La población gitana tiene una esperanza de vida entre 10 y 20 años menos que la población general. Presentan peores resultados en la percepción del estado de salud, mayor prevalencia de algunas enfermedades crónicas, mayor frecuencia de problemas dentales, visuales, auditivos y accidentes y una mayor tendencia a estilos de vida poco saludables.
El proyecto es un programa específico de educación en autocuidados entre iguales dirigido a la comunidad gitana, cuyo objetivo principal es mejorar la salud de esta población.
Surge de la colaboración entre diferentes agentes, representantes del Departamento de Salud, del sistema sanitario, enfermeras (líderes del proyecto) y diferentes asociaciones gitanas.