Seguridad del paciente, humanización de la asistencia y eficiencia en la gestión. Son las tres líneas estratégicas definidas por la Dirección de Enfermería del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, encabezada por Mª Ángeles Rodríguez Martínez, con la creación del Área Asistencial de Enfermería Pediátrica, unificando en un solo equipo a las enfermeras que anteriormente integraban los servicios de Urgencias, Hospitalización Pediátrica, hospitales de día Pediátrico y Neonatal, Atención al Neonato en Paritorio y Unidad de Neonatología. “El proyecto surge en el primer trimestre de 2014, como una necesidad planteada por los propios profesionales. Querían unificar los cuidados y dar una atención integral a todos los pacientes pediátricos. Valoramos la situación y planteamos la unificación de diferentes áreas asistenciales. La idea era que todos los profesionales fueran una plantilla común con cuidados altamente especializados en pediatría”, explica Victoria Rodríguez Alcántara, enfermera del área pediátrica.
La mejora de los cuidados de enfermería que recibe la población infantil ha sido el principal objetivo de esta iniciativa. Para ello, se han unificado todos los cuidados. “Inicialmente, observamos la existencia de diferentes criterios entre el personal que, a priori, no ha trabajado habitualmente con niños o que lo hacían de forma muy distinta. No se podía protocolizar bien, porque eran unidades muy distintas y el personal se movía mucho de un servicio a otro. Entonces, el proceso de unificación nos dio la oportunidad de confeccionar procedimientos normalizados para todas las enfermeras, algo que hicimos entre todos a través de grupos de trabajo. Por ejemplo, ahora todos saben cuidar al niño en la planta de pediatría cuando viene de urgencias y al contrario”.
Proceso formativo
La implantación del Área Asistencial de Enfermería Pediátrica conllevó, previamente, la ejecución de un plan formativo de las 36 enfermeras que la integran, estudiando todos los casos de manera individual. “Como los profesionales venían de diferentes unidades, cada uno era experto en un tipo de paciente, aunque sean todos pediátricos. Los reunimos a todos y analizamos sus necesidades formativas. Una vez conocidas, elaboramos un plan de formación de enfermería pediátrica y buscamos entre el personal del propio hospital a los docentes que pudieran impartirlas”. Durante el primer año, impartieron 27 sesiones formativas de cursos como ‘Atención Neonatal en Enfermería’, ‘RCP Neonatal’ y ‘RCP Pediátrica’. “Dimos mucha importancia a la parte práctica”, explica Victoria Rodríguez Alcántara. “Era lo que más nos preocupaba, porque teníamos enfermeras que nunca habían rotado por algunas de las unidades. Lo hicimos con tranquilidad, asegurándonos que siempre hubiera personal habitual en cada unidad, para que las nuevas se sintieran apoyadas y protegidas por compañeras más expertas. En Urgencias y Pediatría fue más fácil, porque todo era más similar. El problema fue la Unidad de Neonatología, que es más especial y más desconocida por todos. El primer año conseguimos que rotaran el 70 por ciento. Ahora estamos en torno al 80 y esperamos llegar al 100 por 100 el año que viene”.
Integración de la Unidad de Neonatología
La integración de la Unidad de Neonatología en el área asistencial fue el principal reto afrontado. “Nunca se había hecho antes. Fue una propuesta de la Dirección de Enfermería Hemos hecho un gran esfuerzo, porque la atención al neonato es distinta”, explica Victoria Rodríguez.
Experiencias prácticas
Estela Vargas González es enfermera especialista en Pediatría. Comenzó a trabajar en el Hospital Infanta Leonor en junio de 2014, coincidiendo con el inicio del proceso de unificación de las unidades pediátricas. “Para mí fue muy positivo, porque iba a trabajar en varios lugares distintos y no me iba a encasillar en uno. Participé en las formaciones iniciales. Por ejemplo, la de reanimación neonatal en paritorio me vino muy bien, porque es algo que no había hecho. Al principio, hicimos un gran esfuerzo, porque los cambios cuestan, pero en general mis compañeros estaban motivados con el cambio, con ganas de aprender y progresar”.
Cristina Pérez Arizcun se encuentra en su segundo año de residencia EIR, realizando la especialidad de Enfermería Pediátrica en el Infanta Leonor, una experiencia que califica como muy enriquecedora. “Al estar en formación, yo permanecí alrededor de tres meses en cada unidad. En este período coincidí con muchas profesionales de enfermería diferentes y aprendí de todos ellos. La iniciativa es muy interesante, porque permite a las enfermeras estar al día en todas las áreas pediátricas, no te olvidas de nada y no te anclas en un solo sitio”.
La reorganización de los profesionales en un sólo área también ha conllevado un cambio en sus rotaciones por las diferentes zonas asistenciales. Los turnos también se establecieron mediante un grupo de trabajo, según explica Victoria Rodríguez. “Al final, decidieron que las rotaciones fueran mensuales, para que no pase demasiado tiempo en volver a otra unidad y esto no suponga ningún problema de adaptación. Es flexible, porque hay quien prefiere trabajar por semana. Entonces entre ellos cambian, y van organizándose”.
Con todos estos cambios, la experiencia del Hospital Universitario Infanta Leonor demuestra que la unificación de las unidades de enfermería pediátrica ha mejorado la continuidad de los cuidados y la seguridad del paciente.
Estándares de calidad
La enfermera del Hospital Infanta Leonor, Victoria Rodríguez, destaca la mejora de los estándares de calidad del trabajo enfermero. “Cuidamos todo al detalle. Antes, éramos menos específicos. Ahora se valora mucho más el cuidado del niño en los otros servicios. Por ejemplo, si va a subir a planta, en las Urgencias estamos más pendientes de poner la vía para facilitar el trabajo de nuestras compañeras de hospitalización, para que no tengan que levantar esa fijación. Damos más importancia a lo que va a necesitar el niño cuando esté en otros servicios”.
“Poco a poco se está dando más protagonismo a la especialidad de Enfermería Pediátrica. Nos estamos formando como equipo para que todos los cuidados sean de calidad. Estamos muy concienciados”, completa Estela Vargas González, enfermera pediátrica del Hospital Infanta Leonor.
Mejora de la confianza en la enfermería
El nuevo área de enfermería pediátrica ha mejorado la confianza de las familias en las enfermeras. “Los padres nos conocen, saben cómo trabajamos. Recuerdan nuestros nombres. Nuestra atención es más cercana y accesible. En muchos casos, vemos al niño en diferentes etapas de su crecimiento”, explica la enfermera Estela Vargas.
Humanización y continuidad
La humanización de la asistencia ha sido otra de las mejoras que se han producido, con iniciativas como la participación de los niños en actividades recreativas y la participación de asociaciones de payasos como Saniclown. Igualmente, se ha introducido el informe de enfermería de continuidad de cuidados destinado a los profesionales de Atención Primaria, una vez el paciente recibe el alta.