Miren Idoia Pardavila Belio, profesora del Departamento de Enfermería Comunitaria y Materno Infantil de la Universidad de Navarra y doctora en Enfermería por la Universidad de Navarra, es finalista de los premios Enfermería en Desarrollo 2015 en la categoría de “Universidad. Tesis doctorales” por su tesis “Efectividad de un programa de cesación tabáquica para estudiantes universitarios. Estudio de intervención”.
Para Miren Idoia Pardavila Belio ser finalista “es un reconocimiento al esfuerzo realizado durante los cuatro años de la tesis. Pero, más importante aún, un reconocimiento a la calidad de la investigación”.
La tesis doctoral de Miren Idoia Pardavila Belio evalúa la efectividad de un programa de cesación tabáquica destinado y adaptado a las características de los jóvenes y llevado a cabo por profesionales de enfermería. Una vez desarrollada la intervención, entre población universitaria, registró un incremento del 221% de las posibilidades de éxito, frente a otros métodos aplicados para que este colectivo deje de fumar.
“Los resultados de mi tesis demuestran que un programa de cesación tabáquica diseñado específicamente para estudiantes universitarios y llevado a cabo por enfermeras tiene un impacto positivo en la incidencia de cesación tabáquica”
“El principal motivo que me llevó a realizar este trabajo es que aunque el consumo de tabaco representa la principal causa prevenible de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo actual, la última encuesta del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías (OEDT) estima que el 30,8% de la población fuma, prevalencia que se mantiene estable desde 2007 en todos los rangos de edad y en ambos sexos. A esto se añade que el 43,8% de los adolescentes españoles ha probado el tabaco (media de edad 16,4 años), siendo el 27,7% de los jóvenes fumador regular (media de edad 18,6 años) (MSSSI, 2013). Además, se estima que la prevalencia de jóvenes fumadores es 6 puntos superior en estudiantes universitarios. Esta alta prevalencia de tabaquismo entre los estudiantes se debe a que en el periodo universitario muchos jóvenes, influidos por los amigos, inician, experimentan y/o consolidan el hábito tabáquico”, expone Miren Idoia Pardavila Belio. “Estos datos son alarmantes ya que, tal y como apunta la Comisión Europea, el 50% de los fumadores padecerán algún problema de salud derivado del consumo de tabaco, como por ejemplo cáncer, enfermedades cardiovasculares y/o respiratorias. Además, este riesgo aumenta según la edad de inicio (si se ha comenzado en edades tempranas el riesgo es mayor); según el tiempo de exposición (cuanto mayor sea más probabilidades); y el número de cigarrillos fumados (a más cigarrillos más riesgo). Sin embargo, los jóvenes, y en concreto los estudiantes universitarios, no tienen percepción de riesgo, lo que les lleva a pensar que van a dejar de fumar antes de terminar los estudios, de ser padres o de cumplir treinta años, creyendo que así evitarán las consecuencias del tabaco. Contrariamente a esto, el CDC apunta que el 30% de los jóvenes que comienzan a fumar antes de los 21 años tendrán dificultades para dejarlo, y que continuarán enganchados a la nicotina durante décadas de su vida. Un aspecto que merece una especial consideración es que la Universidad debe de ser un entorno promotor de salud.
Esto, junto al hecho de que existe escasa evidencia sobre la efectividad de intervenciones de cesación tabáquica específicas para estudiantes universitarios, y además, la mayoría de las investigaciones se han realizaron en Estados Unidos (EE.UU.), país que tiene leyes más prohibitivas que las españolas, y muchos de sus campus universitarios poseen políticas no fumadoras restrictivas. Este hecho, me llevó a preguntarme si estos programas serían efectivos en España, y si la efectividad de los mismos se aumentaba al ser llevados a cabo por una enfermera”.
Aspectos valiosos
Miren Idoia Pardavila Belio destaca los principales valores de su tesis, relacionados con la enfermería, los cuidados y los ciudadanos: “Pienso que los resultados de esta investigación demuestran que un programa de cesación tabáquica diseñado específicamente para estudiantes universitarios y llevado a cabo por enfermeras tiene un impacto positivo en la incidencia de cesación tabáquica, y secundariamente una disminución del riesgo de padecer futuras enfermedades como cáncer. En otro orden de cosas, este estudio pone de relieve que los motivos que llevan a una persona a fumar y querer dejar de hacerlo son múltiples y variados. Es por ello que las enfermeras, además de ser capaces de hacer una buena valoración del estatus tabáquico, deben valorar por qué un sujeto fuma y qué razones le llevarían a dejarlo. Para ello, una buena estrategia es la entrevista motivacional, ya que ayuda al sujeto a ser consciente de los motivos que le llevan a fumar y, en muchas ocasiones, a darse cuenta que no ha sido una decisión propia, sino que se ha visto influida por creencias personales o sociales, y por el entorno próximo. Por este motivo, dentro de los programas de cesación tabáquica debería de incluirse esta estrategia de Educación para la Salud”.