Ismael Jiménez es profesor de la Universidad de Murcia e integrante del grupo de investigación sobre enfermería, mujer y cuidados, coordinado por la profesora Pilar Almansa Martínez. Su tesis es una investigación cualitativa con la población migrante vinculada a esta práctica. “Trabajamos con la mutilación genital femenina porque pensamos que Enfermería puede actuar. Aunque no tenga una gran prevalencia a nivel local, en Murcia, lo que nos impacta son todas las complicaciones asociadas a esta práctica y, también, el tipo de justificaciones que amparan el control de la sexualidad y del cuerpo de la mujer. Todo esto tiene unas graves connotaciones de violencia contra los derechos humanos, sexuales y reproductivos de la mujeres”, explica.
La tesis doctoral adapta el modelo de Leininger para la valoración de todas las justificaciones que dan los hombres sobre la ablación. “Con esta base, intentamos describir las intervenciones enfermeras más oportunas para abordar la mutilación genital femenina. Con los resultados, planteamos a NANDA una propuesta de diagnóstico de la MGF que han aceptado y publicado en su edición 2018-2020. Tenemos una base para seguir trabajando en la prevención desde una perspectiva de género”.
“Enfermería y sus especialidades, principalmente Obstetricia y Ginecología, representan una pieza clave para el abordaje de la mutilación genital femenina y para detectar de forma precoz los casos de riesgo y los consumados”
Hasta el momento, en NANDA no existía este diagnóstico. “Con ello cumplimos todos los objetivos que queríamos, determinar que enfermería y sus especialidades, principalmente Obstetricia y Ginecología, representaban una pieza clave para el abordaje de la mutilación genital femenina y para detectar de forma precoz los casos de riesgo y los consumados. Tenemos una base para seguir creciendo y crear intervenciones enfocadas a esta prevención y a trabajar con las mujeres que ya han sido mutiladas. Queremos aportar nuestro trabajo para promover ese punto de inflexión en el que enfermería avanza en campos que habitualmente no desarrollamos, como es el caso de este mismo trabajo, con la perspectiva de género”.
El abordaje de la ablación
La tesis de Ismael define la manera propicia de tratar el tema con las mujeres y hombres migrantes. “Intentamos descubrir qué justificaciones utilizan, describirlas para favorecer y propiciar que la Enfermería pueda evaluarlas y valorarlas, conocer de manera individual con cada familia qué argumento emplean para seguir con la mutilación genital femenina. Con este conocimiento, podemos acercarnos a cada caso y promover con todas las personas implicadas el abandono de esta práctica”.
El trabajo identifica seis factores que emplean los hombres para justificar la mutilación genital femenina, higiénico-estéticos, sexuales, socio-culturales, religioso-espirituales, económicos y relacionados con la salud. “Todos confluyen en el control de la sexualidad y del cuerpo de la mujer. Nacen de la construcción del género a través de un modelo patriarcal, relegándolas al espacio privado y a un rol reproductivo”, describe Ismael. “Entienden la ablación como un cuidado cultural, para facilitar el parto y prevenir infecciones, pues aseguran que los órganos genitales femeninos son sucios y difíciles de limpiar. La conciben como un proceso de identidad étnica que, además, protege el honor de las familias. Por el contrario, no creen que la mutilación haga daño a sus hijas o mujeres. La practican para que sus niñas crezcan en consonancia con sus valores culturales”.