El Hospital de San Lázaro, declarado monumento histórico-artístico en 1964, es el centro hospitalario más antiguo de la provincia de Sevilla. Un edificio datado en el siglo XIII , fundado por Fernando III y, posteriormente, puesto en funcionamiento por el rey Alfonso X para albergar a los leprosos, siendo durante años un hospital dedicado a atender a la población más desfavorecida que padecía enfermedades infecciosas.
Es un hospital que ha perdurado en el tiempo y que aún en la actualidad está en activo, manteniendo gran parte de su edificación y su esencia, así como muchos otros aspectos que recuerdan los motivos que llevaron a su levantamiento. Tal es el caso del mosaico de azulejos del siglo XVII que permanece en la fachada y que representa a los enfermos de lepra, donde se puede ver a San Lázaro leproso y cuyas llagas son lamidas por los perros.
También hay que destacar la iglesia del hospital, situada junto al mismo. Es un templo de estilo mudéjar, que actualmente muestra una imagen castigada por el paso del tiempo y que se conserva en estado ruinoso a la espera de ser restaurada. Aún así, el hospital de San Lázaro ha necesitado de rehabilitaciones en su distribución a medida que ha ido pasando el tiempo.
A lo largo de su historia, el Hospital de San Lázaro ha tenido diversas funciones, siendo utilizado como geriátrico, como centro para prestar atención a enfermos terminales, como psiquiátrico e incluso como hospital penitenciario. Actualmente, pertenece al Área del Virgen Macarena y realiza funciones de psiquiatría, cirugía mayor y menor ambulatoria y medicina interna.
Han sido su historia y sus vivencias las que han hecho del hospital de San Lázaro una institución para la ciudad, destacando fundamentalmente por su uso hospitalario desde la Edad Media hasta nuestros días. Es evidente que han sido miles los profesionales que han desempeñado su labor entre los muros de San Lázaro. Profesionales que han tenido que amoldarse y sobreponerse a las dificultades planteadas ante las circunstancias que rodeaban a la época, por lo que el hospital ha albergado no sólo a todo tipo de pacientes, sino también a todo tipo de trabajadores que han ido evolucionando con el paso de los siglos, de la mano de la sociedad y de la tecnología.
Es mucha la historia que este centro hospitalario tiene a sus espaldas, y así lo plasman los pequeños detalles que persisten en el edificio, pero también mucha la historia que le queda por vivir.