Anualmente en España se transfunde una media de dos millones de componentes sanguíneos a nuestros pacientes. El Real Decreto 1088/2005 de 16 de septiembre recoge, que los centros y servicios de transfusión deben instaurar un sistema de Hemovigilancia relativo a la trazabilidad y seguimiento de los efectos o reacciones adversas que puedan aparecer a lo largo del proceso transfusional. Según el Informe de Hemovigilancia de nuestra comunidad en 2021, se comunicaron 3 muertes relacionadas con la transfusión de componentes sanguíneos y 643 incidentes. Irlanda fue el primer país europeo en incorporar, desde el año 2003 la figura de enfermera de práctica avanzada en Hemovigilancia consiguiendo una reducción significativa de los errores transfusionales.
En el año 2017 se objetiva por el Servicio de Transfusión de nuestra institución, la necesidad de crear la figura de la enfermera de Hemovigilancia centrada en las buenas prácticas transfusionales, evitando la aparición de errores, desde los enfoques de la asistencia, docencia, investigación y apoyo a la gestión del servicio. Durante el periodo 2017-21 en nuestro hospital y gracias a esta enfermera, se han evitado 555 incidentes de un total de 144.629 componentes sanguíneos transfundidos, no llegando estos a producir daño al paciente.