Los estudiantes de entre 12 y 18 años de la comarca Uribe-Kosta son el objetivo hacia el que se ha orientado el programa de prevención primaria de la psicosis. Se trata de una iniciativa que firma la red de salud mental de Bizkaia-Osakidetza, capitaneada por Aurora Oña, supervisora de enfermería comunitaria de salud mental de esta comarca. La intervención de la enfermería en este programa consiste en explicar los riesgos del consumo de cannabis a usuarios que «nos vienen desde el ámbito de la educación, pediatría, institutos, ayuntamientos o del tercer sector que se sospecha que puedan experimentar algún episodio psicótico». El programa surgió en octubre de 2019 para dar respuesta a las necesidades de los municipios de la comarca, alertados por la edad de inicio del consumo de cannabis, cada vez más precoz. Actualmente, se sitúa en los 12 años y medio. «Desde las redes locales de salud apreciaban que por más que hacían talleres formativos relacionados con el consumo de drogas, la incidencia cada año era mayor y los problemas asociados como los cambios de conducta se habían incrementado». Un método innovador ¿Cómo se consigue conectar con un público joven donde parece que explicar los riesgos que entraña el consumo de cannabis no cala? Aurora Oña parece haber encontrado un canal con el que hacer llegar el mensaje. «Seleccioné a un chico que los alumnos pudieran considerar como un igual que hubiera tenido un proceso psicótico relacionado con el consumo de cannabis. Encontramos un usuario que aceptó la grabación de un video donde contaba su experiencia».
El visionado sirve como complemento a la explicación previa que realizaban los técnicos de adicciones de los ayuntamientos sobre los riesgos del consumo de drogas. «Medimos la efectividad mediante encuestas con chicos que habían visto el vídeo y quienes no lo habían hecho. El taller tuvo un impacto claro en lo que se refiere a relacionar el cannabis y la psicosis».
Un 3% de la población sufrirá un episodio psicótico a lo largo de su vida y un 1% será diagnosticado de esquizofrenia. El riesgo de padecer psicosis cuando está asociado al consumo se estima entre 2 y 4 veces más
No era misión baladí, ya que los estudiantes entendían que «había mucha gente a su alrededor que consume y no les pasa nada». Pero las cifras disienten. «Un 3% de la población sufrirá un episodio psicótico a lo largo de su vida y un 1% será diagnosticado de esquizofrenia. El riesgo de padecer psicosis cuando está asociado al consumo se estima entre 2 y 4 veces más». La percepción de los menores cambió a raíz del testimonio del paciente experto. «Cuando un igual les cuenta que ha ingresado en la unidad de agudos o que parecía que vivía en el ‘Show de Truman’, su percepción cambia». Oña señala que la encuesta posterior a la que respondió el alumnado sirvió para constatar la imagen distorsionada que tenían sobre el perfil de personas que pueden padecer psicosis. «Dejaban comentarios como ‘me ha parecido guapo’, ‘parece normal’…probablemente tendrían el concepto de que alguien con psicosis no puede ser alguien que hable correctamente o que practique surf». Radiografía del consumo La radiografía que deja el estudio realizado por la red de salud mental de Bizkaia que cuelga de Osakidetza refleja una heterogenia en el consumo atendiendo a la comarca. «La zona de la costa, con más poder adquisitivo, registra un consumo menor. Pero en el interior, que es una zona rural, el consumo es más significativo».
Hay otros factores en los que también se aprecian diferencias: el sexo y la formación. «En las chicas que cursan grados medios, el consumo de cannabis es mucho mayor que en los chicos. Sin embargo, esto no sucede si hablamos de chicas que cursan Bachillerato». Son algunas de las conclusiones que Aurora Oña ha extraído de las más de 800 encuestas que ha recabado desde la puesta en marcha del programa, hace casi tres años. La buena acogida que ha tenido el proyecto ha llevado a los centros educativos en los que ya se ha proyectado el vídeo a querer contar con él en el próximo curso escolar. Además de afianzar la estrategia que se ha seguido hasta ahora, Aurora Oña ya mira hacia el futuro. «Ahora, nos encontramos sumidos en la fase de implementación a otros centros educativos de Bizkaia por una cuestión de equidad», afirma. La labor de Aurora Oña, enfermera con una experiencia de 30 años, se centra en la formación de los técnicos de adicciones que ofrecen estos talleres. «Entre mis funciones también se encuentra impartir este taller de cannabis y psicosis en aquellos centros educativos pertenecientes a municipios que carecen de redes locales de salud». La organización de salud mental de Bizkaia es todo un referente y continúa imparable en la puesta en marcha de distintos programas que garanticen la salud mental de la población.