la radicalización en la que pueden entrar los jóvenes. “La enfermera, como otros actores sociales que trabajan con y para la persona, es un profesional de primera línea para ayudar frente a las posibles demandas de personas o familiares que puedan estar pasando por un proceso difícil y que debido a esto puedan acabar entrando en un proceso de radicalismo y del cual no sepan que están hasta que es tarde. Es por esto que la enfermera debe estar formada en detección para evaluar situaciones de riesgo que puedan afectar a la salud física y mental de la persona. En ningún momento se pretende que el profesional de enfermería haga de policía, pero sí debe poder dirigir y gestionar las demandas del usuario adecuadamente y con la mejor calidad profesional posible”. En este sentido, David Garriga considera que las enfermeras son un actor fundamental para la detección de signos de radicalización en niveles bajos de radicalismo. “Están capacitadas para ejecutar una intervención integral con las personas que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad y con sus familiares, que abarque todas las áreas implicadas en su integración y adecuado desarrollo personal, social, laboral y familiar. La visualización primaria de cualquier caso es una oportunidad para evitar que se complete el ciclo de radicalización. Pueden derivarlo a tiempo a los equipos de trabajo multidisciplinares para revertir este proceso o, en su defecto, frenarlo. Pero para ello hay que conocer. Cuando una madre, después de hacer formación en detección de signos de radicalización, ve alguno en su hijo y nos pregunta: ‘¿Dónde voy? ¿Qué hago? Porque a la policía no iré. Es mi hijo’. Es aquí donde los profesionales sociales y sanitarios deben dar respuesta y herramientas para orientar y evitar que nadie termine en una radicalización violenta. Pero esto se debe conocer. La prevención, nos guste o no, es una acción fundamental de enfermería”.
“Las enfermeras están capacitadas para realizar una intervención integral con las personas en situación de especial vulnerabilidad”, afirma David Garriga
De ahí la cuestión clave: Cuando un enfermero considere que ha entrado en contacto con una persona con riesgo de radicalizarse, ¿cómo debe trabajar? ¿A quién debe acudir? Esta es la respuesta de David: “A día de hoy no existen apenas herramientas sociales para trabajar este radicalismo. Por eso, es de vital importancia que desde lo social se comience a concienciar de este problema y se puedan elaborar herramientas que ayuden a estas personas que están entrando en procesos de radicalización. En protocolos de prevención y detección se está formando a maestros, funcionarios, trabajadores sociales… Es importante que el profesional de enfermería esté también en este grupo y adquiera el máximo de formación para detectar, evaluar y ofrecer los mejores recursos que tiene la sociedad para prevenir. También hay que trabajar para ofrecer a la sociedad herramientas para actuar en niveles iniciales de radicalización Los profesionales sociales (maestros, enfermeros, médicos…) deben incluirse como actores fundamentales para dar respuesta a usuarios y familiares ante la detección de signos de radicalización y al posible acercamiento buscando información y ayuda por parte de posibles víctimas indirectas.
La enfermera como agente de prevención
Para David Garriga, la enfermera es importante en la prevención a nivel social. “El Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta asume la radicalización violenta como uno de los principales riesgos para la seguridad nacional y articula la política del Estado en esta materia a través de una estructura integral y nacional que permite prevenir y evitar que los procesos de radicalización culminen en extremismo violento y/o en terrorismo. Por eso es fundamental una actuación integral y coordinada como la única manera de hacer frente a cualquier generador de violencia de manera eficaz, poniendo al servicio de este fin los recursos necesarios del Estado, en especial los vinculados a la seguridad, trabajando de forma conjunta para lograr la concienciación y sensibilización de la sociedad española sobre la trascendencia de la amenaza que representa el extremismo violento. La enfermera es parte imprescindible de ello”.
Enfermero, criminólogo y experto en seguridad
David Garriga Guitart es un enfermero con un perfil profesional muy particular, pues es criminólogo, experto en mundo árabe e islámico y terrorismo yihadista. Esto le ha llevado a ser miembro fundador y presidente de la Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global, CISEG. Considera que las enfermeras tienen un papel relevante en la prevención y detección de la radicalización.
Todo este conocimiento lo ha reflejado en publicaciones como ‘Yihad’ (Editorial Comanegra, 2015); ‘Las legiones de Satán’ (Editorial Tyrannosaurus Books, 2014) o ‘Del Bimaristan al Hospital psiquiátrico: Historia de la Enfermería y la Salud Mental en el islam’ (Editorial Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental, 2010).
Su experiencia en los países árabes
David Garriga ha conocido in situ el funcionamiento de varios hospitales psiquiátricos de Amán (Jordania), Fez (Marruecos), Beirut (Líbano). “Me entrevisté con sus profesionales de la salud mental para conocer su manera de cuidar. Fue una sorpresa observar como había maneras de actuar, por ejemplo, la no contención mecánica (sino contención humana) del paciente agitado. A día de hoy estas técnicas se están liderando e intentando aplicar en algunos hospitales en occidente como algo nuevo e inédito. Me percaté de que a nivel universitario nuestra formación, por ejemplo, en la parte de historia de la enfermería termina en el Mediterráneo. Descubrí que existían técnicas ya de la época del Profeta e incluso enfermeras que aportaron mucho a la ciencia enfermera que a mí nadie me contó y que sigue sin contarse. Por eso me pareció importante plasmar esto en el libro ‘Del Bimaristan al Hospital psiquiátrico: Historia de la Enfermería y la Salud Mental en el Islam’, publicado gracias a AEESM en 2010”.
CISEG, inteligencia y seguridad
David Garriga es presidente y fundador de CISEG, una asociación nacida hace dos años con el fin de ser nexo de unión entre todos los profesionales del sector de la inteligencia y la seguridad, a modo de red y plataforma profesional, “principalmente focalizándonos con la sociedad civil, acercar la cultura de la inteligencia y la seguridad a los actores sociales”. Otro objetivo es establecer vínculos entre lo público y lo privado. “Hemos hecho posible que nuestra formación llegue a la empresa privada y pública a la vez, uniendo contactos y facilitando networking muy necesarios e interesantes por las diferentes partes”.
Junto a la promoción de sus asociados, alrededor de un centenar en su primer año de vida, el establecimiento de enlaces internacionales y globales, con el conjunto de la comunidad de inteligencia y seguridad, es otro de los propósitos de CISEG. “Las cuestiones de seguridad e inteligencia no pueden ser abordadas por un pensamiento único o sector. Las cuestiones que puedan presentarse en la red de sinergias de la comunidad serán observadas desde diferentes puntos de vista más globales. Las problemáticas en tema de seguridad traspasan fronteras y las ideas de algunos, pueden ser las soluciones de otros no contempladas. Solo esta unión de todos los sectores y ámbitos permitirá que seamos capaces de cambiar la situación que nos acecha, y hacer frente de manera rotunda y global a esta situación. En este sentido hemos abierto la puerta a diferentes convenios de colaboración con asociaciones de varios países árabes, así como proyectos con organizaciones de Noruega, Suiza y Francia”, explica David Garriga. En el marco de CISEG, han creado la primera revista en español, mensual y gratuita, de prevención y narrativas alternativas a la radicalización de corte yihadista, ‘Al-Ghurabá’.
Narrativas alternativas frente a la radicalización
La elaboración de narrativas alternativas frente a la radicalización es una de las líneas de trabajo de CISEG, según indica David Garriga. “Ofrecemos formación en detección de signos de radicalización y propuestas de narrativas alternativas para trabajar con personas que puedan estar entrando en un proceso de radicalización y busquen voluntariamente otras opciones al discurso que le ofrecen estos radicales. También colaboramos con otras instituciones nacionales e internacionales en la elaboración de protocolos de prevención frente a este tipo de radicalismo y herramientas de actuación frente a posibles radicalizados en niveles bajos para ayudar a revertir este proceso”.
Para terminar, te proponemos que escuches la entrevista a David Garriga en el podcast ‘Sanará mañana’ de Frecuencia Enfermera.